lunes, 1 de mayo de 2023

EL PAN DE HOY Y EL PAN DE MAÑANA


de la red





Durante mi infancia y buena parte de mi juventud, a propósito de mi relación con sectores campesinos, viví rodeado de fantasmas: historia de curanderas - un poco brujas -, gente “milagrera”, especialista en hierbas para todo uso; también gente experta en interpretar sueños, en fin, un ambiente en el cual el límite entre la realidad y la fantasía no tenían mayor importancia. Felizmente, la Inquisición, era asunto del pasado. Cristo, y su corte de respetables santos y sagradas vírgenes, los protegía del Diablo y sus diabluras.
A pesar de todo nunca tuve sueños premonitorios ni experiencias paranormales. Supongo, fue el escepticismo de mi padre – herencia del suyo –, que a partir de los 8 o 10 años no confundiera el mundo mágico con la realidad.
Antes de esa edad, era difícil no creer en las maravillosas sugestiones que creaba el silencio nocturno campesino, las brasas del fogón y dos velas desvaídas...
Días atrás, releyendo algunas páginas del “Mundo y sus Demonios”, del norteamericano Carl Sagan, magnífico divulgador científico (falleció en 1996), me encontré con varias páginas dedicadas al fenómeno social que provocó la supuesta aparición de OVNIS en los años 80-90.
Muchos norteamericanos que testimoniaban haber sido abducidos por extraterrestres hicieron que me preguntara si esos relatos hubieran provocado los mismos sentimientos de aquellos a la luz de las velas.
En el instante de pensarlo sentí que traicionaba mi inocencia de los años 40 del Siglo XX.
Gustoso prefiero la magia de aquellos años. Ningún “cuenta cuentos” de entonces necesitaba psicoterapeuta, varios de éstos, dudosos científicos: descubrieron un pingüe negocio induciendo al supuesto abducido para que reafirmara en su memoria un hecho inexistente.
En fin, prefiero traer a mi memoria la clara luz del verano, y las cinco o siete mujeres vestidas de negro bajo el castaño, que, salmodiando, invocaban al viento para que ayudara a separar la paja del trigo... Y el viento venía, estimadas amistades..., el viento venía... Los hombres, sonrientes, lanzaban las palas de trigo al aire..., las doradas cañas volaban y el trigo caía pesadamente en la era... El pan de hoy y el pan de mañana...

domingo, 23 de abril de 2023

Y NO ES PELÍCULA



Fotografía de Sebastiao Salgado





Me resulta tan alarmante la arbitraria violencia armada que está sucediendo en los EE. UU., que no puedo dejar de rogar a las juventudes de diferentes países que no permitan que tal arbitrariedad se apodere de los suyos. Mantengo la esperanza que la juventud sabrá encontrar el camino de los cambios que aseguren los servicios sociales, pero sin necesidad de matarse unos a otros.
Me aventuro a pensar que, en los EEUU, el publicitado “sueño americano”, ha creado una gran frustración social en miles de habitantes de ese país, creando una violencia anidada en lo que algunos llaman el “inconsciente colectivo”.
Las grandes mayorías tienen claro, que no todos pueden realizar el sueño de enriquecerse en dólares en tres semanas. Está claro que la libertad y la igualdad ante la justicia no son beneficios que reciba todo el mundo. Y el racismo, un prejuicio que resulta aún más estúpido en un país formado y desarrollado por miles de inmigrantes, cobra sin embargo hasta el presente, una cuota diaria alarmante de víctimas.
¿Cuántos muertos tenemos hoy? Es la noticia diaria de la televisión y diarios norteamericanos. Las propias juventudes norteamericanas están comenzando a movilizarse en contra de la violencia con armas de fuego: no puede ser un “derecho civil” matarse unos a otros. La NRA (National Rifle Association) no puede seguir esgrimiendo la “segunda enmienda” para continuar con el negocio de las armas.

NADIE ESTÁ A SALVO



de la red, fotografia que figura como anónimo







Tal vez voy a decir una herejía: pero es explicable el consumo de opiáceos en los EEUU, y hasta es comprensible. De cinco miembros de una familia norteamericana, uno muere asesinado por arma de fuego. Y en lo que va del presente año, han muero 140 personas, a causa de tiroteos en diversos lugares públicos, incluidos Escuelas, Hospitales, Mercados, Colegios, Sinagogas, iglesias, etc. Las cifras estadísticas se modifican a diario, para peor.
La facilidad para adquirir un arma de fuego en el comercio – incluida un arma de guerra – es sencillamente irracional. Se dan casos en que un muchacho de 17 años, falsificando su identidad, obtuvo un “fusil de asalto” con el cual mató a varios niños en un Colegio.
De Google:
“La Asociación Nacional del Rifle (NRA; en inglés: National Rifle Association of America) es una organización estadounidense cuyo fin es la defensa del derecho a poseer armas tanto para la defensa personal como para actividades recreativas. Se fundó en Nueva York en 1871, por lo que se considera la organización de derechos civiles más antigua de los Estados Unidos. El club posee 5 millones de socios.”
Y he ahí, la madre del cordero. Nadie ha podido restringir la compra de armas de fuego, incluidas las armas de guerra.
Según se dice, la NRA financia constantemente las campañas electorales de diversos políticos, otorgando además jugosas prebendas. ¿Serán rumores infundados?
Los tiroteos en lugares públicos en EEUU “son el pan de cada día”. Quizás, sea la sociedad más insegura que exista en la actualidad. Son los propios norteamericanos que no saben si volverán a ver al amigo que los ha visitado cuando lo despiden de su casa.
Quienes vivimos en otros países, mantengamos la esperanza que tal violencia no sufra el “efecto mariposa”.

LA RESPUESTA DE LOS HECHOS


Fotografía de  Idoia  Prieto  Zabala 







Alguien dijo que “el hombre es un animal de costumbres”. Y qué puedo responder, estimadas amistades. Debido a una tempestad de “pluie verglaçante” (lluvia con nieve) que azotó a gran parte del Québec, un millón trescientos mil habitantes, quedamos sin electricidad desde el miércoles 5 hasta el viernes 7 en la noche. Tres días, con el comercio cerrado y los pocos que pudieron abrir, contando con generadores, solo podían vender pagando cash (billetes). Con la existencia de las cartas de crédito hemos perdido el hábito de tener dinero en casa o en los bolsillos, y las cajas de los Bancos no tenían electricidad. De manera que hubo que rebuscar en el refrigerador lo que quedara, y eso, antes que los alimentos se descompusieran. Comida fría durante tres días, y en el caso nuestro, con visitas de la hija y nietos que viven en Inglaterra.
Gruesas ramas del árbol que tenemos frente a casa se desgajaron con el peso de la “pluie verglaçante”, desastre que ocurrió en numerosos lugares del Québec.
Cuando las baterías de los celulares se agotaron, quedamos sin comunicación con el exterior. Por supuesto sin televisión, sin internet, sin noticias fuera de casa. Aunque intentamos divertirnos entre nosotros – felizmente nos queremos unos a otros -, por momentos, la oscuridad y el silencio lograban crear una atmósfera incierta...
Las velas, nos devolvieron a la Edad Media.
Cuando el viernes en la noche se restableció la electricidad, nuestro corazón saltó de alegría. En realidad, fue nuestro sistema nervioso que se agitó jubiloso, ese primitivo aparato que se desarrolló en nosotros antes del fuego y de la luz, y que, dadas las circunstancias, el viernes, se conectaba con nuestro pasado, en tanto especie... La luz fue nuestra protección...
¿Hydro-Québec podrá actuar con mayor eficiencia en futuras emergencias?
¿Somos un animal de costumbres?
___________
La fotografia es de Idoia Prieto Zabala.

¿Y CÓMO ANDAMOS POR CASA?



 Rodney






Supongo que mucha gente habrá tenido la experiencia de estar leyendo algún texto de historia, Siglo XIV, Siglo XV, por ejemplo, y en la medida que avanza la lectura comienzan a asomar similitudes con los acontecimientos presentes de la humanidad... En mi caso, detengo la lectura... Comencé a propósito de mi inquietud sobre la importancia social de los prejuicios. ¿Las similitudes que encuentro, no serán precisamente mis prejuicios?, me pregunto.
Porque, claro, el tema del “prejuicio” tomó un camino trágico en el libro que he escogido: “El Martillo de los Brujos”, una suerte de decálogo para detectar y castigar la brujería, los pactos con el demonio, herejías de todo tipo, etc. La Inquisición fue un momento negro no sólo para la Iglesia Católica, sino para la humanidad entera. Un momento negro que, aunque en menor intensidad, no concluyó “oficialmente” sino hasta mitad del siglo XIX.
Como no es mi intención meterme en asuntos de Fe, solamente me interesa referirme al daño que un “pre- juicio” puede hacer socialmente. Y la Inquisición es una evidencia.
En política, también hemos visto, a veces hemos sido testigos, o víctima, de los momentos históricos cuando una norma se convierte en dogma, y éste, estimula el prejuicio de manera notable.
El racismo, la xenofobia y la homofobia, entre otras lindezas, encuentran en el prejuicio, el ingrediente impulsor capaz de agredir a personas o países. Y no es fácil reconocer nuestros propios prejuicios.
Amistades, me temo que “El Martillo de los Brujos”, es un libro que muchos intentan reescribir actualmente en varios lugares, incluso, en países que hasta ayer se proclamaban como líderes de la libertad.
Estimadas amistades, no estaría demás, que de vez en cuando revisemos nuestros “juicios”. Saludos.

NOS LLEVA EL INFINITO



autor desconocido de momento es muy poisble que sea r. Smith







Actualmente, me parece tanta la complejidad de nuestra interrelación humana a nivel internacional que, si me detengo un momento en ella, me provoca una suerte de aturdimiento. Claro, vengo de un mundo mucho más pequeño durante mi infancia y aún todavía en mi adolescencia. En ese entonces todo me parecía más manejable: teléfono tuvimos recién cuando mi madre inauguró su Clínica Maternal en Chillán (una temeridad de pequeña empresa, para una ciudad de provincia en los años 50). Victrola – gramófono -, un gran bien técnico para la época, como así mismo la radio; y finalmente, el periódico de la ciudad que mi padre compraba los domingos.
Santiago, la capital, era nuestra gran perspectiva para adultos y niños. Lo que allí sucedía era vital para el resto del país.
Mis padres tuvieron noticias generales de la Primera Guerra Mundial, y luego de la Segunda, la radio emisora y periódicos, actualizaban en detalle lo que ocurría allá lejos. Y a mí, niño aún, me parecía una novela de aventuras, hasta que en el 45 tomé plena conciencia de la tragedia, y como a la mayoría, nos convencieron de que esa tragedia, sería una última horrible lección para la humanidad, una lección que no se repetiría.
¿Cabe comparación entre el Hoy y el Ayer?
¡Heráclito, Heráclito...! Todos vamos contigo, porque al igual que tú, somos una “nanopelusa” del Infinito....

HÁGASE LA LUZ



from the net







Según las ciencias “la oscuridad no existe, es solo ausencia de luz”. Mecachis la mar, como decía un querido amigo. ¿Que no existe? Mi amigo Vitelio nunca lo aceptó. Apagaba las luces del salón, permaneciendo largo rato a oscuras. Sin embargo, estando así, no podía ver claramente la oscuridad, de manera que encendía la luces bruscamente con la idea de sorprender a la oscuridad... Según me contó su prima, Vitelio, murió hace ya muchos años, en el Psiquiátrico de Santiago de Chile.
Sin embargo, Diógenes, el filósofo griego, no buscaba la oscuridad con su linterna, sino “al Hombre”. Y nadie lo trato de loco, quizás de extravagante. Su anécdota con Alejandro Magno es ejemplar: “En qué te puedo ayudar”, le dijo Alejandro Magno. Diógenes, más pobre que las ratas, le contestó: “Córrete un poquito p’allá, que me estás tapando el sol”.
Personalmente, participo de la idea de aquellos que piensan que el colectivo humano, en tanto colectivo, tiene una tremenda ausencia de luz. El afán de poder, la codicia, y otros tantos caramelos, nos han hecho vivir en la oscuridad de las guerras, en el afán constante de ver al “otro”, como potencial enemigo. En la actualidad yo soy habitante del “Occidente”, pertenezco a la luz. Quienes habitan en Eurasia y sus alrededores, son el “otro”, la oscuridad.
Hace un par de días vi un documental sobre una secta religiosa llamada Davidianos, que se instaló en Waco, Texas (1993). La dirigía un muchacho, David Koresh, quien se autodenominó “el Mesías en su segunda venida a la tierra”. Y contó con algo de 80 personas que le creyeron, rindiéndole incondicional culto. La secta terminó en la oscuridad total, enfrentados al FBI norteamericano, muriendo quemados 43 adultos y 21 niños.
Una oscuridad similar, se cierne sobre un significativo número de norteamericanos que están rindiendo culto a un expresidente, un hombre empapado de egolatría clínica, que a toda costa intenta llevar al país a la más extrema oscuridad cultural y a la violencia sin límites.
De manera que aquí estoy: no sé si encender la luz o quedarme a oscuras.

martes, 14 de marzo de 2023

MÁGICAMENTE ESCÉPTICO


óleo de Roberto Matta echaurren





MÁGICAMENTE ESCÉPTICO

Un estimado amigo me envió un video con una conferencia sobre Física, titulada: “El fin del espacio-tiempo”. El tema es complejo, y en la medida que avanzaba la conferencia percibí que no me bastaba con escuchar al profesor, era necesario leer su contenido. Le agradeceré a mi amigo el envío, porque me ha estimulado esta mañana invernal.
Es un tema que me interesa particularmente. Y sobre ello, existen excelentes divulgadores: físicos, astrofísicos, matemáticos, etc. Y leyendo a esos científicos, a nivel de divulgación, siempre termino sintiendo que, pese al avance de las ciencias, mi relación con el espacio- tiempo es, que me disculpen los científicos, una relación mágica. Sí, mágica, contrariando el raciocinio que exigen dichas materias. Y aún, cuanto más han avanzado las ciencias de la Física y la Química, mayor es mi sensación de leer algo mágico. Me sucede algo similar con la Biología: ¿puede existir algo más mágico que nuestra existencia, a partir de innumerables átomos, células, moléculas, etc., etc.? Cada gesto, pensamiento, emoción, nuestra capacidad creativa, mi conciencia, provocados por la infinita..., ¡oh, maravillosa evolución...! Una ardilla, se detiene un instante en la escalera de entrada a la casa, mueve nerviosamente su cola y salta magistralmente sobre una rama... “Chao, pariente” le digo.
Con razón, tanta gente intenta ser mago como la Naturaleza... No necesitamos ningún estimulante para vivir lo “real maravilloso”, nos basta la imaginación, que, en mi caso, me serví de ella profesionalmente 70 años...
¡Y a pesar de todo, me pretendo escéptico!

martes, 28 de febrero de 2023

JUNTO AL BRASERO Y EL FOGÓN

From National Geographic





Durante mi infancia y adolescencia, los cuentos de aparecidos, fantasmas, y encuentros con parientes muertos, eran temas habituales en el mundo rural y de provincia. En mi ciudad, en el invierno, la ocasión más espeluznante se desarrollaba alrededor del brasero, y en las casas campesinas, junto al fogón nocturno. Ambos, constituían la fuente de los misterios. Era la gente de servicio que, descansando de las labores diarias, aportaban el mate, la agüita de yerbas, y sus insólitas historias que te helaban la sangre.
En mi infancia, finalizado el “instante social”, caminar los cuatro metros que me separaban de mi dormitorio requerían un desafío consigo mismo. Y en el campo, levantarse de la orilla del fogón para salir al patio nocturno, significaba una lucha sin cuartel entre el miedo y la vergüenza, y era esta última la que me hacía correr los metros que me separaban de la casa patronal sin poder evitar el espinazo erizado.
Pues bien: ¿cuándo y a propósito de qué se fueron extinguiendo en mí, el temor a los fantasmas y aparecidos? Extinción tan radical, que a la altura de los 14 o 15 años, me había convertido en un escéptico...
Supongo que fueron los cuentos familiares de la infancia de mi padre, y luego mi relación temprana – a los 13 años - con el gripo cultural en donde descubrí mi vocación de actor... Supongo, digo, que esos componentes fueron consolidando mi racionalidad.
Ah, pero amistades, una cosa es no temerle a los fantasmas y aparecidos, y otra cosa es no creerle a quienes cuentan sus aventuras paranormales. Además, mi alma campesina no olvida el proverbio: “El Chuncho (Lechuza) canta y el indio muere, no será cierto, pero sucede”.
Quiero decir, soy escéptico sobre los fenómenos paranormales porque hasta el momento nunca he tenido una experiencia de esa índole. Sin embargo, he conocido y conozco personas que merecen mi confianza, quienes me han contado diversas experiencias, muchas de ellas fabulosas, y otras, contadas con tal sencillez que precisamente por ello impresionan. De manera que creo que para ellos es verdad. Otra cosa es el “mercadeo” que hacen “psíquicos” con los incautos.
En fin, durante mi infancia, los fantasmas y aparecidos ocupaban los bosques y caminos nocturnos, o la cama de quien hablaba tranquilamente con un pariente muerto.
Quizás hoy, los fantasmas ocupan la pantalla de los computadores o el teléfono móvil...

¿EL CINISMO, HABRÁ LLEGADO A TAL EXTREMO?

de la red






Debido a mi ingenuidad, por momentos, la indignación me ahoga, estimadas amistades, la indignación ciudadana. Indignación ante el cinismo “político-económico”, que intenta disfrazarse de defensor de la Democracia “patatín patatón...”.
La Industria Armamentista del “Mundo Occidental, encabezado por los EEUU – cuando era muchacho lo encabezaba el Imperio Británico -, está de fiesta”.
Porque las armas que distintos países envían para la “paz en Ucrania”, no son gratuitas, cada país paga dólar a dólar: tanques, aviones y diversas tecnologías militares. Está claro: Occidente paga las armas y Ucrania pone los muertos. Y es preciso aclarar que las armas empleadas por Rusia, igualmente mortíferas, también son pagadas rublo a rublo. Es el verdadero enemigo en esta guerra.
Entusiasmados los países occidentales con la suculenta actividad económica, nadie intenta presionar a Ucrania y Rusia para encontrar la paz en un acuerdo político (a la excepción de China). Un acuerdo político extremadamente difícil y complejo, es cierto, porque quien conozca someramente la trayectoria prehistórica e histórica de la relación político-cultural-territorial de Rusia y Ucrania, aceptará que se necesita mucha voluntad y generosidad para rehacer, una vez más en la historia, el mapa cultural-territorial en esa región.
Es esa ambigüedad la que le permite al Occidente, manipular el patriotismo y chauvinismo entre ucranianos y pro-rusos.
Pero el colmo del cinismo no solo es el envío de armas a una guerra que desde el punto de vista militar es imposible ganar, sino que, actualmente - según se lee en las informaciones internacionales -, la Gran Industria de la Construcción occidental, “está evaluando y preparando diversos proyectos de reconstrucción de Ucrania, una vez restablecida la paz en esa región”.
Por tanto, me digo indignado: ¿es hilar muy fino, sospechar la colusión entre la Industria Armamentista y la Industria de la Construcción?
En la Historia, la lucha por el Poder político-económico siempre ha carecido de moral.

Ardillas, sepan ustedes...

Bego y  yo en el jardín  de casa





Amistades, si quienes lean este comentario no viven tres o cuatro meses bajo la nieve, no saben la dicha que provocan un día con sol, 3 grados sobre cero y con la sensación de 1 grado bajo cero. 

Y entonces qué ¿solo las ardillas van a disfrutar de este martes 14 de Marzo, San Valentín, Día de los Enamorados? 
Ardillas, sepan que las huellas de Bego y mis huellas también quedarán marcadas sobre la nieve, y no solo ustedes se amarán unas a otras en sus locas carreras por los árboles. Muchos enamorados este Día 14 de Febrero rendimos homenaje al sacerdote aquél.

PARA QUIENES LO IGNOREN: Esta festividad, asimilada por la iglesia católica, se remonta al siglo III en Roma, donde un sacerdote llamado Valentín se opuso a la orden del emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes, considerando que los solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras y vínculos sentimentales.
Valentín, opuesto al decreto del emperador, comenzó a celebrar en secreto matrimonios para jóvenes enamorados (de ahí se popularizó que San Valentín sea el patrón de los enamorados).
Al enterarse, Claudio II sentenció a muerte a San Valentín, el 14 de febrero del año 270, alegando desobediencia y rebeldía. Por este motivo, se conmemora todos los años el Día de San Valentín.

sábado, 11 de febrero de 2023

EN LOTA LA NOCHE ES BRAVA”



Alejandra Lastra y Patricio Manns 





Para mí, recordar a Patricio Manns, no sólo es recordar a un amigo, es sobre todo, traer a mi memoria a nuestro mejor autor e intérprete de la canción chilena. Sin duda, además, Manns, fue el iniciador de lo que se dio en llamar “La Nueva Canción Chilena”, generada en los años de 1960. Fue un creador múltiple: músico, poeta, escritor y cantante.
Nos conocimos en Concepción, en las oficinas del diario La Patria, en donde mi amigo era periodista, encargado del departamento de Cultura, y en carácter de tal me haría una entrevista. En 1963, el Círculo Nacional de Críticos de Arte, me había otorgado el Premio Nacional al mejor Actor de 1963, que no solo era importante para mí, sino para el Teatro Universitario de Concepción, también para la Universidad y, por qué no, para la provincia, porque el “centralismo cultural de la Capital”, en general, omitía las actividades culturales provincianas.
Lógicamente, ese fue tema de la entrevista y de nuestra larga conversación amistosa, amistad que se prolongó hasta los últimos días de Patricio.
La biografía de Manns, relata los variados trabajos que mi amigo, luego de sus estudios secundarios, realizó durante su juventud en provincia: minero en los socavones del carbón en Lota, capataz de obras en la Construcción, trashumante de un lugar a otro, succionando el sabor a la vida.
De todas esas vivencias surgió la vitalidad de sus creaciones musicales y literarias. De todas esas vivencias surgió su calidad humana, en apariencias recia, en definitiva, coraza, para esconder su dulzura de hombre de bien. Todos conocemos la reciedumbre de su canción icono, “Arriba en la Cordillera”, pero es el mismo músico-poeta del “Cautivo de Til-Til”, o de “Cuando me acuerdo de mi país”, de “Balada de los Amantes del camino de Tavernay”... En fin, es larga la lista de su fineza y vitalidad. Ellas dan cuenta de su talento musical y literario...
Cuando Manns regresó de su exilio, con su amada Alejandra, instalándose en Higuerillas, coincidiendo con los trabajos esporádicos que hicimos en Chile, Bego y yo, compartimos numerosos fines de semana, tanto en Santiago como en Higuerillas, sobre todo el año 2012. Patricio y Alejandra, constituían una pareja enamorada y muy querida por nosotros.
Con “el Manns”, ambos, en nuestra juventud vivimos un mundo rústico, de manera que un día estando en Higuerillas nos desafiamos: ¿Y qué, recordamos los viejos tiempos?
“Y dejando a las mujeres en casa”, con Patricio nos fuimos a una Bodega de Lota, en donde aún expendían vino al detalle directamente de las barricas. Compramos de paso, una marraqueta de pan, y una “pescá seca” (merluza). Al Bodeguero le pedimos el favor que hiciera una excepción: consumir vino allí en la bodega, entre las barricas. Encima de una de ellas depositamos la pescá seca, la marraqueta de pan, dos cebollas en escabeche y una pizca de sal. Llovía aquella tarde en Lota... “Pónganos un litro, mi caballero”...
Y aunque mi amistad con Patricio está compuesta de muchas vivencias comunes, culturales y políticas, en Chile, Cuba y Europa - sin faltarle el respeto a ese historial -, aquella tarde húmeda de Lota, así, sencilla, rústica, saciando nuestra alma rural, se transformó en un recuerdo recurrente junto a mi querido amigo Manns.

VIVIR, A PESAR DE TODO




imágenes del terremoto en Turquía




Cuando la Naturaleza se pronuncia tan brutalmente como en los terremotos de Turquía y Siria, nos recuerda que vivimos en el misterio de sus Leyes. Y a nadie consuela que nos expliquen dichas Leyes que provocan estos trágicos movimientos sísmicos.
La tragedia humana que ha provocado el espantoso terremoto en Turquía y Siria nos llena de tristeza, lamentando no estar en condiciones de colaborar materialmente en la ayuda que miles de familias necesitan en estos momentos.
Hace unos días solidarizábamos con los desbastadores incendios en Chile, posiblemente imputables, en parte, a los seres humanos. Sin embargo, los terremotos, son ajenos a nuestra presencia... Nos recuerdan, eso sí, nuestra vulnerabilidad. Pero como estamos tan acostumbrados a que el sol aparezca por el Este y se esconda por el Oeste, nos damos el lujo de crear nuestras leyes que nos dan el derecho de matarnos entre nosotros a través de los siglos. Pienso que será difícil encontrar en la historia humana, un Siglo, en el cual no haya habido una guerra en alguna parte del mundo.
A pesar de todo, en el examen de este día doy “optimista”: ¿Sabe por qué? Porque desde hacía unos días estábamos con nieve y entre 30 y 40 grados bajo cero. Hoy, a pesar de la nieve, ¡tenemos 3 sobre cero y con sol!

AMOR DE MADRE






imágenes de la red 







En su libro “COSMOS”, Carl Sagan, recién comenzando su trabajo científico, cuenta un hecho sorprendente:
“Un día, estaba yo observando a través de un microscopio binocular de pocos aumentos un lote recién llegado de Drosophilas (mosca de la fruta) adultas, inmovilizadas con un poco de éter, y estaba ocupado separando las diferentes variedades con un pincel de pelo de camello. Quedé asombrado al encontrarme con algo muy diferente: no se trataba de una pequeña variación, por ejemplo con ojos rojos en lugar de blancos, o con cerdas en el cuello en lugar de sin cerdas. Se trataba de otro tipo de criatura, y que funcionaba muy bien: moscas con alas mucho más prominentes y con antenas largas y plumosas. Llegué a la conclusión de que el destino había hecho en el propio laboratorio de Muller lo que él había dicho que no podría suceder nunca: un cambio evolutivo importante en una única generación. Me correspondía a mí la ingrata tarea de contárselo.
Con el corazón oprimido llamé a su puerta. Entre, dijo una voz apagada. Entré y vi que la habitación estaba a oscuras, a excepción de una única lamparita que iluminaba el soporte del microscopio donde él estaba trabajando. En este ambiente tenebroso comuniqué a trompicones mi descubrimiento: un tipo muy diferente de mosca. Estaba seguro que había emergido de una de las pupas en las melazas. No quería molestar a Muller, pero... ¿Tiene más bien aspecto de lepidóptero que de díptero?, me preguntó con el rostro iluminado desde abajo. Yo no sabía de qué me hablaba, y tuvo que explicármelo: ¿Tiene alas grandes? ¿Tiene antenas plumosas? Asentí tristemente.
Muller encendió la lámpara del techo y sonrió benignamente. Era una vieja historia. Había un tipo de polilla que se había adaptado a los laboratorios de genética que trabajaban con Drosophila. No era nada parecida a una mosca de la fruta ni quería ninguna relación con ella. Lo que quería era la melaza de las moscas de la fruta. En los breves momentos que el técnico de laboratorio necesitaba para destapar la botella de leche, por ejemplo al añadir más moscas de la fruta y volverla a tapar, la polilla madre entraba en picado y precipitaba sus huevos volando sobre las deliciosas melazas...
Yo no había descubierto una macro mutación, simplemente había dado con otra maravillosa adaptación de la naturaleza, producto a su vez de micro mutaciones y de la selección natural.

¿SOMOS HEREDEROS DE ALEJANDRÍA?

Imagen de la red 





Cada vez que por diversas razones releo pasajes sobre la ciudad de Alejandría, y sobre todo, de su mítica Biblioteca, quedo en un estado casi de éxtasis. Como dice un estimado divulgador científico, “la Biblioteca de Alejandría es el lugar donde los hombres reunieron por primera vez de modo serio y sistemático el conocimiento del mundo”.
Un pesimista escéptico, dirá que hoy solo sabemos crear la destrucción de nosotros mismos: guerras, racismo, aberrantes desigualdades sociales, destrucción de las democracias representativas, etc., etc.
¿No hemos logrado vivir en paz? La historia nos cuenta que en Alejandría vivieron soldados macedonios, y más tarde romanos, sacerdotes egipcios, aristócratas griegos, marineros fenicios, mercaderes judíos, visitantes de la India y del África subsahariana (excepto la basta población de esclavos), logrando vivir en armonía y respeto mutuo durante la mayor parte del período que marca la grandeza de Alejandría.
Pero el escéptico, me salta al cuello: “¡Pero la decadencia de Alejandría, comenzó justamente por las disidencias de esas comunidades!”.
Entonces qué, ¿somos herederos de las disidencias de Alejandría o de su grandeza?...
Y en ese momento hamletiano, estimadas amistades..., me agarro al salvavidas de los refranes:
“Cada uno dice de la feria como le va en ella”, que es lo mismo que “Sacarle el poto a la jeringa”... Hasta la