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viernes, 9 de septiembre de 2011

ENTRE EL MONO Y EL HUMANO


de Roberto Matta. giant waves crest


CIENTÍFICOS CREEN TENER EN SUS MANOS A NUESTRO ESLABÓN PERDIDO, 
dice un titular del diario electrónico de la BBC del día 9 de septiembre 2011.
Australopithecus sediba (1,9 millones), se denomina al fósil de esta última especie, estudiado desde 2010. Los especímenes hallados de sediba fueron desenterrados en Malapa, en la famosa "Cuna de la humanidad", al noroeste de Johannesburgo.

Yo pienso que esta búsqueda del “eslabón perdido” es perder el tiempo. Mi amigo, el maestro Merardo, aclaró el asunto luego de leer las conclusiones de un antropólogo del cual Merardo olvidó anotar su nombre.

Los hechos, a través de la historia, corroboran todos los días el acierto de Merardo y el científico inglés.

Porque de qué otra forma podemos explicar las aberraciones diarias del “bípedo”: atropello a los derechos humanos; economía al servicio de grupos privilegiados; millones de seres humanos muriéndose de hambre, mientras otros botan toneladas de comida diariamente; destrucción permanente de la naturaleza, de la biodiversidad; guerras - la mayoría inventadas -, con el único afán piratesco de apoderarse de las riquezas ajenas. Masacres, instigadas por causas religiosas, ideológicas, políticas…

A la excepción de pequeños grupos de “seres humanos”, muchos de ellos víctimas de los “hombres”, seguimos viviendo en medio de la jungla del Hombre.

Dice, mi entrañable amigo Merardo:


-“Entre el Mono y el Humano
durante la evolución,
es el último eslabón
- a pesar de los cristianos -,
el que debió ser hermano
pero que nunca lo fue”,
dijo un científico inglés:
“Ese eslabón es el Hombre,
que se da tanto renombre
porque camina en dos pies.”

-Y un biólogo que escuchaba
a ese científico inglés,
bebiendo un sorbo de té,
dijo que no rechazaba
lo que el colega expresaba:
“Al contrario, estoy de acuerdo.
Porque el Hombre, pereciendo,
demuestra en meses y días
que no era más que una vía
pa que otros sigan comiendo”.