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| Anton Tchejov |
Censurar la difusión de creaciones artísticas realizadas por ciudadanos rusos del presente y del pasado, a propósito de la guerra en Ucrania, sin duda es una actitud tan estúpida como la actitud de los gobernantes, incapaces de resolver sus diferencias por vía de la negociación.
¿Quién no comprende que el Arte ruso que se ha desarrollado desde hace ya siglos, es patrimonio de la humanidad? Del mismo modo que el Arte asiático, europeo, norteamericano, etc.
Con el aberrante criterio actual, los artistas y creadores de esas regiones señaladas habrían sido censurados en diferentes periodos. Por favor, señores dirigentes de “agrupaciones culturales”, por favor, no contribuyan a meter en el saco de la politiquería, lo que pertenece a lo más sublime del sentimiento humano.
