La campaña de mentiras que ha difundido la Derecha en contra de la Nueva Constitución no ha tenido otro fin que defender sus codiciosos y egoístas intereses. Intereses de enriquecimiento desmesurado que ha impedido a las grandes mayorías el acceso a sus derechos a la salud, educación, vivienda y salario digno, entre otros muchos.
La Nueva Constitución no contiene una revolución, sino una mayor participación, simplemente rescata los derechos sociales que les han sido arrebatados a las grandes mayorías. Mayorías que, a mi juicio, deberán organizarse para implementar la Nueva Constitución, que, a no dudar, contará con el boicot y oposición permanente de la atávica ultraderecha chilena.
El triunfo del Apruebo será así, no el final, sino el comienzo de un sostenido trabajo de la convicción organizada.