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lunes, 5 de mayo de 2014

LA EXTINCIÓN DE LAS LUCIÉRNAGAS




Qué similar parece ser la historia de hoy con los “Imperios” de ayer: el antiguo Egipto, la fabulosa Mesopotamia, la mítica Babilonia; el Imperio Asirio, el Persa, el romano, etc., etc.

Y qué similar también resulta la historia del Poder que ha sustentado esos imperios. Si actualmente leemos o vemos una noticia de cualquiera de las agencias internacionales, o leemos un diario principal de cualquier país que esté incidiendo en la política internacional, y luego tomamos al azar un fragmento de historia antigua, sea de los persas, los romanos; o quizás fragmentos de la corona española del S. XVI, o del Imperio Británico, en fin, ¡qué similitud tan extraordinaria entre el ayer y el día de hoy!

Los argumentos de legitimidad de los imperios y/o colonialismos de ayer son tan parecidos a los que esgrimen actualmente las potencias mundiales cuando invaden otro país o intentan su desestabilización, que ya nadie cree en dichas justificaciones.

Sin embargo, eso ya no preocupa a quienes detentan el Poder. Saben que cuentan con nuestra mansedumbre: alguna declaración formal en Naciones Unidas; en el mejor de los casos, otra declaración también formal de algún gobierno, “y a otra cosa mariposa”.

Es lamentable, pero al parecer se han ido extinguiendo los tiempos de las protestas callejeras a favor de Vietnam, y más aún, pasaron los tiempos en que el romántico Centro de Alumnos del Liceo número 5 le enviaba un telegrama al presidente Nixon: “Señor Nixon dos puntos estudiantes Liceo vigila atentamente sus acciones punto Firmado dos puntos Centro Alumnos Liceo número 5”…



Ya no hay desfiles de banderas y estandartes denunciando la invasión en Praga o protestando en contra del “imperialismo yanqui” por la enésima imposición de un Dictador en América Latina…

Hoy, los que todavía protestan, lo hacen por lo suyo. Ya no hay luchas solidarias. La mayoría son protestas reivindicativas o sectoriales, necesarias y justas, sin duda.

De manera que cuando en algún punto de este globo un grupo humano levanta su voz y sus banderas por aquellos que existen más allá de su entorno social o laboral; por aquellos que tal vez todavía manifiestan sus aspiraciones legítimas de independencia; o por aquellos otros que son avasallados en su propio territorio, construyendo viviendas en casa ajena; en fin, cuando algún grupo humano protesta y denuncia a los que aún declaran guerras religiosas como pretexto para detentar el Poder, masacrando y encarcelando a sus contrarios…

Cuando eso sucede, son como luces de esperanza…, como luciérnagas que alumbran la noche oscura…



Mientras tanto, en el ámbito nacional de cada uno, seguiremos escuchando la monserga del gobierno de turno, diciéndonos que “debemos sacrificarnos para crear el crecimiento y la riqueza que traerá el bienestar a nuestras familias y a nuestro país”.

Y también en este caso, contarán con nuestra mansedumbre.