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viernes, 24 de enero de 2020
miércoles, 12 de junio de 2013
CHILE: REINO DEL EUFEMISMO
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A propósito de la detención del hermano de Sergio Lagos - un
conocido y talentoso comunicador y artista chileno -, me informé de otra Ley
fenomenal que existe en mi querido país: dicha Ley permite que fumes marihuana
pero imputa como delito el conseguirla.
El hecho que demuestra fehacientemente el increíble talento
eufemístico que existe en mi país, es que la Ley mencionada no es en blanco y
negro. No. La Ley desliza ambigüedades…, deja espacio para mentiras y
mentirillas… Deja espacio… para la ¡hipocresía!
Derivado de ello, además del hermano de Sergio, existen
miles de detenidos
en Chile por el delito de “consumir marihuana”. Sí, por
“consumir”, no por traficar. Porque cuando la Ley intenta diferenciar entre
“consumidor” y “traficante”, parece un chiste. Evidentemente un chiste
aberrante y dramático para las víctimas de tan atrabiliaria Ley.
Sin embargo no es la única Ley ambigua que hemos tenido en
nuestro país. Quienes somos gente mayorcita recordamos perfectamente la Ley del
Matrimonio Civil que existía en Chile antes de 2004. Ley, con la cual
convivimos en complicidad desde 1884. Sí, ha leído bien. Desde fines del S. XIX
hasta 2004. ¿Por qué digo en “complicidad”? Porque resulta que en todos esos
años en Chile no existía una Ley de Divorcio. ¡Aaah¡, pero estimados amigos,
existía lo que se llamaba eufemísticamente “nulidad”. Usted no se podía
divorciar, pero podía “anular” su matrimonio.
¿Y qué tenía que hacer para anular su matrimonio? Pues,
certificar que al momento de casarse, usted había dado una dirección de
residencia falsa. Por supuesto, reafirmado por testigos… falsos…
No obstante, la demostración más palpable de nuestra
inveterada hipocresía, es que desde el Presidente de la República, pasando por
el Cardenal, Corte Suprema y el Cuerpo de Bomberos, todos sabíamos que el
artilugio de la dirección falsa era una mentira.
Y entonces me pregunto: Si tal Ley del Matrimonio Civil
aprobada el 10 de Enero de 1884 duró hasta 2004 (¡120 años!), ¿cuántos años
deberemos esperar para que superemos Ley tan estúpida como ésta que admite
fumar marihuana pero castiga el acto de conseguirla?
Señor Honorable Presidente de la República; Distinguidos
Señores Senadores; Honorable Cámara de Diputados, Honorabilísimos miembros de
la Corte Suprema:
No tengo la menor intención de leer el cuerpo Constitucional
que nos rige en la actualidad ni tampoco deseo informarme de lo que podría
contener la posible nueva Constitución. Prefiero ignorar qué mundo moral y por
tanto cultural he vivido siendo chileno. Aunque, claro, como soy chileno, debo
reconocer que lo que acabo de decir lo haré “en la medida de lo posible….” (¿?)
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