Deja además una camada de alumnos que seguramente nos aseguran una marcha ascendente de la fotografía en el cine nacional.
Inolvidable para mí es un seguimiento fotográfico que Héctor me hizo
en un plano particularmente dramático en el film El Chacal de Nahueltoro: un plano
que considero ícono en la cinematografía chilena. Mi más sentido pésame a
familiares y amigos.