autor desconocido de momento es muy poisble que sea r. Smith |
Actualmente, me parece tanta la complejidad de nuestra interrelación humana a nivel internacional que, si me detengo un momento en ella, me provoca una suerte de aturdimiento. Claro, vengo de un mundo mucho más pequeño durante mi infancia y aún todavía en mi adolescencia. En ese entonces todo me parecía más manejable: teléfono tuvimos recién cuando mi madre inauguró su Clínica Maternal en Chillán (una temeridad de pequeña empresa, para una ciudad de provincia en los años 50). Victrola – gramófono -, un gran bien técnico para la época, como así mismo la radio; y finalmente, el periódico de la ciudad que mi padre compraba los domingos.
Santiago, la capital, era nuestra gran perspectiva para adultos y niños. Lo que allí sucedía era vital para el resto del país.
Mis padres tuvieron noticias generales de la Primera Guerra Mundial, y luego de la Segunda, la radio emisora y periódicos, actualizaban en detalle lo que ocurría allá lejos. Y a mí, niño aún, me parecía una novela de aventuras, hasta que en el 45 tomé plena conciencia de la tragedia, y como a la mayoría, nos convencieron de que esa tragedia, sería una última horrible lección para la humanidad, una lección que no se repetiría.
¿Cabe comparación entre el Hoy y el Ayer?
¡Heráclito, Heráclito...! Todos vamos contigo, porque al igual que tú, somos una “nanopelusa” del Infinito....