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| de la red |
“Cortito y macollao”, decían en mi tierra cuando se trataba de decir una verdad brevemente.
En este caso se trata del fin de “El País de la Libertad y la Democracia”( así se autoproclamaron los EE. UU., durante todo el S. XX hasta estas primeras décadas del XXI).
Y esa “autoproclamación”, terminó de una plumada con el Decreto firmado por Donald Trump, liberando a 1500 golpistas y sediciosos, quienes estaban detenidos por el intento de un Golpe de Estado en contra del triunfo electoral obtenido por Joe Biden, insurrección que provocó la muerte de 5 guardias del Capitolio, además de destrozos, y la escapada de Senadores, Diputados y funcionarios de gobierno. Una asonada que vimos por televisión el mundo entero en el momento mismo en que se desarrollaba la insurrección.
Trump, catalogando a los sediciosos e insurrectos de “patriotas”, quedaron en libertad, atropellando los fundamentos mismos de la Libertad y Democracia Norteamericana.
Por tanto, nada de lo que viene sucediendo y continuará, debería sorprendernos. Por el momento, los EEUU son un país que se construye a gusto y placer de los intereses económicos de los grandes capitales norteamericanos. ¿Surgirá alguna resistencia que defienda la Constitución? Huumm… “Poderoso caballero es don Dinero”…
Y aprovecho de felicitar al peluquero que peina a Trump, es de campeonato. No es fácil ordenar ese peluquín todos los días.
Saludos.
