Debido a las multitudinarias adhesiones a
mi candidatura presidencial, en democrático acuerdo, he fundado el MEI.
No sin antes advertir que no debéis
continuar enviando dinero a nuestra caja electoral. Se os devolverán vuestros
óbolos vía “si te he visto no me acuerdo”.
Reitero, el MEI no necesita dinero. El
MEI se sustenta y se sustentará siempre en la más prístina convicción moral de
sus ciudadanos. De tal manera que sólo se aceptan óbolos morales, no del Flaco,
sino morales de Moral.
Porque en mi Gobierno, apoyado en el MEI,
terminaremos con la corrupción, sabiendo que en todo gran escándalo nunca hay
una sola persona, sino la complicidad de diversos funcionarios y personas, como
lo comprobáis a diario. Y los cómplices más dañinos tal vez sean aquellos que
no recibiendo beneficios, guardan silencio: “No quiero problemas, no es mi
problema”.
Amados compatriotas, en mi gobierno los
científicos de la capital crearán diferentes artefactos voladores que le
permitirán a los ciudadanos trasladarse a sus trabajos por los aires,
prescindiendo del caótico Transantiago.
En el Gobierno del MEI, los Lagos, serán
lugares de veraneo y de pesca; las Piñoneras, producirán piñones. Tampoco queremos
ciudadanos insulsos en nuestro país, sino lúcidos, con su mirada fija en los
intereses de la Patria. Intereses que los periodistas deberán defender desde
sus medios de comunicación. “Pastelero a tus pasteles”, como decían nuestros
abuelos.
En
cuanto a los “chupaguas”, les cerraremos la llave. El agua es del pueblo y san
se acabó. En mi Gobierno no se admitirán ni chupaguas ni chupasangres. ¡“Toos
pa juera, mierda, a hacer puñetas en los charcos!
Compatriotas…, debo referirme a un tema
doloroso en nuestro país…, la obesidad. Flagelo que aumenta escandalosamente.
Ya no hay espacio en el Metro ni en los buses, ocupado por los guatones. ¡Al
campo, mierda! ¡Todos a correr por los campos! ¡A cazar conejos y perdices a
palos como lo hicieron nuestros abuelos!
Y os advierto que durante mi gobierno, el
Gobierno del MEI, no me temblará la mano – luego del respectivo pencazo – para
impedir que las fuerzas policiales, y militares, continúen utilizando
mamporras, guanacos, fusiles, tanquetas y otros artefactos “disuasivos”.
Conservarán sus uniformes, sí, pero oficiales,
clases y soldados, se dedicarán amorosamente a correr por los campos en días
primaverales cazando mariposas, sonrientes, cantando y danzando esa especie de
minuetto de Patricio Manns, “El Cautivo
de Til Til”.
Finalmente, queridos ciudadanos, el MEI
anuncia que a última hora fue aprobada la moción de la compañera Ramona
Ponte Alegre, de construir a lo largo de Chile
grandes Heladerías para deleite de la familia chilena, aprovechando las nieves eternas
de nuestras majestuosas montañas.
Firmado: MEI (Movimiento de Emputecidos
Inexplicablemente)