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martes, 28 de abril de 2015

“COUPABLE D´ÊTRE POLICIER”

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Culpable de ser policía, así se titula el libro que saldrá a las librerías mañana, según anuncia un diario aquí en Montréal.

La singularidad de esta publicación consiste en que su autor es un policía que no hace mucho fue suspendido del organismo policial por  ser “demasiado amigo de los medios criminales”, de quienes recibía diversas informaciones muy útiles a las investigaciones sobre el crimen. Informaciones tan útiles, que Philippe Paul, era reputado como el policía con mayor conocimiento de los medios criminales de Montréal.

Los “informantes” de Paul – sus “mauvaises fréquentations” -, quienes han estado vendiendo informaciones a la policía por largo tiempo, han declarado que no están dispuestos a informar a otros policías, a menos que sea en presencia de Philippe Paul.

No hay que ser un experto sabueso para sospechar que si las “mauvaises fréquentations” desconfían de otros policías es porque “conocen la tela”.

Las razones de la SPVM (Service de Police de la Ville de Montréal) para suspender a Philippe Paul, nunca estuvieron muy claras, nunca hubo una acusación específica. Diríamos que la suspensión de este policía se prestó y se presta para muchas sospechas. No descartando envidias de colegas, presiones de algunos medios criminales, que hicieron intervenir a la Sûreté de Québec y aun a la GRC.

Pese a todo no se reunieron evidencias contundentes en contra del policía mencionado. Ante la suspensión, Philippe Paul decidió renunciar a la SPVM. Y los lectores nos quedamos en la incertidumbre, sin poder concluir de qué parte estaba la honestidad.

Antes de la publicación del libro, Philippe ha advertido que ha tomado la precaución de poner a buen recaudo varios “sobres” que al parecer develan hechos y nombres… Pensando, quizás, que nunca se está libre de algún “accidente”.

Para quienes no lo sepan, aquí en esta hermosa y agradable Ville de Montréal, la mafia y otros derivados del delito son muy activos. Aquí el delito criminal actúa tanto en el campo ilegal como legal. A veces con resultado de muerte, o con fraude, coimas , y en fin, variadas formas del “camino más corto”. Todos los días tenemos informaciones de acciones de la mafia o de les “gangs de rue” (pandillas callejeras, eso sí, tan organizadas como la mafia).

Los habitantes en esta ciudad, en la provincia, y en el país, durante meses estuvimos viendo en directo – transmitida en vivo y en directo - una investigación llevada a cabo por una comisión especial, la Comisión Charbonneau.

Ante dicha Comisión vimos desfilar todo tipo de personajes: prominentes empresarios de la Construcción, políticos, delincuentes profesionales, en fin. Era como ver Cine Negro en su casa, gratuito.

 Y de ese desfile, como sucede en todas partes del mundo, algún día, quizás cuando ya lo hayamos olvidado, se publicarán sentencias que no afectarán en nada ni a los imputados ni a la marcha de esta tranquila y hermosa Ville de Montréal…