Ni siquiera
pensaba mencionarlo, porque estoy convencido que lo que realmente se celebra es
“El Día del Comercio”, como “El Día de la Madre”, etc., etc.
Al parecer nuestra
vida gira como un trompo de colores. A cada instante nos presenta un color
diferente.
Sucedió que esta
mañana una querida amiga nos llamó para felicitarnos a propósito de la
mencionada fiesta de los enamorados.
Y sobre la marcha
le contesté: -“Querida amiga, yo celebro esa fiesta con mi mujer los 365 días del
año”.
Como picardía no
me falta, lo dije con mucha intención y en voz alta porque sabía que mi mujer
estaba cerca para escucharme. Quise lucirme echándole un piropo merecido a mi
amada esposa.
Hasta ahí, todo
estaba muy bien. Mi mujer sonrió halagada, y yo me despedí de la amiga
deseándoles a ellos también muchas felicidades.
Sin embargo el
famoso trompo que siempre está girando me mostró inmediatamente un color
inesperado, dándole un vuelco a mi corazón de enamorado:
se me ocurrió
abrir una página de un diario chileno electrónico… y zas, Coca Rudolphy,
actriz, a quien conociera en los años 70, entregando su doloroso testimonio.
Una de las víctimas del Coronel ®, Víctor Echeverría, padre de la recién
nombrada subsecretaria de FFAA, Carolina Echeverría.
A 41 años del más
escandaloso latrocinio y acciones luctuosas de Pinochet, azuzado y protegido
por la “democrática Derecha chilena” y por “el democrático Departamento de
Estado” (USA), más las FFAA que, en general, sólo hace falta sacarles el collar
para que cumplan su faena…
En fin, a 41 años
de aquellos sucesos, todavía ahora, cuando el Comercio está de fiesta, tengo
que ponerle una coraza a mi corazón de enamorado, para volver a repetir esa
décima popular que inspiraron a mi maestro Merardo, dedicada a ti:
“Yo no quiero
hablar de amor
a pesar de estar
amando,
quizás porque
practicando
se le conoce
mejor.
Y así como el
surtidor
de agua de la
vertiente
puede ser fría o
caliente,
pero brota de la
entraña,
así, cada uno
explaya
su amor desde el inconsciente”.