viernes, 1 de junio de 2012

ACEITE SOBRE EL MANTEL

Dalí





Igual que una botella de aceite volcada sobre el mantel de la mesa, la corrupción se extiende día a día abarcando a todos los estratos sociales de Chile. Y no lo decimos quienes estamos de paso por el país, sino quienes viven en él, y tienen el deber de estar informados e informar a la ciudadanía.

Para mí como visitante, aunque con raíces afectivas profundas con Chile, me resulta doloroso darme cuenta que mi país se parece al río Mapocho: sus aguas corren turbias y llenas de desperdicios. Mientras a las grandes mayorías se las mantiene entretenidas con el sexismo y el consumismo irracional.

Es nada menos que un prestigioso periodista, Premio Nacional de Periodismo, quien escribe lo siguiente en el Diario Electrónico de Radio Universidad de Chile:

Domingo 27 de mayo 2012

La corrupción empresarial
Por Juan Pablo Cárdenas

Cuando el afán de lucro se constituye prácticamente en el fin único de la actividad empresarial no es de extrañarse que en su empeño los hombres de negocios cometan toda suerte de delitos laborales, evasiones tributarias, colusiones contra de la libre competencia, atentados medioambientales y abusos contra los usuarios de sus servicios. Más todavía cuando la legislación es tibia en sancionar la falta de probidad y la impunidad es pavorosa en cuanto a los delitos de “cuello y corbata”.
Los escándalos se han sucedido y multiplicado desde el momento en que la clase política y los Tribunales prefirieron abstenerse de castigar las escandalosas privatizaciones de empresas públicas realizadas en la Dictadura. Desde allí es que, los bancos en Chile ostentan las utilidades más elevadas del mundo a pesar de que regularmente inflan sus gastos y provisiones para evitar impuestos y repartir menos dividendos entre su personal. Tal como ha quedado demostrado con la reciente resolución de la Corte Suprema que obliga al Scotiabank a pagar más de 2 mil millones de pesos a 424 empleados que fueron burlados en sus dividendos en el año 2007, debido a que esta entidad financiera exageró en sus provisiones de riesgo para quedar con una rentabilidad menor al 8 por ciento sobre el que debía repartir beneficios entre sus trabajadores.

Ya el país ha conocido la forma en que las tres principales cadenas de farmacias convinieron en fijar los precios de sus medicamentos para burlar así la libre competencia y asegurarse ganancias espectaculares. Otro bullado caso de estafa empresarial que se ventila largamente en los Tribunales, en la certeza de que las multas que alguna vez paguen quienes se coludieron resulten la nada misma en relación a los millonarios beneficios obtenidos por el sobreprecio de fármacos, en muchos casos indispensables para la sobrevivencia de muchos enfermos, como quedara demostrado en tantos testimonios de pacientes crónicos o terminales. Se proclama todos los días la libertad para emprender y se sacraliza al mercado, pero en todos los rubros de la producción y el comercio sus ejecutivos conspiran de esta forma para granjearse utilidades ilegítimas.

Frescas tenemos en la memoria la cantidad de “emprendimientos” que se llevan a cabo con la complicidad de las autoridades en criminal riesgo de la vida humana y la sustentabilidad de nuestros ecosistemas. Hidroaysen y una enormidad de instalaciones que vulneran la legislación medioambiental y que agreden el curso de los ríos sin consideración alguna por los derechos de agua de los medianos y pequeños agricultores. Termoeléctricas que se instalan por doquier en un país privilegiado por los recursos que posee para producir energía limpia y renovable. Conflictos que se multiplican de norte a sur del país frente al desparpajo empresarial de Pascua Lama y los valles que van quedando sin recursos de agua y/o contaminados por los desechos industriales que se arrojan al lado de pueblos y ciudades. La población alzada de Pelequén y ahora de Freirina por plantas industriales que contaminan el aire, el suelo y las napas acuíferas, llegando a producir graves emergencias sanitarias. La brutal e inmediata represión de Carabineros, por supuesto, a quienes se ven legítimamente obligados a marchar, hacer barricadas y cortar las vías de acceso a estos letales centros. Más de 460 mil cerdos que depositan sus heces a la intemperie porque la empresa Agrosuper no cumple con los tratamientos que debe realizar para mitigar las aguas servidas y evitar la catástrofe que se ha conocido. Millones de dólares por el cierre de las faenas dispuesto por el Ministerio de Salud, cuando el hedor se hizo insoportable y las bacterias alcanzaron kilómetros a la redonda. Y lo que ahora se descubre: las “inversiones” de esta empresa han sido autorizadas sistemáticamente por los últimos tres gobiernos, pese a las múltiples protestas de la población y oposiciones de los ambientalistas que cumplen con tanto esmero en proteger nuestros recursos naturales y derechos sociales.

Concesiones para construir elefantiásicas multitiendas que constituyen verdaderos atentados urbanísticos, afectan el flujo vial y desprecian el patrimonio cultural. Como siempre, iniciativas arregladas entre empresarios, alcaldes, seremis y esa cantidad de políticos y funcionarios públicos acostumbrados a burlar la Ley a cambio de recibir coimas y erogaciones al financiamiento electoral de quienes se aferran a sus cargos de “servicio público” , devenidos en cotos de caza, de los partidos políticos.
La rapiña y la usura empresarial que paga sueldos de hambre a más del 40 por ciento de los trabajadores chilenos, todavía inermes por la falta de sindicalización, la corrupción que también afecta a las cúpulas gremiales, como ese insólito acuerdo firmado por la directiva de la a Central Unitaria de trabajadores (CUT) y la cúpula de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), en uno de los países de más altos contraste entre el ingreso de ricos y pobres. Donde el indigno salario mínimo es disimulado ahora, con una serie de bonos que el Estado de Chile le dará a las familias de extrema pobreza, a fin de que los empresarios puedan seguir recaudando ingentes utilidades gracias a la mano de obra barata que el modelo económico vigente le garantiza a la inversión patronal interna o extranjera. Además, por supuesto, de la bajísima carga tributaria de las empresas y otra cantidad de prebendas que favorece al gran empresariado y, por cierto, ni roza siquiera a las pequeñas y medianas empresas (Pymes).

Que no se nos quede en el tintero consignar que la Gran Estafa de La Polar a más de un millón de consumidores está a punto de consolidar un arreglo extrajudicial en que los afectados serán indemnizados por la empresa, pero en montos que jamás alcanzarán los recursos ya defraudados y repartidos entre sus ejecutivos. Los que luego de algunos contratiempos judiciales podrán urdir nuevos delitos que vulneren la confianza pública y se aprovechen de la necesidad que tantos chilenos de vivir endeudados para sobrevivir.

Efectivamente, en la falta de ética que rige al mundo de los grandes negocios, resulta que los empresarios mejor considerados son aquellos que forjan rápidas fortunas sobre la base de ofrecer trabajo precario y realizar triquiñuelas como la del multi RUT, a objeto de evitar las demandas laborales. Así como burlar al máximo las normas medioambientales y guarecerse con buenos estudios de abogados, en el entendido que los costos de los litigios y las eventuales multas y costas judiciales nunca podrán menguar el enorme valor agregado en sus utilidades producto de vulnerar sus deberes y pisotear los derechos de la población.
En su extrema voracidad, los dueños de estas multitiendas han llegado al extremo de cobrar por el uso de los baños y el acceso a los estacionamientos de los miles de clientes que, a diario, van justamente a comprar a sus locales comerciales. En un nuevo atentado a la Ley y a la razón que tiene alerta al Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), institución que cada vez es más requerida por quienes son víctimas de los establecimientos que incumplen con las garantías ofrecidas por los productos que venden y que castigan con multas despiadadas el atraso en el pago de las cuotas de crédito. Práctica que también se aprecia en los centros de salud que con estos cobros le ponen más utilidades agregadas a sus abusivos cobros de atención médica y hospitalización.

miércoles, 23 de mayo de 2012

¡OH, LA GLOBALIZACIÓN!


Osvaldo Guayasmín


Un ejemplo más  del desprestigio global de los políticos:

 *TEORÍA DE MARC FABER*
Curiosa teoría económica que se ha anunciado en Estados Unidos.
El tipo se llama Marc Faber. Es analista de inversiones y empresario.
En junio de 2008, cuando el Gobierno Bush estudiaba lanzar un proyecto de ayuda a la economía americana, Marc Faber escribía en su boletín mensual un comentario con mucho humor:
"El Gobierno Federal está estudiando conceder a cada uno de nosotros una suma de 600,00 $. Si gastamos ese dinero en Walt-Mart, ese dinero va para China. Si gastamos el dinero en gasolina, va para los árabes. Si compramos un ordenador, el dinero va para la India. Si compramos frutas, irá para México, Honduras o Guatemala. Si compramos un buen coche, el dinero irá para Alemania o Japón. Si compramos tonterías, se va para Taiwan, y ningún centavo de ese dinero ayudará a la economía americana. El único medio de mantener ese dinero en USA es gastándolo en putas o cervezas, considerando que son los únicos bienes todavía producidos aquí. Yo, estoy haciendo mi parte..."

Respuesta de un economista ESPAÑOL, igualmente de buen humor:
"Estimado Marc: Realmente la situación de los Norteamericanos es cada vez peor. Y lamento informarle que la cervecera Budweiser  fué recientemente comprada por la brasileira AmBev. Por lo tanto, le quedan solamente las putas. Ahora bien, si ellas (las putas), decidieran mandar su dinero a sus hijos, el mismo vendría directamente hacia el CONGRESO DE LOS DIPUTADOS DE ESPAÑA aquí en Madrid, donde existe la mayor concentración de hijos de puta del mundo".

domingo, 29 de abril de 2012

THE CHILEAN´S RELATIVITY




A excepción de un latinoamericano, cualquier otro extranjero que visite Chile, pasará por inocente si da crédito a varias expresiones utilizadas por los ciudadanos de este país.

Antes que nada, quiero advertirle que en este país, no existe la afirmación clara, nítida, del SÍ. Como tampoco existe el rotundo NO.
De tal manera, señor extranjero, que le prevengo ante la expresión chilena: “Ya, de acuerdo”. Frase ésta de uso corriente, que aparentemente implicaría un compromiso formal entre las dos partes. 

Sin embargo, nada más ajeno a la realidad. La frase se utiliza precisamente para escapar del SÍ o del NO.
Menos aún, amigo extranjero, usted debe dar crédito a la expresión: “Quedamos en eso…”. Porque, claro, usted pensará que luego de la reunión que tuvo con el ciudadano chileno, éste le ha manifestado su acuerdo en lo que usted propuso. No señor. Dicha expresión y la nada misma, es igual. Por favor, anote la frase en su bitácora de viaje, pa qu´en Chile no lo agarren pal hueveo (excusez-moi!).

Entre otras aventuras, tal vez en su visita a Chile usted puede hacer amistad con algún chileno, y en su inocencia creerá estar siendo invitado para juntarse, reunirse, etc., si su amigo chileno le dice: “Veámonos un día”. O peor: “Veámonos uno de estos días”. Y peor aún: A ver si nos vemos en uno de estos días”.

¿Se da cuenta? ¿Me capta? Ya se trate de negocio o de amistad, usted debe estar prevenido ante ese tipo de frases. Del mismo modo que de esa otra frase: “ya, entonces, nos llamamos”. Frase, al parecer, pronunciada originariamente por Werner Heisenberg, aplicando el principio de incertidumbre.

Aunque pese a todo, usted tal vez sea proclive a creerle a los chilenos cuando lo citan a un negocio o a una reunión de trabajo o amistad, y le dicen: “Veámonos tipín 8…” Usted se ensartará medio a medio si piensa que lo han citado a las 8 horas. Para un chileno las horas no son una unidad de tiempo, sino una aproximación horaria.
“Ya, pus, ahí lo vemos…”. ¿Cuál puede ser su conclusión ante una frase como ésa?

Es que mi amigo, aunque usted no lo crea, la relatividad la percibieron los chilenos mucho antes que la enunciara Albert Einstein.
Y si no me cree, medite esta frase: “En cuanto tenga tiempo (¿?), te llamo”. ¿Me cacha? Y aún, piense en esta otra: “Voy y vuelvo…”
Todavía tengo que decirle un par de cosas – en realidad no son cosas, son palabras obviamente -: si visita Chile en este año 2012, sepa Dios con cuántas otras expresiones se puede encontrar. Pero le aseguro que ninguna será para decir SÍ o NO.

No hace tantos años, la fauna servía en Chile para comunicar ciertas emociones. ”Esto está caballo”. “Esas cabras están el descueve”. “Te fuiste al chancho”. “Chanchita mía”. “Putas que erís burro, huevón”.
Pero en fin, no lo voy a confundir con el léxico popular. Como usted sabe, aquí y en la quebrada del ají, el lenguaje siempre está modificándose.

Lo importante es que en su visita a Chile no deje de comprarse – fíjese, ¡comprarse! ¿A quién, a usted mismo? - una libretita, y va anotando lo que escuche.
Esta constante relatividad verbal del chileno ¿será expresión de su carácter? A propósito, cuentan que un chileno, al momento que el cura le preguntó: ¿Acepta a fulana por esposa? El novio respondió: Bueno.
Pero, claro, si después de todo lo que le he advertido, me responde “Ya, listo nomás”, tengo que concluir que “usted me está agarrando pal chuleteo”.

Chao pescao.

jueves, 29 de marzo de 2012

¿AMENAZA O ESPERANZA?






Acabo de leer un artículo relativo a la astronomía, en el cual de acuerdo a las observaciones hechas recientemente, un grupo de astrónomos ha establecido que existirían en nuestra galaxia (ojo, solamente en nuestra galaxia) unos 160.000 millones de planetas similares a la tierra. Y en varios de ellos, habría altas posibilidades de encontrar signos de vida, tal como la concebimos los terráqueos.

¿Ha leído con atención la cifra de 160.000 millones? ¿Se da cuenta usted del trabajito que se llevó el Dios terráqueo? Con razón, el planeta Tierra, tuvo que construirlo a la rápida, en siete días, según fuentes responsables.
Algunos años atrás, aquí en Chile tuve la oportunidad de trabajar con un querido compañero actor – quien tenía la particular característica de ser tal vez uno de los últimos actores “molierescos” que existieron en nuestro país -, quien ante una sala escasa de espectadores, nos decía: “Bueno, compañeros, esta noche, rapidito y matizado”. Por lo visto, ese compañero había sido hecho “a imagen y semejanza” del arquitecto de nuestro planeta.

La cuestión entonces, es: ¿Esos millones de planetas, habrán sido construidos con la misma premura que el nuestro? ¿También allí, el constructor se habrá lavado las manos respecto de su creación del Hombre, con la chiva del “libre albedrío”?
Créame amigo lector (a), que no es mi intención vacilar los asuntos de fe. Es simplemente que pienso que a esta altura, me quedan pocas esperanzas que el asunto del libre albedrío haya sido una cualidad positiva aportada a la especie Hombre. Más hubiera valido que nos dijeran francamente, que la cosa era: “Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”. O la que le cuelgan a Francisco de Aguirre – “Agarra Aguirre” -, después que se había adueñado de todo el territorio de La Serena y alrededores. En fin, reclamo franqueza. Estoy harto que me vendan manzanas por peras.
Aunque esto último, es un dicho pasado de moda, porque hoy en día ni las manzanas tienen gusto a manzana ni tampoco las peras el suyo. Los tomates pueden ser muy lisitos y colaraditos, pero independientemente que quizás aún contengan vitaminas C y A, grupos de B, PP y K; fósforo, hierro, calcio, etc, etc…, ¿que ellos, tengan gusto a tomate?..., ¡las pinzas!

Resumiendo – debido que hoy no tengo tiempo para estar hablando “cascaritas de piña” -, si los 160.000 millones de planetas que se han descubierto, están hechos por el mismo caballero de los “siete días”, roguemos que esos ET, no estén más adelantados científicamente que nosotros. Porque en el caso que sea así, y se les ocurra venir a dar una vuelta por este planeta azul, ya nos lo advirtió don Stephen Hawking: La que hicieron los Conquistadores españoles con nuestros aborígenes, sería un moco de pavo, comparado con la que harían algunos de estos extraterrestres, con la especie Hombre.
Chao, pescao, dijo la foca cuando tuvo hambre.


jueves, 16 de febrero de 2012

SAN JUANITO, EL DE LA ESQUINA




Los regresos periódicos a mi país, Chile, ya no me provocan nostalgias ni melancolía, sino sobre todo desconcierto. El paisaje urbanístico de la ciudad de Santiago, en pocos años, ha cambiado quizás tanto como el paisaje humano. Pese a todo, Chile para mí sigue siendo un sentimiento.
Por razones de trabajo, me trasladan a barrios de la capital que tal vez hace 10 o 15 años no existían. Tengo claro que esta capital perdió hace mucho tiempo su nombre original “Santiago de Nueva Extremadura”. Y visitando estos nuevos barrios, pienso que hoy podría rebautizarse la capital, como “Santiago de Entrecerros”.

A gran parte de los capitalinos, aquellos que antiguamente se les denominaba como “copetudos” – actualmente suelen denominarlos “nuevos ricos” – han sido influenciados por el ganado “caprino”. Porque como las cabras, han ido construyendo sus viviendas cada vez más arriba de la cordillera, entre cerros y quebradas.
Todos sabemos que la inmensa mole cordillerana que rodea Santiago, en verano impresiona por su aridez, y en invierno por su belleza nevada.

Y me pregunto en este mes de Febrero de 2012, en medio de estos cerros y quebradas - probablemente a 500, 600 o más metros de altura -, si estos humanos santiaguinos mitad hombre, mitad cabras, tendrán un límite en seguir urbanizando la Cordillera de Los Andes.
Una actividad constructora tan activa y numerosa, que podría convertirse en una empresa mítica en los siglos venideros, una empresa de leyenda…, si alguna vez al corcel indomable se le ocurre sacudirse de sus jinetes, dejando sólo los vestigios, las ruinas de una conquista frustrada…
Ruego por tanto a todos los hados, que la Cordillera no se sienta mancillada por el progreso urbanístico.

La cabra o ganado caprino, es el segundo animal, después del perro, domesticado por el hombre, tal vez desde hace unos 8.000 años a.C. Y desde entonces ha ocupado un lugar importante como objeto mitológico, religioso, de supervivencia y económico.
Bien pudiera ser que en el futuro, masas de santiaguinos que viven en los valles, se reúnan a los pies de la Cordillera para dirigir sus plegarias a estos hombres-cabras. Quién sabe si las oraciones provoquen el renacimiento del maná, deslizándose por las laderas de los cerros, ofertas de trabajo, alimentos y vituallas para los humildes del valle.

La geografía y geología de esta capital, “Santiago de Entrecerros”, tiene todas las condiciones escénicas para levantar oráculos y altares de “sacrificio”. Y sus diferencias sociales de alto contraste, se prestan magníficamente para escuchar de cerro en cerro los ecos de los gritos aterradores del pasado y del presente

Don Juanito, el del almacén de la esquina, predijo hace tiempo que Chile es una gran marquesina que el Océano Pacífico ha ido horadando pacientemente, hasta que llegue el día en que la marquesina se despegue de la Cordillera, y salga navegando por los mares como un gigantesco transatlántico…

Ese día, los hombres-cabras sacarán, desde allá, desde las alturas de sus magníficas viviendas, sacarán sus pañuelos, despidiendo por fin a esas molestas gentes del valle que no fueron capaces de continuar la natural evolución hacia las especies cabronas humanas.

jueves, 19 de enero de 2012

TRASTOS ESCENOGRÁFICOS

Nelson Villagra en El Señor de las Luces, 1992


Mientras “el mundo sigue andando…”, como dijo Gardel, yo he llegado a Chile, una vez más por razones de trabajo profesional. Trabajaré en una teleserie nocturna de TVN.

Luego de haber estado trabajando 60 años en actividades artísticas como actor, me sigue causando una extraña sensación lo trastos escenográficos que suele haber en las áreas de servicio, ya sea de un escenario o en un set de cine o televisión. E inconscientemente, hago el símil entre un cementerio humano y los trastos de diferentes escenografías, quietos, arrimados contra los muros.

Aunque no quiera, la visión de muebles amontonados, de ventanas sin casa, en fin, fragmentos de una cabina de avión; alguna planta exótica; un piano desvencijado; una elegante puerta enmarcada, que no me atrevo a abrir, porque, quien sabe, detrás de ella está el vacío infinito. Trastos, aparentemente inertes, como los muertos en el cementerio.

Y sin embargo – ¡no lo voy a saber! -, esos trastos pueden adquirir tanta vida como yo, que camino en este momento por un largo y ancho pasillo, consciente de lo que digo. Esos trastos, en el fondo, están tan vivos como el actor que llevo dentro de mí. Aunque por el momento, sin el contexto de la magia de la ficción, mi actor, tal muñeco del ventrílocuo, es un trapo con una cabeza y brazos de cartón piedra. Un trasto.

Sin embargo, a pesar de todo, muchas veces he tenido dudas: tal vez yo soy el muñeco, y el actor, mi verdadero Yo.
El Canal Nacional de hoy, es muy diferente a aquellas naves inconclusas de alguna industria que decidió cambiar de sitio, vendiéndole el espacio a la Universidad de Chile, entidad que creó el Canal 9.
Junto a varios otros compañeros actores de la década del 60 del Siglo XX, fuimos los pioneros para las áreas dramáticas que crearon Canal 9 de la U. de Chile, y Canal 13 de la Universidad Católica. No existía aún el video en esos años, todo era al aire, técnicos y actores nos jugábamos la vida en el instante mismo de la transmisión.
Recordando esto, no me explico hoy, cómo entre técnicos y actores fuimos capaces en aquella época de producir obras de teatro, o telenovelas con caballos, cañones disparando, castillos, trajes de época, construidos y confeccionados de una semana para la otra… etc. etc….

Los tiempos han cambiado, qué duda cabe. Los contenidos de las áreas dramáticas también han cambiado, pero la ficción dramática sigue siendo el fenómeno mágico, “el juego” más divertido y poderoso que ha generado el ser humano. Un juego que ha servido para hacernos más humanos, como también para embrutecernos, permitiendo que el animal Hombre le aplaste la cabeza a su ser humano que lleva dentro.

Sigo caminando por los amplios pasillos del área de servicio del Canal Nacional, y poco a poco me he ido identificando con los diversos trastos que están contra los muros. Ellos y mi actor, cuando nos digan luz cámara acción, haremos volar las ilusiones humanas, sus esperanzas; la capacidad de compasión del ser humano; el asomo también de nuestra pequeña perversión, interesándonos más por el “villano” o “la villana”, aunque deseando que triunfe el bien…, bendita utopía que nos consuela.

martes, 20 de diciembre de 2011

ME MORDERÉ LA LENGUA

de Idoia, Mis nietos



Mirando a mis nietos…, de la misma forma que miré a mis hijos, tantos años atrás: ¡Me la muerdo! ¡Me muerdo la lengua en esta Navidad, como en tantas otras! Una vez más, hoy, aprieto las mandíbulas, observando la ilusionada incertidumbre de mis nietos, junto al árbol de Navidad:




“Tengo unas ganas locas de gritar
Viva la Cordillera de los Andes
Muera la Cordillera de la Costa.
La razón ni siquiera la sospecho” (Nicanor Parra)

Y por favor, no me toquen Noche de Paz. Prefiero que sean sinceros, y me toquen derechamente los cataplines. Estoy harto de que año tras año nos sometamos a esa suerte de santidad farisea escuchando villancicos, y el infaltable Adeste Fideles que nos persigue en las tiendas, en los bancos, en las Comisarías, en las cárceles.
Me tienen hasta más arriba del moño con los Nacimientos, a partir del cual, en el mundo occidental y cristiano, nos han venido contando una historia que las propias jerarquías cristiano-católicas se han encargado de desvirtuarla: del Pesebre al Vaticano hay una distancia tal, que ofende hasta la más mínima inteligencia.
Pero nada de esto le diré a mis nietos. Me morderé la lengua, en aras de su ilusión infantil.
No pienso hablarle a mis nietos de la crisis económica ni de los que han logrado domesticarnos en la resignación: llámense banqueros, empresarios, políticos, etc. No pienso decirle a mis nietos que nuestros geniales dirigentes nacionales e internacionales, actualmente nos anuncian próximas guerras, como quien anuncia las nuevas lavadoras que saldrán al mercado, porque nos han visto los genitales.
¡Me morderé la lengua!


“Perdonadme si pierdo la razón
En el jardín de la naturaleza
Pero debo gritar hasta morir
¡¡Viva la Cordillera de los Andes!!
¡¡¡Muera la Cordillera de la Costa!!!” (Nicanor Parra)

miércoles, 14 de diciembre de 2011

EL BOSÓN DE HIGGS Y LOS VIEJOS

R Matta, La espina roja


Óigame, me escribe Matías Malapuerta, un viejito encachao, campesino él, a quien los hijos lo trajeron a la ciudad cuando él había cumplido ya 70 años. Ahora tiene 79, y navega en internet tan hábilmente como cualquiera de mis nietos. Matías y yo, nos conocimos cuando los dos éramos cabros, de manera que andamos por ahi por ahi con este viejo.
Esto último que digo, me recuerda a mi querido suegro-amigo que murió hace ya algunos años. Lo íbamos a buscar al aeropuerto con mi mujer, y cuando salía a la Sala de Espera, luego de saludarnos, nos contaba: “He venido conversando en el viaje con un viejillo de lo más entretenido. Miren, ese que va allí, ese es el que digo”. Nosotros mirábamos al indicado, y resultaba ser un hombre más joven que mi suegro-amigo.
Y así pasa con los años. Con Matías Malapuerta lo compruebo. Es cierto, él tiene algunos años más que yo, pero en definitiva ambos pasamos los 70, de manera que si lo llamo viejito encachao es porque no me he mirado en el espejo. Aunque en el fondo, sucede que ambos no nos hemos dado ni cuenta cómo hemos llegado a estos años.
Matías, trabajó un tiempo, hace muchísimos años, en una parcela, una finca que tenían mis padres. Y nunca pude convencerlo que me tratara de Tú. Siempre fue de Usted. Menos mal que  logré que con los años me quitara el Don.
Y para mí fue una sorpresa tremenda - luego que pasaron muchos años sin saber de él -, recibir un correo electrónico de Matías Malapuerta. Por supuesto, pensé que sus hijos, en fin, alguna nieta, le habría escrito el correo. Sin embargo, al final de la carta, decía: “Y no crea que este e-mail, me lo han escrito. Yo solito hei aprendío esta cosa de la informática. A usted lo pillé a través de su blog”.
“Este e-mail”, decía. “Su blog…” Increíble. Si yo echo patrás la memoria, y me acuerdo ayudándole a Matías con el arado, arando con bueyes… Y ahora, escribiéndome por medio de un computador… Resulta extraño… Aunque la última vez que anduve por mi tierra carmelina, eran pocos los huasos que andaban a caballo, muchos de ellos andaban en bicicleta por los caminos, y no faltaba el que tenía moto.
Óigame, me decía Matías en su carta, me he enterado que hace rato ya, que los Físicos están de lo más entretenidos con el juguetito de unos 30 kilómetros – cercano a Ginebra, frontera franco-suiza - conocido como el Acelerador LHC (en inglés Large Hadron Collider, según leo). En español le dicen El Gran Colisionador de Hadrones (GCH).
Figúrese que estos Físicos, insisten en buscarle las cinco patas al gato, según entiendo: quieren encontrar la partícula que supuestamente crea la masa en las partículas conocidas – en las cuales nos incluimos nosotros mismos, claro -, que es como decir: desean encontrar el mecanismo de cómo está hecho el universo y cómo funciona en su nivel básico.
Uno de estos caballeros científicos, intentando explicar lo esquiva que es la partícula esa que buscan, decía que es como conocer un ave que se ha visto volar rara y fugazmente y a una velocidad más rápida que un pestañeo, entre inmensas bandadas de pájaros. Para poder estudiar ese ejemplar, al menos hay que lograr tomarle una foto, dice este caballero, en realidad miles de fotos. Desde distintos ángulos y a diferentes distancias. En fin, meterla en la jaula, figúrese. ¿Pero cómo lograrlo, si al mismo tiempo que aparece desaparece?
Le cuento todo esto, porque me acuerdo cuando usted, por gracia, se iba a acostar con nosotros en el muelle de paja, después de la trilla, y nos contaba que su papá le decía que un día el hombre iba a llegar a la luna…
Ahora, digo yo, si estos caballeros descubren todo, ¿qué nos queda? A mí nunca me gustó ser ignorante, un guaso bruto se puee decir, y le hice empeño pa aprender a leer, a escribir, usted sabe… Pero yo no quiero saberlo todo… ¿Pa qué?
Yo no veo el viento, pero veo moverse los árboles, y diai me digo que tiene que haber algo que mueve las ramas. Es el mismo viento que nos refrescaba la cara, allá, a la sombra de los hualles, ¿se acuerda?
Y Matías termina su carta, preguntándome:
¿No cree usted que estos caballeros Físicos nos están ayudando a imaginar el infinito…?
¿O usted está de acuerdo con los que dicen que uno no puede imaginar lo desconocido…?

jueves, 24 de noviembre de 2011

CON PINOCHET EN EL CORAZÓN

de R Matta


Sábado 19 de noviembre 2011

Con Pinochet en el corazón

Por Juan Pablo Cárdenas

Aunque nos avergüence reconocerlo, el Dictador sigue mucho más presente de lo que creemos en la vida política del país. Seis meses en que el Gobierno desoye las demandas educacionales respaldadas por la inmensa mayoría de la población demuestran la vocación autoritaria y voluntarista de las autoridades, su desprecio por los valores republicanos el ánimo de hacer prevalecer un modelo desigual que entrega a las leyes del mercado derechos tan esenciales como el de la instrucción y el acceso a la salud. Desprecio por la democracia que se expresa tan nítidamente en el empeño del ministro Hinzpeter de reprimir violentamente las manifestaciones públicas. Como su reiterada intención, avalada por el propio Presidente de la República y su secretario de Justicia, de someter a los tribunales, amenazar a los jueces y fiscales, cuanto exigir de éstos sentencias y resoluciones más drásticas todavía que las leyes vigentes.

El bochornoso episodio en que una asesora presidencial felicita a los organizadores de un homenaje a uno de los mayores violadores de los DD.HH es expresivo de que en La Moneda el espíritu de Pinochet sigue influyendo en sus moradores. Así como que continúen como alcaldes sujetos tan descarados como el ex oficial Cristián Labbé que adquiere el mobiliario del Dictador para alhajar sus oficinas y en cada oportunidad que hace uso de su torpe palabra brinda por el Régimen Militar, del cual fue uno de sus agentes más activos e impunes.La Constitución de 1980 que sigue vigente, el inaudito sistema electoral binominal, el voto que se les prohíbe a los chilenos del exterior, la soberanía radicada en los partidos políticos, los tribunales militares, el 10 por ciento de las ventas de Codelco para las FF.AA y otros tantos privilegios irritantes consagrados para los uniformados, hablan de una institucionalidad que, en lo esencial, tiene la firma y el legado de Pinochet, por más que el expresidente Lagos haya puesto su rúbrica a modificaciones cosméticas nunca consultadas al pueblo mediante un plebiscito.

De esta forma, es que muchos reconocen que el modelo económico definido por la Dictadura prácticamente continúa campante en la progresiva concentración de la riqueza y los graves niveles de desigualdad en el ingreso. Cuando, después de dos décadas, menos del 15 por ciento de los trabajadores permanece sin sindicalizarse, al tiempo que las organizaciones patronales cada día alzan más la voz para encantar la voluntad de la autodenominada clase política o instalar a sus propios afiliados en cargos de Gobierno, cupos parlamentarios y asiento en los directorios de las empresas que todavía permanecen en manos del Estado. Con un ingreso per cápita, para colmo, que ha crecido notablemente sin que se exprese en bienestar efectivo en al menos 8 deciles de la población, si se considera los millones de asalariados sometidos al salario mínimo, las pensiones de hambre, los impuestos que afectan a la los sectores medios y pobres, el endeudamiento de las familias y la usura de las grandes tiendas y bancos cuyas espeluznantes y escandalosas infracciones en el manejo del crédito no logran todavía sancionar a los delincuentes “de cuello y corbata” que las urden desde sus cargos gerenciales.

El actual Gobierno nos ha permitido percibir con todavía más claridad cómo en la política del país siguen instalados los más dóciles colaboradores de Pinochet en connivencia con sus discípulos y una buena cantidad de conversos , después de que en su juventud cometieran el pecado de ser progresistas y rebeldes. Pinochetistas de siempre como el alcalde mencionado y varios de los que están en la cúpula de Renovación Nacional y que, en su desfachatez, reconocen ante los medios haber brindado largo tiempo por el “Pronunciamiento Militar” En segundo lugar, los todavía jóvenes admiradores del Régimen Militar que hoy ostentan cargos ministeriales y parlamentarios y que se iniciaron en el “servicio público” como lugartenientes de los más feroces funcionarios de la Dictadura. Voceros que tienen el descaro de condenar la irrupción pacífica de ciudadanos en las sesiones del Congreso, después de concordar con entusiasmo el bombardeo de La Moneda, la clausura del Poder Legislativo y la interdicción de la Justicia. Hipócritas que reclaman respeto a la democracia cuando muchos de ellos ni siquiera han sido elegidos por el pueblo para sentarse en el Senado y la Cámara de Diputados. Contemporáneos y seguidores de ese lúcido fundador de la UDI, uno de los que concibieron y reglamentaron la llamada democracia “protegida”, la que hoy claramente se manifiesta como la gran camisa de fuerza llamada a comprimir el ejercicio de los derechos ciudadanos.

Pinochetistas de la primera y la segunda hora además de esos concertacionistas cooptados por la ideología neoliberal, apoltronados en el Parlamento y que en sus sucesivos gobiernos estuvieron genuflexos ante el ordenamiento institucional, las leyes del mercado, el capital transnacional y los grandes empresarios criollos que terminaron por corromperlos y sentarlos a la mesa de sus negocios y cúpulas gerenciales. Como ese antiguo exiliado mapu socialista en Moscú (de apellido Estévez), que se recicló en el tránsito desde el Banco del Estado a la banca privada y que hoy se vale de Carabineros para impedir el acceso de los hinchas de la popular barra del Colo Colo a su estadio. Ubicado, por cierto, en un exclusivo barrio residencial. U otras figuras mediáticas de la Transición que en sus administraciones sacralizaron el modelo de desigualdad que rige cruel y en todos los ámbitos de la vida nacional. Como que desde el ministerio de Educación, por ejemplo, viraron a los establecimientos privados que lucran con la enseñanza escolar, universitaria y técnico profesional con los recursos fiscales y asaltando el bolsillo de las familias más modestas de Chile. Tres tipos de viejos y nuevos pinochetistas que, felizmente, están todos desacreditados en las encuestas y por las multitudinarias manifestaciones estudiantiles, de los medioambientalistas , de los empleados públicos y de los indignados por doquier de esta sociedad chilena que, por fin, despertó y decidió emprender el camino de la movilización popular. Después de comprobar nuevamente que el “diálogo”, cuando no hay genuina democracia, es siempre la puerta giratoria que burla las grandes transformaciones.

Desacertadamente, sin embargo, hay otros grupos que, después de ser impugnados y segregados, buscan ensayar con su negociada inclusión en el sistema la posibilidad de emprender un verdadero rumbo hacia la Democracia. Gente de buena fe, posiblemente, pero completamente obnubilada en la cupularidad de la política, que arriesga ser sobrepasada por los movimientos sociales que ya estallaron y que prefieren el desmoronar el injusto orden actual desde afuera que infiltrándose en él. Y que tampoco se dan cuenta de que sólo recibirán las migajas del poder mientras no se avengan a comulgar plenamente con el legado de Pinochet.
COMENTARIO: Si lo que dice Juan Pablo Cárdenas, Premio Nacional de Periodismo 2005, no es una bomba de tiempo... El Estado chileno lo sabe. Pero su alma de Encomendero, tiene sacadas las cuentas: es más barato reprimir. El discurso ya está redactado: "Era necesario salvar a Chile de los extremistas..."  

viernes, 18 de noviembre de 2011

CANTANDO BAJO LA DUCHA

 de Pieter Brueghel

“El mundo está cambiando/ y cambiará más/ el cielo se está nublando/ hasta ponerse a llorar…”

Así decía una canción interpretada por Los Iracundos, en la década del 60. ¿Y quién puede dudarlo?

“Mire usted” - como dice Rajoy, el próximo presidente de España -, cómo han cambiado las cosas. Todos sabemos que en Grecia e Italia ha sucedido algo singular: los políticos han sido desplazados por los tecnócratas. Pero no por cualesquier tipo de tecnócratas, si no por aquellos directamente ligados al mundo financiero. Intelectuales – si no participantes – del “Mercado”, de la globalización, ligados a la banca, a los “Inversores” (¿?).

La última “ilusión” de ser ciudadanos – derecho a elegir electoralmente cada cierto tiempo al político que mejor sepa mentir -, ha terminado en Grecia e Italia. Y nadie puede asegurar que no terminará paso a paso con el resto de los políticos en el mundo. Lo cual no sería una mala noticia.

Paradoja: el Dios Mercado ha venido a salvarnos de la crisis de los mercados (sic). Lo malo es que el Dios Mercado, está constituido por los “inversores”, quienes son directamente los responsables de las crisis, porque de ellas sacan sus pingües ganancias.

Los misteriosos inversores, no son otros que los grandes grupos bancarios, multinacionales, que agrupan 8, 10, o más grandes bancos y fondos de inversiones a través del mundo. Son ellos los que, compitiendo, imponen las reglas del juego actualmente, moviendo de un lugar a otro del globo trillones de dólares al minuto.

Así como la naturaleza concierta las altas y bajas presiones atmosféricas creando climas benéficos o catástrofes, los inversores conciertan los desplazamientos de las masas de aire (capitales) de acuerdo a sus particulares intereses. Les importa un rábano si dicho juego crea días primaverales o ciclones aquí  o allá.

Usted y yo, amigo lector (a), preparémonos para apretarnos más aún el cinturón, aunque no vivamos en ninguno de los países mencionados. Usted y yo seguiremos pagando las habas que se comió el burro aunque saquen a Obama y sin elecciones pongan a Madoff; aunque retiren a Piñera como político, y lo repongan como hábil especulador; aunque retiren a Harper y pongan al grupo Molson, o saquen a Sarkozy y pongan a Bernard Arnault; o cambien a la Merkell por el grupo de la Mercedes Benz, etc, etc. Hagan lo que hagan, nosotros siempre seguiremos pagando.

Y sin embargo,  a diferencia de nosotros, no olvidemos que si la Bolsa sube o baja, si tal o cual país está en crisis o en quiebra, los inversores no pagan, pagamos nosotros. Los inversores ganan.

Es esa situación absurda, desvergonzada, la que reclaman los indignados en todo el mundo. Y el reclamo, ha llegado al corazón mismo de la sinvergüenzura con el movimiento de los Occupy Wall Sreet.

Al menos, nos queda el derecho de indignarnos, que supone muchas acciones presentes y futuras...

“El mundo está cambiando/ y cambiará más…”

jueves, 3 de noviembre de 2011

¡DE CULO Y CUESTA ABAJO!


de otto Dix


 Si hay algún inocente en este Globo Azul que todavía no perciba que entre los poderes financieros y los políticos, nos tienen montados en un tobogán, pues, ¡bendita sea su inocencia!
“THE WALL STREET JOURNAL”:
EUROPE'S GREECE ULTIMATUM
France, Germany Say the Nation Must Decide Whether to Stay in Euro or Go (Francia y Alemania dicen que Grecia debe decidir si quedarse o no en la zona Euro.
de Otto Dix

« LE MONDE » :
LE G20 ÉVALUE L'IMPACT D'UNE SORTIE DE LA GRÈCE DE LA ZONE EURO
"La partie la plus importante de notre tâche pendant ces deux jours de sommet consiste à résoudre la crise financière ici en Europe" (La parte más importante e nuestra tarea en esta reunión cumbre de dos días es resolver la crisis financiera aquí en Europa) Barack Obama, antes de ingresar a la sesión del G-20.

de Otto Dix


“NEW YORK TIMES”:
Splits Deepen in Greece Over Referendum on Euro Debt Deal (Las diferencias se hacen más profundas en Grecia a propósito del Refrendum sobre la Deuda)
“EL PAÍS”:
Dice: “Las compras – en la Bolsa - motivadas por la posible caída del Gobierno griego se han disparado tras el anuncio de la rebaja sorpresa de los tipos” (¿?). Los gatos, siempre caen parados. Lástima que la mayoría seamos ratones.
Para rematarla a Bejamín Netanyahu de Israel, solo o acompañado, le comen las manos por lanzarle unos pocos misiles “preventivos” a su adorable enemigo Mahmud Ahmadineyad de Irán. Lo más probable es que lo haga acompañado, porque ahora la moda es atacar en patota.
Siguiendo ese ejemplo, seguro que la ONU aprueba mi proyecto de juntarme con un par de vecinos, para caerle a palos al vecino de la esquina, quien tiene un jardín mucho más bonito que el mío…
Y nos vamos por el tobogán. ¡Huija!
¡Sálvese quien pueda!: 人不为己
¡Sálvese quien pueda!: كل رجل مسؤول عن نفسه
¡Sálvese quien pueda!: Every man for himself
¡Sálvese quien pueda!: Sauve qui peut
¡Sálvese quien pueda!: Jeder Mann für schselbst
¡Sávese quien pueda!: Ognuno pensi per sé
¡Sálvese quien pueda!: Cada um por si


martes, 11 de octubre de 2011

"...EPPUR, SI MUOVE..."



Si hay algo que puede unir a los diversos movimientos de protesta social que agitan el mundo -  que hoy se engloban bajo la denominación de “indignados” -, es que todos, directa o indirectamente, dirigen sus dardos contra el capital, representado por la Banca y el hasta ayer abstracto “Mercado Financiero”.
La verdad, esto es una novedad. Ahora no es el empresariado, el industrial, el comerciante, el patrón, en fin, al que se le identifica como el responsable de la crisis económica, de la injusticia social, de las hambrunas, la cesantía, la educación como fuente de lucro, como así mismo la salud, etc.
Todos señalamos hoy al capital financiero, como el amo y señor  que se ha adueñado de todo: de políticos, religiones, y aun de los Estados Nacionales mismos. Un amo y señor que ya no basa su poder en la producción de bienes, sino simplemente en la especulación financiera sobre un sistema monetario que él mismo ha creado y desarrollado. Se han enriquecido tanto, que asistimos a la paradoja que algunos multimillonarios piden que “por favor les cobren más impuestos”.
El movimiento de indignados, al igual que todos aquellos que a través de la historia han surgido espontáneamente desde las bases sociales, no tiene ni reconoce líderes ni ideologías políticas ni religiosas.
Y aunque hasta el presente, muchos pensábamos que cada época termina creando sus líderes y organizaciones, estos movimientos de principios del siglo XXI nos hacen recapacitar en que  – quién sabe - lo que aquí se está gestando es un fenómeno que tal vez pudiera no tener  líderes en el futuro, al menos no bajo el concepto vertical bajo el cual se ha desarrollado nuestra historia social oficial.
Desde que aceptamos – nuestra propia creación - al “sacerdote-mago” que intermediaba entre la comunidad y los misterios de la naturaleza, el concepto jerárquico de organización social se dio como algo natural. Desde entonces el Poder se estructuró verticalmente.
Para el mundo antiguo hasta el actual, la pirámide fue: Dios - o los dioses -,  el Emperador o Rey divinos, y luego todo el resto de la escala necesaria para el dominio social.
Reformas y revoluciones, es cierto, han hecho evolucionar nuestra historia durante miles de años. Pero todas ellas reemplazaron la verticalidad de poder encontrada, por otro poder vertical: sustentado también en jerarquías ideológicas, partidos políticos, líderes, etc.
La organización social gentilicia, pasando por el esclavismo, el feudalismo, el capitalismo - con su flauta mágica de la democracia -, todos, han organizado y ejercido el poder de manera vertical, variando sólo su flexibilidad o rigidez.







Sin embargo parece ser cierto que a lo largo de la historia siempre han existido grupos que concebían y exigieron la horizontalidad del poder, sin lograrlo.  Pero otros, ya sea por aislamiento geográfico, insularidad o escasa significancia económica, vivieron y viven aún, ejerciendo el poder de manera horizontal.
¿Será en estas últimas comunidades señaladas, en las que el movimiento de los indignados encontrará fuentes nutricias para su ideal de libertad, justamente horizontal? ¿Será el rescate de fragmentos de lo que ayer otros quisieron lo que hoy, por diversos caminos?
Todo está por verse... La Historia se cuece en olla de greda, lentamente…
Es claro, que el poder jerárquico vertical que se ejerce en el mundo no va a entregar la oreja tranquilamente. Y lo más probable es que puesto contra el muro ese Poder, pretenderá en todas partes ser el padre severo que castiga violentamente a los incitadores, a los “cabecillas” (ya lo estamos viendo), porque sumido en su concepto vertical del poder, no puede concebir la soberanía popular como una necesidad colectiva.
Los políticos, hoy dominados o corrompidos por el capital financiero, no tienen idea – o no tienen el coraje para reconocerlo - que se está terminando su “liderazgo”, que la pirámide de la cual forman parte está completamente trizada. Y en extinción está también la escalera de los caudillos de profesión.
El capital financiero ha venido cavando su propia tumba por incentivar el enriquecimiento rápido, mágico. Todo el que tiene algún dinero no desea invertirlo en la producción de bienes, sino en aquello que lo convierta en millonario de hoy para mañana.
Y si bien la informática ha permitido la rapidez en las transacciones financieras, al mismo tiempo ha permitido la democratización de la información, la horizontalidad de la información. Y hoy, hasta quien no tiene un ordenador, un iPhone, Blackberry, etc., recibe, por decirlo así, los “efluvios” de los movimientos de protesta, y al igual que éstos, se suma en la identificación de los responsables de su pobreza, de su miseria.
No es descartable que estos movimientos de protesta queden limitados solamente a ese carácter, y se extingan en el tiempo… Puede ser…  Pero aun así, lo que han expresado, lo que han denunciado y exigido, dejaría sin duda un sedimento que podría ser motor mañana de etapas superiores…
Hay quienes dicen que la valoración de estas protestas solamente la hacemos los “nostálgicos” que quisimos cambiar el mundo hace algunas décadas atrás…
A eso, respondo apoyándome en mi amigo Merardo: “…andando lleno de dudas,/ al punto de quedar muda /mi alma - de desencanto -,/ persiste en ligarse al parto /aunque se quede desnuda”.
Y a la vez, reafirmo mi esperanza, recordando la frase que se le atribuye a Galileo, obligado a retractarse sobre que lo que posteriormente se estableció como verdad: “…Eppur, si muove…”

viernes, 30 de septiembre de 2011

SOBRE LA RIVIÈRE DES OUTAOUAIS

de NV , Las gaviotas desde el Pont St. Louis


Sobre cada piedra una gaviota (mouette)…, y son decenas… Sobre dos piedras dos garzas (hérons), solitarias, vigilantes, semejando periscopios que observan el horizonte… Más allá, una docena de gansos (jars), que han elegido la “Rivière des Outaouais” para descansar en su larga peregrinación desde no se sabe dónde ni hacia dónde…  Finalmente, docenas de patos (canards),  que habitan desde hace años debajo del puente. Otro día averiguaré si existen los abuelos entre los patos, porque estas familias aumentan año tras año. Todos ellos rebuscan  gustosos su alimento entre las peñas y las raíces de los bajos del río…
Descansando un momento de mi caminata habitual de 6 kilómetros, me he detenido en el puente que en 600 metros cruza la Rivière des Outaouais, en una agradable tarde de estos días iniciales del otoño. El sol cae sesgado sobre este ancho brazo del río Saint-Laurent, creando brillantes tonos rosáceos y dorados sobre las aguas del río… Más allá, islotes arbolados con hojas amarillentas y rojizas…,  y aún más lejos, una lancha con pescadores aficionados completan el cuadro idílico…
En esta estación del año, y aquí, entre Vaudreuil-Dorion y Pincourt (40 kilómetros al oeste de Montréal), el brazo del río deja ver algo de su esqueleto, quiero decir, parte del fondo de su cauce. Y de ese modo, justamente debajo del puente, el Saint-Laurent como todo viejo río devela remolinos y corrientes poderosas que arrastran toneladas de agua…
Sin embargo, a la altura de la ciudad de Montréal – en el puerto - y más allá, camino de su desembocadura en el Atlántico, el río muestra en su superficie aguas plácidas, semejando un lago, escondiendo sus corrientes profundas, peligrosas…
A propósito de los últimos acontecimientos escandalosos sucedidos en Montréal y la provincia del Québec, un símil tentador me viene a la cabeza: garzas, gaviotas y corrientes plácidas en la superficie del río, se parecen a la sociedad humana que constituimos el Québec...
En general, pienso que somos una sociedad honesta y pacífica, pero cada cierto tiempo, las corrientes profundas del Québec aparecen descaradamente en la superficie, haciéndonos sentir una “mayoría de idiotas” que nos esforzamos por cumplir con las leyes y las reglas de una sana convivencia.
Son pocos, es cierto, los que se saltan a la torera las reglas, pocos, pero cada vez más poderosos. Que la mafia - sí, la mafia -, viene introduciendo sus capitales mal habidos en el mercado legal, es algo que todos sabemos, incluso los ingenuos.
Lo sorprendente es que cada vez que ella aparece en la superficie, lo hace con más poder, con mayor imbricación en el mercado, con mayor influencia entre la clase política, entre los cuerpos policiales, empresariado, etc..., al punto que con honrosas excepciones, cuesta diferenciar quién es quién… Y quizás, en esto último consiste el mayor daño que provoca la corrupción promovida por la mafia, y aceptada gustosamente por el afán de lucro.
Es cómico ver los patos en el río con el culo al aire y su cabeza sumida en el agua buscando alimento entre las raíces…
El diagnóstico entregado por el jefe de « l'Unité anticollusion » (anti corrupción), Jacques Duchesneau, luego de un año y medio de trabajo, establece estrechos lazos entre las firmas de “ingenieros consultores”, empresarios de la construcción, empleados del Ministerio de Transportes, e igualmente con los partidos políticos (estos últimos, seducidos por la ayuda financiera que los anteriores señalados prestan a sus campañas electorales).
No es la primera vez que el Saint-Laurent devela sus corrientes profundas (tampoco será la última, desgraciadamente). En la época del deshielo sobre todo, no son los patos quienes navegan en este río, sino gruesos fragmentos de hielo, verdaderos icebergs que arrastrados inevitablemente, denuncian las violentas corrientes que subyacen en el fondo del Saint- Laurent…
Los gansos (les jars), tampoco son testigos de esa gélida estación... En la época del deshielo, ellos se han trasladado a las praderas y humedales del sur del continente. Durante el mes de abril, en el cauce del río no hay peñascos que sobresalgan en donde descansar de sus largos viajes, ni hierbas ni raíces que picotear…
 En el mundo descrito en el informe secreto de Jacques Duchesneau – conocido por una filtración a la prensa por estos días -, no hay sólo criminales. Escribe un periodista: Hay también amigos, cuñados, socios, clientes, sindicalistas, funcionarios tontos, ingenieros consultores golosos. Hay corrupción, pero también incompetencia, complacencia, miedo, pereza, inercia. Es todo esto lo que constituye “el sistema que hay que romper”.
Mientras gozo la tarde otoñal de fines de septiembre, me doy cuenta que son las gaviotas las más activas en disputarse una peña en donde posarse. Otras, volando esporádicamente, se lanzan como dardos sobre las aguas para coger el pez que creyó inocentemente que era oportuno gozar también de esta plácida tarde…
En su informe de 70 páginas, Duchesneau no da ningún nombre. Él describe un sistema corrompido, punto: corrupción, colusión, violencia, intimidación, costes hinchados, financiación política ilegal; funcionarios del Ministerio de Transportes que “deslizan” información privilegiada a empresarios, sin olvidar el crimen organizado. “La mafia es influyente y presente en los medios de la construcción”, podemos leer en el informe. Numerosos empresarios son forzados a pagarle al crimen organizado un canon del 5% del valor de los contratos obtenidos... Además de ser ellos mismos los dueños directos de las empresas de la construcción más importantes del mercado…
Si esta fuera una situación limitada al Québec – digo yo - podría pasar por un aspecto folklórico, de curiosidad turística… Sin embargo todos sabemos que el crimen organizado recorre el mundo…, hoy, incrustado en el mercado legal además del ilegal… Y en el caso de Canadá, que tiene un vecino por el sur con casi 9.000 kilómetros de frontera, con un Montréal que está a 7 horas de automóvil de Nueva York (una hora de avión)…
La mafia, aquí en el norte del continente, tiene su cabeza en Estados Unidos, un pie en Canadá y el otro en México…
La pareja de garzas que mencioné al comienzo aún continúan sobre sus piedras, hieráticas, esculturales… ¿Serán una pareja de macho y hembra…, amantes…? (“yo me la llevé al río/ creyendo que era mozuela/ pero tenía marío…”)
El sol rojizo ha declinado en el Oeste. Las aguas del río ahora son grises. La quietud de las aves me indica que es tiempo de regresar a casa.
Inicio la marcha. Y al mirar hacia atrás, me doy cuenta que sobre el asfalto me acompaña mi larga y delgada sombra, como si me persiguiera mi país, Chile… (“largo pétalo de mar, y vino, y nieve…”).
Al reiniciar la vuelta a casa, siento que día a día se profundiza la crisis de credibilidad que nos afecta en el mundo entero… Viene a mi memoria el video del corredor de Bolsa, Alessio Rastani, quien nos ha recordado que este mundo no es precisamente de los inocentes…
Y entonces aparece mi mecanismo de defensa, la asociación con un chiste surge espontánea:
En el Confesionario:
Pecador: Padre, confieso que he robado…
Cura: ¿En qué Ministerio trabajas tú, hijo?