jueves, 24 de marzo de 2011

EL PODER DE LOS PRINGADOS

de Otto Dix

Luego de haber visto y leído las últimas declaraciones de James Hamilton, una de las víctimas del caso “padre Karadima”, en Chile, es imposible no inquietarse. Y en primer lugar, hay que lamentar el tremendo drama que significan los hechos, para Hamilton y el resto de las víctimas (no solamente de Karadima). Y sin embargo, al mismo tiempo, qué estimulante resulta ver a “un chileno” (de la Plaza Italia p´arriba, además), atreverse a llamar las cosas por su nombre.

Quienes tenemos ya algunos años transitando por este globo azul, siempre hemos sabido – cuando no hemos sido testigos - que en las diversas instituciones u organizaciones de las cuales tenemos necesidad para convivir y sobrevivir socialmente – asunto global -, se enquistan miembros que en su accionar, contradicen flagrantemente los fines de dichas organizaciones.

Y también sabemos que pese a su comportamiento, esos ejemplares enquistados, suelen adquirir espacios de poder ilegítimos, pero eficaces.
El método para adquirir ese poder ilegítimo es más antiguo que la Biblia y sus similares. Se denomina pringar, untar, manchar, ensuciar: en el sentido de comprometer a alguien en un asunto de dudosa moralidad.

Tenemos que reconocer que dicho método tiene distintos valores o importancia a través de nuestra vida: el niño que incita a su hermanita a robar un pedazo de pan…, etc., etc. Tener un cómplice en la casa familiar, facilita muchas cosas en nuestra infancia y adolescencia…
Por otra parte, quienes hemos nacido y nos hemos criado en un mundo occidental y cristiano, sabemos que Eva – invadida por la maldad - hizo cómplice, ¡vaya, pringó a Adán, señores!, jorobándonos de paso, a todos, para el resto de nuestros días. Y hay que tener en cuenta que en los tiempos de Adán y Eva, no existía la televisión ni los políticos ni la mafia (¡a menos que la serpiente fuera todo eso!).

Debemos confesar, aunque nos cueste aceptarlo, que vivimos resignados ante el contubernio no sólo evidente - a la luz del día -, sino de todos los contubernios que adivinamos en las sombras, los más poderosos, porque constituyen “El Poder de los Pringados”.
Que han existido y existen algunos políticos honestos, sí, existen, pocos, pero los ha habido - y aunque más difícilmente -, los hay. Igualmente Jueces, policías, bomberos, etc.

Que hay sacerdotes y feligreses honestos, etc., los ha habido y los hay. Que el robo hecho por un policía es más grave que el de un delincuente, obvio, como diría Nacho García. Que un político diga una cosa en campaña y haga otra cosa en el gobierno…, bueno…, es político.

Hoy, se leen y escuchan algunos comentarios internacionales, afirmando que sería más conveniente que Gadafi fuera derrotado por el pueblo libio, antes que por la intervención extranjera… Pero claro, para eso se necesitaría una oposición revolucionaria, y parece que no es el caso.
Haciendo un paralelo con el asunto Karadima - punta del iceberg en el día de hoy -, parecería que la solución, es que de una vez por todas, el pueblo de feligreses católicos, dirigidos por todos aquellos sacerdotes que siempre han estado arrinconados por el clero oficialista, se decidiera a fumigar las “termitas” que están derruyendo el edificio.

Y debo confesar que esto último lo digo, no porque me interese el edificio, sino por el efecto corrosivo que en la sociedad occidental y cristiana tiene su extinción…

jueves, 17 de marzo de 2011

SINVERGONZONERÍA

de Otto Dix, war

Quiero decir, desvergüenza, inverecundia, sinvergüencería… ¡Y no! No existen ni adjetivos ni calificativos que basten para describir la desfachatez con la cual se comportan los capitales trasnacionales y sus políticos lameculos.

Cuando a propósito de la revuelta en Libia – independientemente de las simpatías o rechazos que inspire Gadafi –, incentivada sin duda por los grandes grupos económicos de este mundo, el gobierno de Inglaterra manifiesta públicamente que recibirá encantado a los millonarios árabes que depositen 5 o 10 millones de libras esterlinas facilitándoles así la residencia en dicho país (un país lleno de inmigrantes pobres que limpian las heces y orines de los piratas), es más que el colmo.
Cuando eso se ve, se lee y escucha.

Cuando la ONU, luego de las armas masivas de IRAK - el último grano de arena que le hizo perder toda honorabilidad -, toma el acuerdo de intervenir descaradamente en un país y gobernante soberanos – hasta ayer elogiado por los mismos hipócritas de hoy –, no se encuentran los calificativos para todos ellos. Ni aun, recurriendo a los epítetos folklóricos que cada país ha creado para los cabrones.
El mundo árabe se revuelve. No cabe duda que otros mundos también se revolverán. El punto es ¿en beneficio de quién son las revueltas en última instancia?
¿Y estos mismos señores que están detrás de las cortinas, construyen cárceles, cámaras de gas, guillotinas, etc., para castigar a los delincuentes? ¿Delincuentes?

Frente a tanta inmundicia hipócrita como la que muestran los señores del Poder, ¿quién puede sujetar a aquel que hoy día mismo, siendo testigo de tanto descaro, se ha dicho ¡basta!, ¡basta de comportarme como un gilipollas!? ¡A la mierda el respeto a la Ley, la moral, el respeto a lo ajeno!

Las reglas del juego las están poniendo y exponiendo con tanto descaro los que deberían mostrarnos un mínimo de ética social, que no hay Dios que se conserve en sus altares. Hasta el más honrado siente temblar sus piernas.

El mundo se revuelve, las leyes son valores de grupos, la moral un cambalache, como el tango, lo mismo en Chile que en la quebrada del ají. En 5 minutos los señores del Poder nos convencen que lo blanco es negro y lo negro es blanco. ¡Qué quiere que le diga mi amiga y amigo!

Con todo respeto, la Religión y la Televisión se parecen: para millones, lo que una y otra digan, es la verdad revelada. Verdad por la cual somos capaces de amar, odiar, matar.

Si hoy, usted está tentado a cometer un delito…, usted verá si aún le queda un altar donde mirar…

miércoles, 9 de marzo de 2011

TRIMEGISTO

de Otto Dix, detrás de la máscara

Cuando abrí la puerta de casa aquella mañana, cerca del mediodía, la sorpresa fue mayúscula. Aunque hacía casi 30 años que no veía a mi amigo, ahí estaba, como un milagro de Fausto: grandote, lampiño, gordo, con la misma mata de pelo que tenía a los 10 años de edad. Y un fuerte olor, o perfume, a trago.
Me abrazó, o más bien me apañó entre la enormidad de su cuerpo, estremecido por sus grandes carcajadas:
-Mi viejo perro, me dijo, ¿creías que te había olvidado?
-Pero, gordo, cómo… ¿quién te dio mi dirección? Pero entra, que hace frío. Quítate el abrigo. ¡Estás igual, huevón! ¿Pero cómo supiste que yo vivía aquí?
-Tengo fotos de esta casa desde hace unos 3 años. Ya sabes, si hoy día tienes un teléfono o un ordenador, pierdes tu privacidad…
-¡Bego! - llamé a mi mujer -. Ven a saludar a un amigo.
-Lo sé todo. Tu mujer es vasca y se llama Begoña.
-Cabrón. Sigues jugando a los bandidos, por lo que veo. Pero pasa, pasa…
Vino Begoña desde el interior de la casa, sonriente:
-Tomé un desayuno pantagruélico no hace mucho, así es que no te preocupes por la comida, dijo el gordo, a manera de saludo.
-Siempre se le puede echar un poco de agua a la sopa. Ya sabes -, contestó Bego, mientras quedaba sumida en los brazos del grandote de mi amigo.
-Un vinito, acepto encantado.
-El bar lo atiende mi marido - dijo Bego, reapareciendo de entre los brazos del gordo.- Pero eso sí, me tienes que permitir que al menos vaya a peinarme.
-“Politesse oblige”, dijo riendo mi amigo.
Mi mujer fue a acicalarse, y yo traje una botella de vino. Nos acomodamos en el salón con el gordo, y al primer trago se nos soltó la lengua, intentando ambos resumir todos los años que no nos habíamos visto. El gordo, venía más o menos “colocado”. Era notorio el olor a alcohol que desprendía su cuerpo. De manera que al poco rato de nuestra conversación, el gordo, reiteró su estado alcohólico, porque reconocí en él un estilo, una manera sentenciosa de hablar:
-Si alguna vez como espectador o lector, has quedado conmocionado frente a la obra de algún creador, créeme que no ganarás mucho conociéndolo personalmente. Toma en cuenta que Dios mismo tuvo una feísima experiencia en el intento de mostrarse en vivo y en directo”…
A mi amigo, siempre le gustó tomar ese aire de profeta cuando se metía unos cuantos tragos. Nos conocíamos desde Chillán-Chile, hacía casi tantos años como los que yo tengo. Ahora era funcionario internacional. Su trabajo – que nunca estuvo claro de qué se trataba - lo mantenía en permanentes desplazamientos por el mundo.
- Si alguna vez te tienta escribir sobre las huevadas que digo, cámbiame el nombre. No sería muy beneficioso para mí, que se enteraran de lo que verdaderamente pienso…, dijo sonriendo sardónicamente.
- ¿Y cómo querrías llamarte?, le dije, sin plan alguno.
- Trimegisto, me contestó al instante. Ese viejo, Trimegisto, habló muchas huevadas interesantes…
-Veo que la onda clandestina se te quedó pegada como hábito…, le dije bromeando.
-¡Ay, mi viejo perro…!, suspiró Trimegisto, echando vino en las copas… Sin la conspiración, mi trabajo no existiría… El mundo real sólo existe detrás de las cortinas, querido amigo… También el tuyo…, el mío… Salud…
-Salud… ¿Te amarga mucho lo que haces?
-Casi nunca es agradable conocer al actor detrás del telón. Y no me refiero a ti, ya lo entiendes…
-¿Y por qué no te retiras? Podrías jubilar, supongo…
-En mi pega, más bien te jubilan -, me contestó Trimegisto pasándose el dedo índice por el cuello.- La naturaleza del hombre no es sólo luz, ya sabes…
-Perdón- interrumpió mi mujer, entrando desde la cocina-, ¿has probado alguna vez el bacalao en aceite de oliva y ajo?
-No, pero suena bien.
-Es un preparado muy antiguo que utilizaban los pescadores vascos cuando salían a la mar. Antiguamente, las faenas eran de 6 meses…, a veces un año…
-Bien, a probarlo… Supongo que irá bien con el vino…
-¡Es decir! Ya me dirás…
- Hummm… ¡Wonderful! ¡Pero putas que es bueno esto! Merece un trago. Salud.
-Salud, respondí yo, bebiendo mi copa.
Y entonces mi mujer:
-Este…
-Trimegisto, me apresuré a precisar.
-¿Ah, sÍ, Trimegisto?... Bueno. Trimegisto, ¿por qué decías eso que no valía la pena conocer a los creadores?
-Porque en general, es desilusionante… Las obras creativas siempre son superiores a sus creadores. Eso de que “por sus obras los conoceréis”... Su talento creador, sin duda, pero no su persona. Las personas son así, chiquitas. Ya sea poeta, arquitecto, científico…
-Recuerdo que admirabas mucho a Ho Chi Min, sin embargo, le dije.
-Y sigo siendo su admirador. Un hombre que llora ante su pueblo porque tiene que pedirle que vaya a la guerra… Esos hombres ya no se fabrican… ¿Sabes? Ho Chi Min era un creador y creación, al mismo tiempo…
-¿Lo conociste personalmente?, preguntó mi mujer.
-En dos oportunidades… ¡Oye, este bacalao está de la puta madre! Me hubiera gustado que Silvia lo conociera. Salud.
-¿Tu mujer?
Trimegisto, me miró sorprendido. Era cierto. Nunca le había hablado a mi mujer del gordo.
-No, su hija -, corregí.
-Una hija descarriada - agregó Trimegisto, intentando sonreír con ese tonito irónico, escéptico-. Murió, hace dos años.
-Ah, creí… - musitó mi mujer.
-Murió en Irak, la tonta. Era corresponsal de guerra… Una mina en la carretera, ya sabes… La bolita cae justo el día en que te toca… A ella le tocó a pocos días de haber cumplido 50 años.
-Lo siento…
-Nada… Es bueno recordarla entre amigos…
Mientras yo llenaba su copa y la mía, Trimegisto agregó:
-Es jodido ser viudo y perder la hija única… Salud…
Bebimos. Quedó una pausa… Trimegisto, se sentó pesadamente en el sillón. El vino hacía un doble efecto debido a su estado de ánimo:
-He perdido la capacidad de emocionarme. Quizás eso es lo más triste... Creo que es resultado de mi oficio: siempre aconsejando, asesorando… Me miro a mí mismo como un caso, ¿sabes?… Hace rato que no me hago cargo de mí mismo, verdaderamente de mí mismo… Salud…
-¿Quieres tenderte un rato?, le dije.
-Aquí mismo… Todavía no pierdo la costumbre de tenderme en cualquier parte… Es muy acogedora tu casa, Begoña… Gracias por recibirme…
-Encantada de conocerte…
Trimegisto se acomodó en el sofá…, tendido su tremendo cuerpo, con la mitad de sus pantorrillas fuera de los brazos del sofá. Se quedó mirándome un rato en silencio. Luego dijo:
-Me hace bien verte, mi viejo perro… Me hace bien estar contigo después de tantos años… ¿Te acuerdas cuando nos montábamos a escondidas en los coches “huasquiados”, allá en Chillán?... No necesito explicarme ni que me expliquen por qué he venido a verte…
Y mi amigo chillanejo, Trimegisto, se fue quedando dormido mientras balbuceaba:
-“La Naturaleza sonrió amorosa, porque ella había visto la belleza del Hombre en el agua y su sombra sobre la Tierra. Y Él, percibiendo en el agua el reflejo de su propia forma, se prendó de amor por ella, y quiso poseerla…”

sábado, 26 de febrero de 2011

ANDRÉS RACZ, CINEASTA AMIGO

Andrés Racz

Ha muerto un cineasta en Chile, quizás la mano más fina de nuestro cine nacional: Andrés Racz. Felizmente nos dejó algunas muestras de su sensibilidad artística: tres o cuatro documentales, entre ellos, “Dulce Patria”, “No me amenaces”, etc., y un film de ficción: “Tendida Mirando las Estrellas”, con guión de Damiela Eltit y otros colaboradores.

Andrés, además de haber nacido en Nueva York, vivió allí varios años. En Nueva York estudió cine. Lo conocí cuando regresó al país, incorporado como ayudante de dirección en el último film que me tocó rodar en Chile antes del golpe de Estado: “La Tierra Prometida “.

En los años 70, todavía los chilenos no viajábamos al extranjero, como quien va a comprar pan a la esquina de su casa. De manera que conocer a este joven neoyorkino en medio de los campos de Colchagua – allí se rodaba el film -, y aunque Andrés hablaba perfectamente el español, nos resultaba un poco exótico. Tenía ese no sé qué de “extranjero”. Y además, traía un cierto perfume hippie, que lo hacía singular.

Aunque Andrés, se incorporó a las filas del MIR en Chile, en células que estaban bajo mi dirección, fue en el exterior, durante el exilio, que hicimos amistad.
Andrés Racz, fue un militante intachable en el exterior, cumpliendo difíciles e importantes tareas partidarias. En todas, mostró tanto coraje como otros familiares suyos, quienes también supieron jugarse el pellejo en tareas clandestinas y conspirativas.

Nos vimos un par de veces en La Habana y en otros lugares del mundo, y luego cuando comencé a residir en Montréal, Andrés seguía viviendo en Nueva York. Desde allí, en 1988, Andrés vino a visitarnos a nuestra casa. Estuvo con nosotros quizás hasta tres meses. Necesitaba la calidez de la amistad. Y Bego, mi mujer, y yo, se la brindamos con gran placer.

Nuestras conversaciones eran interminables. Andrés, además, nos indujo a conocer una serie de cineastas norteamericanos, alternativos, que nos entregaron una perspectiva más amplia de esa compleja sociedad norteamericana. Y Andrés y Begoña, gozaban escuchando a sus preferidos Bob Dylan, Joan Baez, etc. Fueron hermosos tres meses, durante los cuales estimulamos a Andrés para que retornara a Chile.

En 1988, a propósito del plebiscito en Chile, se levantó la lista de los últimos 100 exiliados quienes teníamos prohibida la entrada al país. Y en 1989, Andrés, residente ya en Santiago, intentó un proyecto de largo metraje ficción con Ignacio Agüero, cuyo guión había escrito yo mismo. Filmaríamos en los alrededores del lago Caburga.
Andrés Racz, hizo algo que hasta el día de hoy considero ajeno a su carácter. 

Ejerciendo como productor del proyecto Caburga, me invitó a Chile junto a mi mujer. Organizó en Santiago, una recepción para mí, o recibimiento, en el Café-Bar “El Biógrafo”, con asistencia de numerosas personas: artistas, intelectuales, políticos, etc. Luego, viajamos hasta Caburga, recorriendo las posibles locaciones donde rodaríamos el film. Finalmente éste no se rodaría.
Sin embargo lo que me impresiona hasta el presente, es el hecho que Andrés organizó todo aquello. Y me impresiona, porque si algo le faltó a mi amigo en su quehacer cinematográfico, fue precisamente la capacidad para imponerse en el medio, de acuerdo a su singular talento. Bien se sabe que éste, no basta a veces en un medio competitivo.

Como documentalista, Andrés logró filmar y testimoniar la resistencia popular que engendraba el dictador Pinochet, en tiempos en que al sinvergüenza con entorchados, no le temblaba la mandíbula de hiena para matar y hacer desaparecer a sus opositores. Andrés, corrió ese riesgo, y otros muchos más.
Y curiosamente, los documentales de Andrés, siempre tenían una estructura que hacía recordar los elementos de la ficción. Los amigos, se lo hicimos notar varias veces. Sin embargo él, debido a su afán de excelencia, se resistía a intentar un film de ficción.

 
Nelson Villagra en,  Tendida mirando las estrellas un fil de Andrés Racz

Hasta que se atrevió con “Tendida Mirando las Estrellas”. No es el primer cineasta chileno que ha de quedar en los anales de la historia del cine nacional, sin que los espectadores chilenos hayan tenido la capacidad para aquilatar su calidad cinematográfica. 


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En la fotografía Andrés Racz y Begoña Zabala

lunes, 14 de febrero de 2011

LA SOLEDAD MAPUCHE


por Juan Pablo Cárdenas (Chile)


SÁBADO, 12 DE FEBRERO DE 2011
Lunes 31 de Enero 2011
El país tiene memoria de lo que demoraron meses atrás las autoridades y los medios de comunicación en reaccionar frente a una prolongada huelga de hambre de los presos políticos mapuche en las cárceles del sur. Cuando la protesta llegó a amenazar severamente la vida de los comuneros, es cuando el Gobierno y los grandes medios de prensa se ocuparon del tema y se propusieron evitar un desenlace fatal, bajo la promesa de renunciar a la aplicación de la Ley Antiterrorista invocada por el gobierno de Michelle Bachelet para encauzar a Héctor Llaitul y otros dirigentes de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM). Uno de los principales referentes de nuestra etnia principal que por 200 años ha sufrido la discriminación del estado chileno y todos los regímenes republicanos.

Acudiendo a la Iglesia Católica como "garante", el gobierno de Sebastián Piñera logró que los rebeldes depusieran su huelga de hambre a cambio de conseguir una formalización procesal más benigna para los imputados, valiéndose de la disposición de los huelguistas a enfrentar un juicio que les permitiera demostrar su inocencia frente a los inconsistentes y severos cargos del Ministerio público. Pero lo que apreciamos hasta hoy es que los procesados son víctima de acusaciones infundadas y testigos anónimos que, incluso, han llegado a prestar declaraciones judiciales bajo el apremio de la tortura y el soborno. Es escandaloso que una vez depuesta la Huelga de Hambre, los fiscales se reiteren en los mismos vicios procesales a fin de propinarles a estos dirigentes una condena que, a no dudarlo, tiene objetivos políticos más que penales.

En estos días se llevan a cabo en Cañete las audiencias finales de un proceso espurio que podría traerle a Chile drásticas sanciones internacionales por la forma en que se aplica una legalidad represiva heredada de la Dictadura y que, por lo mismo, viola flagrantemente los fundamentos de un justo proceso. Ante los excesos procesales reconocidos por las propias autoridades políticas, éstas se excusan en la imposibilidad de intervenir frente a la "autonomía" de otro poder del Estado. Con lo que arriesgan que Llaitul y otros líderes mapuche resulten condenados y se reactive un conflicto que puede tener serias consecuencias en la paz de la Araucanía y del país entero. Cuando se sabe que la causa de esta etnia compromete la adhesión de la gran mayoría de los chilenos, además de la solidaridad mundial a favor de que se les restituyan a los indígenas sus tierras arrebatadas, se les reconozca su identidad de minoría étnica y derecho a ciertas formas de autonomía.

Por cierto que los voceros oficiales eluden el tema y los medios adictos hacen caso omiso de lo que acontece en este juicio seguido por un buen número de observadores internacionales y apenas dos o tres medios informativos, como nuestra Radio Universidad de Chile. Tampoco se observa de la entidad "garante" alguna acción para que se cumplan las promesas verbales de La Moneda, las que no quedaron por escrito por un acto de confianza ingenuo de los líderes de la CAM y que hoy puede costarles caro si es que el Tribunal de la causa cede a las presiones de los empresarios de la Araucanía. Verdaderos forajidos empeñados en que el Estado chileno continúe en la senda de defender sus privilegios y despojos, como consolidar un clima de terror en las comunidades donde viven "los más pobres entre los pobres", según el decir de los obispos católicos. La gran prensa sólo reacciona ante los conatos de violencia que surgen en la Araucanía para estigmatizar, siempre, la lucha de los mapuches por sus derechos humanos conculcados de forma sistemática. Se los acusa de violentistas y criminales a pesar de la imposibilidad de los tribunales de la zona de probar las imputaciones, lo que explica que recurran a falsos testimonios para evitar que los juicios se desbaraten totalmente y caigan en el completo ridículo. Cuando ya la evidencias señalan que las únicas víctimas de estos episodios son los propios comuneros, agredidos criminalmente por la policía como ha quedado de manifiesto en el caso de los mapuches ultimados por la espalda.

Ni el Gobierno cumple su palabra empeñada, ni la Iglesia garante exige - hasta aquí- que ésta se haga efectiva. Todo bajo la complicidad, por cierto, de los grandes medios de prensa y canales de televisión. Sin embargo, los que llegan al desparpajo son los partidos políticos, parlamentarios y otros que, sumidos en sus querellas internas, no tienen tiempo de sensibilizarse frente a la pavorosa injusticia que se urde para silenciar la lucha de los mapuche y condenar a la prisión a quienes no tienen responsabilidad alguna en los delitos que se les imputan. Si es que siquiera constituyen delito aquellas acciones de justa autodefensa contra el acoso policial y la prepotencia de las empresas que se enseñorean en la zona. En otra manifestación evidente de que en más de dos décadas de post dictadura, lo que hemos tenido es un grosero co gobierno de la Concertación y la Alianza por Chile, cebados todos por el régimen institucional y el sistema económico que les legara Pinochet. El autor, precisamente, de la Ley Antiterrorista que a este gobierno y a sus antecesores les sirvió para poner en práctica una nueva "pacificación de la Araucanía".


NOTA: Esta crónica ha sido tomada de la página web de “Piensa Chile”. He creído pertinente difundirla, no sólo por quien la escribe, sino además porque su denuncia debe llegar a todos los rincones de este mundo.

viernes, 4 de febrero de 2011

¡AH, QUÉ COSAS...!



Una imagen vale más que una palabra:



El Rey de España conce el "título de marqués" a Vargas Llosa, confirmando que la palabra vale más que la imagen:

miércoles, 2 de febrero de 2011

CAE LA NIEVE...



La neige tombe… Cae, cubriéndolo todo…
Tengo que escarbar, tengo que escarbar bajo la nieve. A mi juicio todo está suficientemente blanqueado en este mundo. Nunca antes las noticias habían estado tan manipuladas…, tan blanqueadas…, pero la nieve insiste en cubrirlo todo.
La nieve, no me permite saber con certeza qué es lo que está pasando en el mundo árabe. Da la impresión que detrás de todo esto hay manos grises…, manos negras… Pero la nieve blanquea todo…
Se me enfrían las manos, pese a que me he puesto los guantes para escarbar más profundo… ¿Militares abrazándose con los que necesitan matar el hambre y la injusticia…?

Estoy seguro que bajo la nieve hay tierra, incluso hay agua en los ríos, cubiertos de la hipócrita nieve… Sí…, aquí había césped y un jardín lleno de flores… Había tulipanes rojos, amarillos, blancos, sí, de esos mismos tubérculos regalados a Canadá por la reina de Holanda… En los tiempos en que Canadá significaba neutralidad, paz…
Aquí en este otro lado había árboles…, bosques había… Obama, desea el cambio “ahora, ya”… La nieve sigue encubriéndolo todo…
El Baredei, aquel buen hombre que quiso evitar la invasión a Irak…, sugerido difusamente tal vez…, como… 

 

La nieve comienza a cubrir un pobre ciervo que quedó en el jardín, desde los días de navidad… Un ciervo que, encendidas sus luces, creyó ilusionar a los nietos… Pero estos, ahítos de tanta tecnología infantil, lo miraron casi con indiferencia no más de veinte segundos…
¿Qué habrá debajo de tanta nieve caída en esta tempestad, que parece abarcar regiones que ayer nos donaron a Aristóteles, a los grandes de la medicina…, a profetas que aún encienden las hogueras?
He perdido mi brújula bajo la nieve… Estaba encima del escritorio…, estaba entre los libros, algunos de historia, otros de filosofía, sociología… “Las Cruzadas, vista por los Árabes”, quizás la brújula está entre sus páginas…

Busco… No están los libros… La brújula no está… Todo ha sido cubierto, enterrado bajo la nieve…
“La historia avanza a saltos”. ¡Sí! ¡Mi memoria se asoma tímidamente desde debajo de la nieve…! La historia avanza a saltos, imprevistos…, a veces sin dirección…, como las chispas que saltan de las brasas cuando comienzan a encenderse… Aunque a veces hay ardores que se pierden, que se enfrían, porque la nieve llega y blanquea todo…, lo encubre todo…

La neige tombe… Ah, la neige…

miércoles, 12 de enero de 2011

¡DIAMANTES EN UN PLANETA!


Posible abundancia de rocas de diamante en un planeta
¡Al asalto, mis valientes! ¡A por ellos! Por qué mierda nos vamos a seguir matando unos con otros en este globo azul, en donde no restan más que unos cuantos kilos de cobre, y otros tantos litros de petróleo.

En la mayoría de los planetas, el oxígeno es abundante, ya sea formando parte de rocas como el cuarzo, o bien de gases como el dióxido de carbono.
Con más carbono que oxígeno, serían comunes las rocas de carbono puro, en sus distintas formas. O sea que rocas de grafito, o aún más espectacular, rocas de diamante, serían corrientes en un mundo así. También abundaría el gas metano (ojo, magallánicos).

La existencia de este planeta recién investigado demuestra que puede haber muchos mundos extraños en el universo, incluso más allá de la imaginación de los científicos, tal como subraya Nikku Madhusudhan del Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Al valiente que me siga, por el camino le contaré mi secreto. Pa callao: ¡Yo sé de un planeta de ORO, solamente de ORO, y es tan grande como Júpiter!

¡Vamos, banqueros del mundo! ¡Chupasangres! Nos costará mucho menos construir la nave interestelar, que inventar pillerías para sacarle más jugo al trabajo, a los impuestos, a las cartas de crédito, a los intereses sobre los préstamos. ¡Un planeta de oro, nos espera, cabrones!

¡Obama, agarra tu mujer y tus chiquillos y al cosmos! ¡Este globo azul no da pa más! Se cansaron los dioses… ¡Apaga, y vámonos, antes que te pille uno de esos locos, “especialidad de la casa”!

Soy generoso, como Noé. El que se ponga con unos cuantos morlacos para construir la nave, tendrá su asiento asegurado. ¡A bañarnos en oro y en diamantes, mierda!
Joseph Harrington y su equipo de la Universidad de Florida Central dirigieron las observaciones y el análisis de los datos. Este equipo utilizó el telescopio espacial Spitzer de la NASA para escrutar la luz del planeta WASP-12b. Madhusudhan realizó el análisis químico de los datos obtenidos...

 “Ya me voy por esos campos y adiós,

a buscar yerbas de olvido y dejarte…”
¡Huija rendija/ matita´e culén/ se cura la vieja/ y el viejo también!

martes, 28 de diciembre de 2010

IN MEMORIAM. A JAIME SILVA

Jaime Silva y Begoña Zabala, Ensayo La Comedia Española

Hace años atrás, entre 1997-2004 estuve en Chile 6 años. Al poco tiempo de haber llegado me parecía que nunca había estado fuera del país. Diríamos que recuperé mi status artístico anterior, desde 1950 hasta 1973. En esta nueva estadía, obtuve premios y distinciones y sobre todo el afecto callejero que me dispensó la gente. Trabajé en teatro, en cine y televisión.
Fue esta última actividad la que me permitió vivir con holgura económicamente. Fue ella también la que me permitió trabajar a su vez en teatro, a veces invitado, otras, en producciones de autogestión.

Y fue, finalmente, la actividad televisiva – específicamente las teleseries - la que me permitió “existir” públicamente en Chile hasta 2004. Alguien me lo había dicho a poco de llegar allí en 1997: “Si quieres existir como actor, tienes que trabajar en la televisión”. Y así fue, a pesar que las teleseries en las que trabajé en Canal 13 tuvieron un bajo “rating”.
Me permitió existir…, repito, públicamente…

Durante esos mismos años, entre 1997 y 2004, había muchos compañeros, colegas teatristas, no sólo en Santiago, sino a través del país, que hacían una magnífica labor teatral… Pero no “existían”, excepto para los espectadores que ocasionalmente presenciaban sus espectáculos, porque no trabajaban en la televisión. Magníficas actrices, actores y directores de teatro, autores, escenógrafos, etc., no recibían el apoyo, antes por el contrario, eran ignorados por los medios de comunicación. Ignorados sus hechos culturales.

Muchos de estos compañeros, la mayoría, vivían precariamente. Porque bien se sabe que el teatro, en países como Chile, no es precisamente la “gallinita de los huevos de oro”. Los teatristas en Chile, eran en aquellos años – como lo fueron siempre – especie de anacoretas hedonistas – paradojas de la vida - , especie de sacerdotes sin iglesia.

Hace un par de días (26 de diciembre de 2010), ha muerto en Chile uno de esos teatristas que pasó sus últimos largos años, inadvertido: el magnífico hombre de teatro, autor, director y profesor teatral – maestro, para muchos – Jaime Silva.
Más de alguien que lea estas líneas, aun siendo chileno, se preguntará, ¿quién es Jaime Silva?

Jaime, es el autor de una obra infantil maravillosa que iluminó el corazón de niños y adultos en los años 60: “La Princesa Panchita”. Jaime, es el autor de otro gran éxito teatral: “El Evangelio según San Jaime” (puesta en escena en lo que actualmente es el Teatro Nacional). Obra polémica en su tiempo, sobre todo para quienes no comprendieron la clave de humor, sarcasmo e ironía, de la relación pagano-religiosa que ha mantenido siempre el pueblo chileno – del mismo modo que universalmente otros pueblos – con sus divinidades.
Conocí a Jaime, cuando ambos éramos alumnos de la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, por allá por los años 55. El pertenecía a la promoción de Alejandro Sieveking, Tomás Vidiella, Víctor Jara, y otros más que mi memoria no retiene. Todos, teatristas que han aportado su singular talento por años, para placer de los espectadores chilenos.

Jaime, aquel muchacho rubio y de actitud modesta, ya desde sus tiempos de alumno denotó una cultura singular, exquisita, que continuó desarrollando a través de los años. Cultura teatral y universal, que le permitió ser un excelente director y maestro teatral. Y como tal vivió casi en el anonimato. Muchos de sus alumnos son hoy destacadas figuras de la televisión, el teatro y el cine nacionales.

Aquí en Montréal, provincia del Québec, hay también un buen número de ex discípulos que tuvieron el privilegio de trabajar bajo su dirección. Y aquí también, Jaime, destacó como autor con su obra “La Comedia Española”, obra dedicada a su amiga entrañable, Begoña Zabala.

Jaime Silva, gracias a su curriculum teatral, obtuvo la autorización del mismo Samuel Beckett para traducir varias de sus obras, las que pusiera en escena aquí en Montréal, primero, y posteriormente en Chile.
Sin embargo Jaime Silva, desde aquellos años de su extraordinario éxito con “El Evangelio según San Jaime”, no brilló en las páginas ni escritas ni televisivas. Jaime, no “existió” durante largos últimos años. Un maestro teatral, un intelectual de primera línea en toda la extensión de la palabra, no existió para los estamentos y autoridades culturales de Chile. Me temo que ni siquiera “existió” en Chile, ahora, en el momento en que dejó de existir.

Jaime, sé que durante todos estos últimos años viviste con gente a la que quisiste y te quisieron, quienes te seguirán queriendo. Quizás, finalmente, sea esa la verdadera manera de “existir”.

NOTA: Esta crónica en versión anterior equivocó la autoría de "Ánimas de día claro", atribuyéndola a Jaime. En realidad, su autor es Alejandro Sieveking. Mis excusas.

sábado, 18 de diciembre de 2010

ANTES DE QUE NOS PONGAN LA MORDAZA...

de Otto Dix

La filtración de los documentos de Wikileaks, ratifican la obsolescencia de nuestros actuales aparatos de dominación y gobiernos. Demuestran en realidad nuestra decadencia cultural. No, por sus contenidos, sino sobre todo porque aceptaremos la impunidad en la que seguirán ejerciendo el poder los personajes y estamentos denunciados.

El Poder, en todas sus formas, económicas, políticas y morales ha sido cuestionado en dichos documentos. Y por supuesto, el Poder responderá a esos ataques con todas sus armas si es necesario. Lo hará de tal manera que entenderemos que hay que cerrar la boca. ¡Chitón!, será la orden implícita y explícita.
Quiero decir, que aparte del comentario de sobremesa de nosotros los huevonócratas, y las ganancias coyunturales que obtienen los medios de comunicación escandalizando respecto de estos últimos 250.000 documentos de wikileaks, todo seguirá igual.

Y seguirá igual, quizás porque en el fondo – de acuerdo al modelo cultural en que vivimos – todos nosotros pensamos, que puestos en circunstancias similares a los personajes esta vez denunciados, actuaríamos de la misma manera.
Sin embargo, llamaradas de paja se ven hoy por todas partes del mundo. Llamaradas reivindicativas: salarios; seguridad en el trabajo; huelgas; ¡incendios de cárceles!; derecho a la casa propia; pensiones; autonomías de varios pueblos - incluso luchas independentistas -, etc. etc. También se ven otras llamaradas, que más bien parecen hogueras: los pueblos que luchan por expulsar a los invasores.
Todas causas muy legítimas. Pero son muy pocos los que aún insisten en luchar por un profundo cambio cultural, que implica reconsiderar nuestra concepción misma del Poder y su ejercicio.

Conste que no estoy sugiriendo desterrar el capitalismo. Mientras no encontremos otro sistema que aporte sobre todo una “ilusión”, que contenga también un valor “mágico”, tenemos que resignarnos con el mito de la libertad individual, de la democracia, la justicia es igual para todos, en fin, el esfuerzo individual, etc. Aunque filtraciones como las de wikileaks demuestren precisamente su falsedad.
Pero hablemos claro, ya que a usted le gustan las “verdades reveladas”. Tengo que decirle que si aún no es capaz de confiar en el otro, si todavía no es capaz de actuar unido tras la utopía de que otro mundo es posible - para qué lo voy a engañar -, usted seguirá perteneciendo a la huevonocracia. Y un huevonócrata consecuente no tiene derecho a quejarse. Acepta su condición sin chistar.
¿Y sabe quién ha escrito esto? Un consecuente huevonócrata. *


*NOTA: Amigas fraternales me han criticado el término “huevonócrata”, por considerarlo sexista, con intención de género. Aunque bien se sabe que ser huevón es una condición sicológica, que no designa género ni cualidad testicular. Me han propuesto el término “úterohuevonócrata”. Sin embargo, a riesgo de ser denunciado por wikileaks, he decidido por mayoría absoluta rechazar tal propuesta.

viernes, 10 de diciembre de 2010

LA NEIGE


de Idoia, Mont-Tremblant

¿Han visto alguna vez una bandada inmensa de aves blancas migratorias cubriendo el cielo entero? ¿Han visto esas bandadas descender en el valle o sobre un gran lago, transformando aquello en una sábana blanca extendida más allá de vuestra vista?
Así, así llega la primera nevada aquí en el Québec. Tal si fuera una bandada de aves migratorias, viene dejando caer un granizo leve que invade campos y jardines, árboles; techumbres, sillas y mesas de verano; automóviles estacionados. No hay capital, ni fortaleza que se resista a sus pinceladas blancas que terminan en gráciles plumas...

En ese momento, el reino de la blancura ha emplazado su trono. Desde hace ya tres días, la nieve es la reina del Québec. Hoy, por ejemplo, 10 de diciembre, estamos a 14º bajo cero. Y si corren algunas brisas, estaremos acercándonos a los 20º bajo cero. Sin embargo, mientras el frío sea un paisaje, es hermoso (“…blanco, que te quiero blanco…”, parodiando a Lorca).
Han de saber ustedes – a riesgo de cometer una infidencia – que la Nieve tiene un amante: el Silencio. (¡Qué coincidencia! Mi madre se llamaba María de las Nieves, y mi padre era bastante silencioso).

Pero en fin. Al igual que las primeras lluvias, las nieves iniciales de temporada también provocan una especie de atontamiento en calles y carreteras. Los conductores de vehículos no se resignan a bajar la velocidad de sus coches y camiones: allí, una cadena de pequeños choques; allá un camión volcado… Los 20 minutos que tomabas para ir al trabajo, ahora pueden transformarse en hora y media, y también en dos horas.

En estas circunstancias, nadie quisiera ser peatón con 20º bajo cero, pero claro, los hay. Son ojos, que caminan. Sí, ojos. Es lo único que queda al descubierto, luego del gorro metido hasta cubrir las orejas, y la bufanda cubriendo la boca. (“Qué injusticia, dirá una mujer musulmana. Me quieren prohibir el “Niqab”, ¿y sin embargo todos estos ojos que veo caminar…, qué?”).
Si en un día como hoy te quedas una mañana solo en casa, todo es blanco, quieto y silencioso…

¡Qué contraste! ¡Qué diverso es nuestro mundo! ¿Ven? Es el silencio… Es la blancura, que intenta traer a mi memoria tanta nieve sucia en diversos puntos de este globo azul… Pero debo aprovechar este instante de placidez y… ¿olvido?...
Nuestra actividad humana ensuciará la nieve…, sin duda… Pero vendrán otras blancas bandadas migratorias a imponer su limpidez, y el silencio… Carpe Diem.

martes, 7 de diciembre de 2010

GÜIKILIK, TIKI KAKA


(Documentos Secretos)

-COMO EN EL JUEGO DEL CUBILETE, YO, POBRE AVE CONSUMIDOR, LEYENDO LOS DOCUMENTOS DE WIKILEAKS, POR EL MOMENTO, “PIDO POR ABAJO…” (¿?)

-LO MISMO ME PASA CON LA JUSTICIA CHILENA. CADA VEZ SON MÁS LOS CASOS EN QUE SE ESTIGMATIZA A DIVERSAS PERSONAS SIN QUE ANTES LOS FISCALES REÚNAN PRUEBAS ACUSATORIAS SUFICIENTES. DE MANERA QUE RESPECTO DE LA JUSTICIA EN CHILE: “PIDO POR ABAJO…” (¿?)

-AQUÍ EN MONTRÉAL, PUBLICA HOY EL DIARIO « LA PRESSE » (EXISTE EN LA ACTUALIDAD UNA INSISTENTE CAMPAÑA DENUNCIANDO LO QUE TODO EL MUNDO SABE: LA INFILTRACIÓN Y DOMINIO DE LA MAFFIA EN EL CAMPO DE LA CONSTRUCCIÓN):

« En virtud de la Ley sobre la construcción, las empresas de Construcción Louisbourg et Simard-Beaudry arriesgan de ver suspendida su licencia si ellas son declaradas culpables de fraude fiscal. En cuyo caso, teniendo en cuenta la importancia de dichas empresas, la industria de la construcción del Québec conocería un trastorno sin precedentes.

Las dos sociedades y sus 10 filiales, dirigidas desde hace años por Tony Accurso, han tenido la misma licencia de la Dirección general de la construcción. Desde 1990, estas empresas han obtenido alrededor de mil millones de dólares en contratos públicos en el Québec, lo que hace del señor Accurso uno de los más importantes, si no el más importante de la industria. De este modo sus empresas también están muy presentes en el sector privado.

En una declaración fechada en 1994 y depositada en la Corte de Justicia de Ontario, el dirigente de una gran sociedad norteamericana que quería establecerse en Canadá, hizo notar: “ninguna firma podría hacer negocios con éxito en la industria de la construcción en Ontario y el Québec sin la plena cooperación de ciertos líderes de la industria, quiero decir, sin la cooperación del señor Tony Accurso”.

A buen entendedor, pocas palabras. De manera que respecto de la penalidad que pueda sufrir el Señor Accurso y sus empresas: “PIDO POR ABAJO”… (¿?)

lunes, 22 de noviembre de 2010

LISTÓCRATAS Y HUEVONÓCRATAS


Hay días en que leyendo las noticias de Chile y del mundo me arrepiento de haberlo hecho. Y he escuchado, que a otros cuantos les sucede algo similar.
Y sin embargo los personeros o voceros del poder, no se cansan de hablar todos los días de un mundo en el que nadie vive. Quiero decir, de un mundo inexistente, excepto para ellos mismos.
Es increíble. No existe farsa teatral, película para niños, o films de ciencia ficción que supere las fantasías – en realidad falacias - de los jerarcas del poder. Y sin embargo aceptamos sumisamente sus descaros y su estulticia.

El afán de consumir nos tiene tan desarmados – atontados es la palabra -, ante los sinvergüenzas, que éstos nunca antes habían tenido tan despejado el campo para hacer con nosotros lo que se les da la gana. Nos tienen tan ocupados en resolver nuestro día a día, y sobre todo, ansiosos de obtener la última “huevada tecnológica” que ha salido al mercado – aunque no tengamos donde caernos muertos -, que una elite se contempla todos los días ante el espejo felicitándose por formar parte de la “Listocracia”.
Los listócratas son cada día menos, pero por lo mismo cada día son más poderosos. Los medios de comunicación, la Banca, la Bolsa, la industria, se concentra cada día en menos manos.

Al mismo tiempo, cada día son menos los “náufragos” que aún se aferran al salvavidas de pensar, de preservar su conciencia crítica.
Porque las grandes mayorías estamos envenenados con la pócima que nos inyecta a diario la listocracia: pensamos, hablamos, sentimos, deseamos, nos vestimos, y en definitiva, concebimos la realidad, de acuerdo al mensaje de los listócratas.
De los listócratas, he dicho bien. No ya de los “nobles”, de los “clérigos”, de los “burgueses”, de los “empresarios”. El listócrata no es una nueva clase social, es una especie de sincretismo, si se me permite, y a la vez un híbrido. Es un bicho ambiguo, transversal, generalmente especulador – no sólo en las finanzas -, quien eventualmente puede estar ligado a una actividad productiva, siendo su fin último sin embargo la especulación de capitales y de los valores éticos. El listócrata, ha transformado la filosofía, la ideología, las religiones, la política, en asuntos instrumentales para defender y acrecentar su poder.

Y los “huevonócratas” que constituimos la “Huevonocracia” – antes se nos denominaba esclavos, siervos, masas – estamos permeados de la misma actitud avalórica que los listócratas. Aunque siendo más inocentes que ellos, los huevonócratas creemos aún defender valores, pero en el fondo – inyectados con la pócima antes dicha - nuestros actos diarios develan nuestra aspiración de ser listócratas. Por cuya causa vivimos con los huevos y los ovarios ocupando el lugar de las amígdalas.

Porque ante tan estúpida aspiración, vivimos permanentemente frustrados y endeudados. Sin darnos cuenta que este mundo real, elaborado por la listocracia, es cruel. No hay consuelo. No, señores. Oremos, pero no nos turbemos: “De los pobres NO será el reino de la Listocracia”. En el reino de la listocracia sólo tienen cabida los que son capaces de matar a su madre si es preciso, pero haciéndolo de tal modo que no les salga “ni por curado”.

En Estados Unidos estos especímenes, sobran. Aquí mismo donde vivo, Canadá, también. En Chile para qué decir, ladrones y genocidas, además de otras yerbas…
Como miembro de la huevonocracia, sabiendo que los medios de comunicación, en manos de la listocracia, no dan cuenta de la creatividad del hombre en las ciencias, educación, arte, etc., sabiendo eso, digo, vivo con la esperanza que los “náufragos” – entre ellos mucha gente joven felizmente - logren llegar a las playas.

Y una vez allí, se reconozcan unos a otros. Y emprendan el largo camino de la unidad, cruzando los montes. Deteniéndose ante los antiguos árboles que ya dieron sus frutos, y que sin embargo hoy son útiles para montarse sobre ellos, y desde su altura, con nueva mirada, ver los nuevos horizontes.

domingo, 14 de noviembre de 2010

EL VOLCÁN DE CHILLÁN Y DOS PIÑONES

de Nelson Villagra, Volcanes de Chillán


En la página de inicio de mi ordenador tengo una gran foto del volcán de Chillán junto al Nevado, y dos piñones en mi escritorio, sobre una pequeña piedra recogida por mí en el Estrecho de Magallanes.
Tal vez eso, hoy, me estimuló la curiosidad y, por qué no decirlo, la nostalgia, y decidí entrar en las páginas del diario La Discusión de Chillán (el segundo diario más antiguo de Chile). Un diario del cual tengo magníficos recuerdos, ya que siempre apoyó nuestra labor cultural artística, por allá por los años 50. En aquel tiempo todavía era su director don Alfonso Lagos Villar y sub director Edgar Perramón, si la memoria no me engaña.

Radiodifusión Cultural de Chillán, se llamaba el grupo al cual tuve la oportunidad de integrarme cuando recién tenía 13 años de edad. Lo dirigían mis distinguidos y queridos maestros, Ciro Vargas Mellado y Enrique Gajardo Velásquez (este último nos asesoraba desde Santiago con visitas periódicas).

Si nombrara a los compañeros que formábamos en aquellos años el colectivo cultural, que luego formó el Teatro Experimental de Chillán y posteriormente el Instituto de Extensión Cultural de Chillán, el Coro de Chillán (dirigido por el maestro Pulgar) seguramente olvidaría algún nombre, cometiendo una injusticia. Porque entre los valores que tuvo aquella experiencia cultural, fue su afán colectivo.

Mi querida ciudad natal de Chillán, tenía en los años 50 unos 46.000 habitantes. Hoy, según he leído, es una urbe de 165.000 habitantes. ¡Wow! Sin embargo, ante el aumento de la población, en la Plaza de Armas, sus árboles son los mismos de mi infancia y adolescencia. Los mismos que admirara el filósofo Jorge Millas de visita en Chillán por aquellos años.
El grupo cultural (Radiodifusión) me encargó un día que acompañara al filósofo a dar un paseo por la ciudad. Yo tenía unos 14 años. De pronto, aquel hombre se detuvo en medio de la Plaza y dijo: “Me gusta este lugar por su macicez arbórea…” Me quedé boquiabierto. No tuve idea de lo que había querido decir. Y precisamente por eso, hoy recuerdo la frasecita como si aún la estuviera escuchando.

La última vez que caminé por las calles de la ciudad, luego de varios años de ausencia, fue en marzo-abril de 2008, mientras filmaba una película (El Regalo), en las Termas de Chillán.
Entre las cuatro avenidas que le dan la cuadratura a la parte más tradicional de la ciudad, ya no había calles de adoquines ni de huevillo ni de tierra. Se levantaban por aquí y por allá algunas torres – en Chillán, zona sísmica, cualquier edificio de más de 4 pisos es una aventura - tan monótonas como en cualquier otra ciudad en donde el “crecimiento” y el “progreso” han hecho su aporte tan discutible.
Y el Mercado de Chillán…, ¡qué quiere que le diga! Todo se ha sofisticado. Pero a pesar de todo, conserva su colorido, su ambiente bullicioso. Pero claro, en las calles adyacentes ya no está el “turco” en la puerta de su negocio agarrando al campesino de la manga: “Miajito lindu, te tengo la género bunitu va tu siñora”. No, ahora los hijos de aquel comerciante son dueños de una galería comercial importante.
 

de Nelson Villagra, desde la habitación


En 2008, habían desaparecido los “coches guasquiados”, y ahora podías arrendar un 
taxi que te llevaba hasta las Termas mismas, allá en lo alto de la Cordillera. Como era lógico, en aquel año de 2008 ya tampoco estaban mis amigos con los cuales corríamos detrás de los coches para montarnos en el eje trasero, hasta que nos descubría el cochero, quien lanzaba guascazos hacia atrás obligándonos a abandonar nuestro deleite...
¿Y el “Tren Chico”, de Chillán a Recinto, dónde está?... ¿Y el “Ramal” de Chillán a Concepción, que en aquellos años cruzaba por bosques de árboles autóctonos?... ¿Las tortillas de Ñipas, los “chupones”, el aire de mar, adivinado antes de llegar a Dichato…, dónde están? ¿La mujer de las palomas…, quién sabe de ella…? ¿Y de la huacha Torres, quién se acuerda…?

La cultura en mi ciudad sigue siendo aupada por diversos intelectuales y artistas. A contrapelo muchas veces, como todo intelectual y artista que se respete. Quizás entre sus tareas, rescaten un día algunas imágenes perdidas u olvidadas…
Recuerdos, amigos, romances, amores… Como toda ciudad natal, Chillán es para mí mucho más que la ciudad donde nací y me crié. Es un sentimiento. Un sentimiento estructural que ha venido generando mi evolución, como persona, como actor…, y estimulando también mi capacidad de amar…

lunes, 1 de noviembre de 2010

" EL ABISMO LLAMA AL ABISMO"

ABYSSUS ABYSSUM INVOCAT



Escuchando y viendo a Serge Latouche en el video de You Tube, recordé una décima del Maestro Merardo, un humilde albañil que pocos años antes de morir, me regaló sus cuadernos en los que había escrito sus versos:


Son tiempos en que las ciencias
anuncian muchos portentos.
Todo el mundo está contento.
Nadie ve la inconveniencia
de la falta de conciencia
que manipula el progreso.
Lo nuevo, más que lo viejo,
es la única medida,
no importa si da la vida
o si te arranca el pellejo.




lunes, 11 de octubre de 2010

CARTA A LOS 33 MINEROS


Amigos mineros, con los mejores deseos de éxito, me permito decirles lo siguiente: cuando los saquen a superficie, les sugiero que hagan como los actores. Quienes después de un estreno exitoso de la película en que han trabajado, luego de las luces, entrevistas en diarios, revistas y televisión, generalmente se toman un trago con los compañeros y regresan tranquilamente a casa.

Los actores están acostumbrados a reintegrarse a su vida cotidiana. Algunos se reintegran a su familia, otros, a sus amores, y también algunos se reintegran a su soledad. Pero unos y otros, saben que la vida no es un exitoso estreno todos los días.
Amigos, mineros, no se olviden que están en Chile. En el futuro, apóyense en las personas que realmente los quieran, porque lo demás…, “son golondrinas de un solo verano…”


Les aseguro que se necesita coraje también para seguir viviendo serenamente, luego que se apagan las luces y los aplausos. Como también es difícil vivir tranquilo si nos otorgan una situación de privilegio, sabiendo que las circunstancias que nos convirtieron en héroes, continuarán amenazando a miles de compañeros.

Vaudreuil-Dorion, 11 de octubre de 2010.


Fraternalmente,


Nelson Villagra, actor.

jueves, 7 de octubre de 2010

NO ES IGUAL PARA TODOS




Guayasamín




Que en Chile la justicia NO ES IGUAL PARA TODOS, es un hecho histórico. Lo hemos visto desde niños, otro tanto lo hemos escuchado de víctimas confiables, y el resto lo hemos leído en diarios y libros de historia.

Yo mismo, en tanto actor, hube de actuar un personaje, Jorge Valenzuela Torres, en la película “El Chacal de Nahueltoro”, muchacho que cometió un crimen horrible, sin duda, pero que judicialmente se le trató como “un gañán de tercera clase” (expresión textual del juez que instruyó su caso), y que entre otras negligencias procesales ni siquiera tuvo casación de fondo, para condenarlo a muerte.

En fin, pienso que cualquier persona sin medios económicos sabe que hay una justicia para ricos y otra para pobres. No sólo en Chile. Pero más grave aún, es cuando la justicia entra en una zona subjetiva, prejuiciosa, descalificando a los procesados antes de reunir las pruebas pertinentes. En el conflicto actual de los mapuche, esta actitud judicial ha quedado de manifiesto. Y contando además con la colaboración desvergonzada de los carabineros que se han permitido “sembrar” pruebas en casa de los acusados. Esto adquiere ya, visos de corrupción.

Como esta peligrosa actitud judicial alcanza no sólo a los mapuche, sino incluso a quienes han intentado ayudar o denunciar los abusos históricos que se cometen contra el pueblo mapuche, quienes estamos ajenos a la situación descrita no debemos olvidar aquel antiguo adagio: “Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas en remojo”.

Por todo lo dicho me permito reproducir la carta siguiente, extraída del diario chileno The Clinic, en la cual se devela exactamente lo que he mencionado más arriba:



6 de Octubre de 2010
Carta abierta de escritor vasco absuelto: “El extranjero que se aproxime a los mapuches corre riesgo de ser considerado terrorista”

Por The Clinic

El 3 de octubre abandonó Chile el escritor vasco y ex vocalista de punk Asel Luzurraga, dejando atrás su hogar en Padre Las Casas, a las afueras de Temuco. Alcanzó a estar 43 días en la carcel, hasta de la Corte de Apelaciones anuló un primer fallo que lo condenaba a 220 días de prisión. La fiscalía había pedido mucho más y lo acusaba tener materiales para fabricar bombas. Él acepta que en su casa había un extintor vacío, pero alega que las mechas fueron evidencia sembrada. La gobernación de Cautín, debido a la última decisión de los jueces, no pudo expulsarlo del país, como era su intención.

__________

Por Asel Luzurraga

Son muchas las razones que llevan a hombres y mujeres a viajar, acercarse a unas realidades y alejarse de otras. No son pocas las que hasta ahora me habían llevado por el mundo de un lado a otro, generalmente con el horizonte de, tras conocer realidades que me interesaban, regresar a casa. En otros tiempos mi casa significaba una sola, aquí en el País Vasco. Sin embargo, Chile ha dado una vuelta completa a todo ello. La decisión de acercarme a esas tierras la tomé por amor a la que desde entonces sería mi compañera (la mejor que podría haber imaginado). Allá, en el corazón del Wallmapu, tuve por primera vez otro lugar que sentí como mi casa, mi otra casa. Y, por encima de todo, fue el miedo el que me forzó a abandonar un lugar donde me sentía feliz, algo que nunca había vivido hasta conocer de cerca una realidad de persecución política sin precedentes en mis anteriores experiencias. Al menos, pude partir por propia voluntad, sin que la expulsión que desde un principio se buscaba llegara a efectuarse.

Ahora he vuelto a casa, a la otra, debo decir, y me siento por fin seguro. Ahora siento que puedo relajarme, dormir tranquilo, expresarme como siento y deseo, e incluso ausentarme y dejar la casa vacía sin preocuparme por quién entrará y qué llevará o dejará en ella. Porque ciertamente, desde que aquel 31 de diciembre de 2009 la policía, al dictado de algunas autoridades, decidiera hacer, de un escritor pacífico con una vida dedicada a las ideas y la palabra, un terrorista con los terribles delitos de ser de origen vasco, de convicciones anarquistas, punk y solidario con el cercado pueblo mapuche, desde que esos cuerpos policiales, coordinados por el comandante Barja, a través de la experticia del capitán de Labocar Victor Hugo Blanco maquillaran las razones reales de lo que en algún despacho se había decidido colocando sobre el ropero de mi habitación elementos de prueba que jamás vi, desde que fui acusado insistentemente a través de la prensa chilena de tener relación con bombas sucedidas en fechas incluso anteriores a mi primera entrada en el país, recuperar la tranquilidad, la sensación de seguridad, se convirtió en imposible si no era lejos. Más aún después de que, a pesar de las abundantes evidencias, tres jueces decidieran que no hay ningún problema porque el capitán Victor Hugo Blanco manipulara las fotografías tomadas en el lugar, en especial aquella que demostraba la ausencia de los elementos antes de la entrada de la policía; tampoco por las abundantes contradicciones y mentiras, en especial las fabuladas por el miembro de Sipolcar Marcos Gaete, contrastadas documentalmente con una serie de vídeos que él afirmo unos días antes no existir; ni por los variados testimonios exculpatorios. También decidieron que no es ningún obstáculo que la Fiscalía no fuera capaz de determinar ningún vínculo entre el acusado y los objetos imputados, salvo que “estaban allí” según el testimonio de tres policías, los únicos que testificaron haber visto personalmente las especies sobre el closet. Tampoco que los testimonios de los propios agentes revelaran que no se siguió en ningún momento el protocolo de seguridad que se supone obligatorio ante el hallazgo de un objeto supuestamente desconocido del cual se presume que pudiera ser una bomba. Nada de eso importa cuando la única meta es condenar a una persona para que pueda ser expulsada y para que todo cuadre en las versiones oficiales. Frente a los cinco años solicitados por la Fiscalía (inicialmente por encima de diez, cuando aún se pretendía aplicar la nefasta Ley Antiterrorista), esos 220 días sancionados hablan por sí solos de la inocencia que los jueces realmente percibieron y no se atrevieron a sentenciar.

Algo similar pasa cuando de lo que se trata es de criminalizar a comuneros mapuche. El mismo capitán Victor Hugo Blanco se encargará eficientemente de fabricar las pruebas que deberán ser halladas en los allanamientos. Seguramente en Santiago tienen sus pares para hacer le mismo trabajo cuando el guión apunta a los anarquistas y okupas.. Lo importante es que los “peligros para la sociedad” estén a buen recaudo. Una vez conseguido, aunque más adelante queden demostrados los montajes correspondientes, incluso si hay que ir dejando a todos libres, no importa, la gente olvida rápido y seguirá pensando que, en caso de conocer de cerca algún caso de ese estilo, se tratan de excepciones, no de prácticas habituales.

Es probable que, visto que escribir en Chile es un oficio peligroso, sobre todo para quienes obstinadamente se empeñan en plasmar la verdad, no pueda vivir de nuevo por esas tierras. Es triste, porque el pueblo chileno, la sociedad real, esa que cada día trabaja con su propio sudor y no con el ajeno, que conoce el sufrimiento diario en carne propia, que pese a todo mantiene la sonrisa, la hospitalidad, el sentido del humor y una inmensa capacidad de cariño, merece mucho más tiempo del que me han permitido dedicarle. Es triste porque, después de año y medio viviendo en el Wallmapu, no he podido siquiera conocer desde dentro una comunidad mapuche, porque el extranjero que se aproxime a la realidad de ese pueblo originario, corre inmediatamente el riesgo de ser considerado, si no terrorista, si al menos sospechoso. La desbordante hospitalidad mapuche puede costar cara.

Independientemente del resultado del recurso en marcha, que según la lógica jurídica debiera serme favorable, ahora soy libre. Un poco menos que antes, puesto que algunas personas han decidido vedarme un pedacito de este mundo que no debiera tener dueños, pero libre después de todo. Probablemente más libre que ese hermoso país que elige a diario sus propios barrotes entregando el poder a quienes no conocen la grandeza de términos como amor o libertad, salvo amor al dinero y libertad para oprimir. Y esa libertad la ejerceré, entre otras cosas, para seguir dando a conocer la verdad de lo que ha pasado en este año y medio. Sirva esa verdad para arrojar luz sobre los casos que han llevado a los hermanos mapuche a poner en riesgo su propia vida por lo que creen justo, para clarificar lo que realmente se esconde detrás de las 14 detenciones de Santiago, la represión diaria que las ideas sufren en Chile.

Si deciden publicar este texto en sus medios, si deciden por fin dedicar sus páginas o sus espacios informativos a servir a la verdad y no a otros intereses, hagan llegar con mis palabras todo el amor y el respeto a los peñi y lamgen encarcelados y perseguidos, a los y las anarquistas víctimas de otros tantos montajes fiscales y policiales, y a todas las personas que, aún con miedo, siguen dedicadas a crear otro mundo posible sin explotadores ni explotados. La linda gente que habita esa tierra bautizada como Chile merece el sacrificio.