miércoles, 10 de agosto de 2022
martes, 26 de julio de 2022
EMOCIÓN INTRANSFERIBLE
Que el Arte Teatral sea efímero le otorga una cualidad trascendente. Como espectadores, en estricto rigor, nunca veremos el mismo espectáculo dos veces. Entre una función y otra, siempre captaremos nuevos matices, mejores o peores. La interrelación emocional de la actriz o del actor con los espectadores, es única, irrepetible, misteriosa, difícil de explicar.
Al mismo tiempo, a los espectadores tampoco les será fácil transmitir, explicar la emoción vivida durante el espectáculo. Actores, técnicos y espectadores, formamos parte del Arte Teatral.
Junto con Bego, realizamos varios montajes teatrales en Chile entre 1997-2004. Nos resultó sorprendente la recepción elogiosa que tuvimos por parte de los espectadores y la crítica especializada. Bego, como actriz extranjera, pasó brillantemente la prueba, imponiendo su calidad artística, comenzando con El Señor de las Luces – de mi autoría -, en La Amante Inglesa, de la autora francesa, Marguerite Duras, dirigida por Jaime Silva. Y con el mismo director, la obra minimalista de Samuel Beckett (Rockaby). Además (Ópera Inmóvil), bajo mi dirección, del autor chileno Jorge Díaz, y en un “divertimento teatral” en versos de mi autoría, La Farsa del Caballero y la Muerte.
Si todas las actuaciones de Bego fueron brillantes, quizás, fue el personaje de La Amante Inglesa – Claire – quien le permitió desplegar aún más ampliamente su magnífico talento de actriz. Me atrevo a decirlo, porque lo confirmaron, primero, los espectadores, y luego la crítica especializada: “Tampoco está en discusión el manejo actoral de Nelson Villagra (Pierre), ni la sólida y sorprendente labor escénica de Begoña Zabala (Claire), la actriz vasca que comienza a darse a conocer en las salas santiaguinas” (diario La Tercera). “Ciertamente es una obra en extremo dura, seca y cruel, cuya teatralidad escueta radica fundamentalmente en el trabajo actoral. Nelson Villagra y la actriz Begoña Zabala con actuaciones de gran exigencia, tienen desempeños brillantes”, (El Mercurio).
Y sin embargo..., y sin embargo... Lo he dicho: el Arte Teatral es efímero... Toda esa emoción que he descrito durante nuestras presentaciones en Chile, los elogios, toda esa maravillosa experiencia estética, solo ha quedado en la memoria del instante..., irrepetible e intransferible.
EXCITACIONES DEL ALMA
Los comentarios entusiastas que ha merecido la inserción de la película El Regalo en mi página de Facebook, me alegran una vez más, en tanto miembro del equipo artístico y técnico del film. Vuestros comentarios me han resultado como renovados aplausos, y en Chile los he recibido personalmente en variadas ocasiones.
A propósito, nunca se me ocurrió grabar los aplausos, digo, tenerlos hoy, como se guardan las fotos o la esquela de felicitación. Sería tema para un cuento o novela: “El viejo actor, tendido en el sofá de su despacho, mientras recordaba sus actuaciones pasadas, miraba la foto de El Señor de las Luces, escuchando además los cálidos aplausos que su actuación había provocado. Su ego, se hinchaba hasta ahogarlo, latiendo más fuerte que su propio corazón...”. ¡Gau!, menos mal que nunca se me ocurrió tal idea.
“El Señor de las Luces”, fue la obra de mi autoría con la que regresé a Chile desde mi exilio, luego de 15 años. Fue gracias al Plebiscito de 1988 que la dictadura hubo de permitirnos la entrada a los últimos 100 que estábamos impedidos de hacerlo. De tal manera que lo hice en 1989, y con una obra de teatro.
Pero volvamos a los aplausos. En la noche del estreno de la obra mencionada, cuando mi personaje – Le Savant -, entró a escena, los espectadores rompieron en un caluroso y prolongado aplauso, saludando mi regreso al país.
Amigas, amigos..., la sorpresa y emoción que me provocó aquel gesto del público está más allá de las palabras... Felizmente, mi personaje hacía su entrada a escena sentado en una silla de ruedas... No sé qué habría sucedido si hubiera ingresado caminando.
Bego, quien me acompañaba como actriz, se aferraba a las cortinas entre bambalinas, emocionada. Ambos sabíamos lo significante de aquellos aplausos..., inolvidables...
Desde aquí, desde Vaudreuil-Dorion, si alguien que hoy lee estas líneas, fuera, además, uno de aquellos espectadores, las ondas energéticas que excitan mi alma con este recuerdo le darán a ella o él, un fuerte y caluroso abrazo. Gracias a todos.
viernes, 8 de julio de 2022
¿UN ASTROFÍSICO CALLEJERO?
Mendigo, de Amey Cárdenas |
Durante mis años de estudiante en la Esc. de Teatro de la U. de Chile, el centro comercial de Santiago estaba en la calle Ahumada. Allí solía cruzarme con uno de los tantos pordioseros. Además del lisiado que decía ser Gardel luego del mortal accidente aéreo, había otro, muy singular, quien arrinconado contra un edificio, cantaba intermitentemente una cancioncilla, una especie de vals, a media voz, soltando una espasmódica carcajada al final, sacudiendo la cabeza mientras estiraba el brazo con su tarro de la limosna. Muchos peatones nos deteníamos a escucharle, echándole alguna moneda. Yo lo escuché varias veces, en realidad, muchas veces. Me resultaba un personaje misterioso:
“Este Globo, gira y gira/con la gente, toda arriba/se vislumbra con la vista/el espacio sideral.../¡Ay, qué bien hecho!/ No compramos los pasajes, / pero vamos en el viaje/aunque nadie sabe adónde/ ni se ha visto al Capitán.../¡Ay, qué bien hecho!”, y soltaba la carcajada cubriéndose la boca intentando disimular la falta de dientes. Los transeúntes le acompañábamos con una sonrisa mientras depositábamos las monedas.
Una vez, me decidí a preguntarle detalles sobre la cancioncilla que me resultaba curiosa. Pero él solo se limitó a sonreír con su boca desdentada sacudiendo la cabeza. Nunca logré una respuesta, incluso el día en que le ofrecí un billete. Lo aceptó, pero guardó silencio con la cabeza escondida en su pecho. Ese día aguardé un par de minutos. Escondida la cabeza en su pecho ya no sonreía. Me sentí incómodo, impertinente. Me marché... Nunca supe detalles de su vida...
Ha sido releyendo entretenidos párrafos de un libro de Hubert Reeves, astrofísico canadiense (creo que él se autodefinió como Québécois), quien me trajo a la memoria aquél singular pordiosero. “Poussières d´Étoiles” (Polvo de Estrellas), se titula el libro de Reeves. Desgraciadamente - que yo sepa -, está solamente en francés e inglés. La astrofísica intenta explicar la magia de nuestra existencia. Intenta descifrar el “truco”, la maravillosa insistencia de la naturaleza en desarrollarse.
“Este Globo, gira y gira/ con la gente toda arriba...”
miércoles, 6 de julio de 2022
CUANDO LA MAGIA PIERDE SU ENCANTO
paisajes de la red |
Es lamentable que todavía, según demuestran los acontecimientos actuales, la contracultura norteamericana mantenga un dominio predominante en los EEUU. Un dominio que, ayer como hoy, ha tenido su contraparte racional, aunque hasta el momento no ha sido capaz de vencer el oscurantismo supersticioso de la contracultura violenta y racista en el poder.
A muchas personas les parecerán inexplicables los acontecimientos actuales, comenzando por la actitud irracional de quienes se oponen a seguir las orientaciones de los médicos para contener el Covid-19, en un país que tiene tan significativo número de premios Nobel en ciencias, adelantos tecnológicos y una industria desarrollada. Más aún, un país que cuenta con esclarecidos intelectuales y talentosos artistas.
Sin embargo, en ese mismo país, destacado por su política internacional trágicamente agresiva, al mismo tiempo existe tal proliferación de magos con pretensiones de poseer poderes mentales, que la magia pierde su encanto; pasada la peste de los Ovnis, el testimonio de los “abducidos” sigue contando con numerosos adeptos en ese sector social; existen cientos de curanderos; psíquicos que hablan con los muertos; poderes paranormales – desprestigio de la parasicología -, que cuentan con “Institutos de Investigación”, cómo no, si hay que descifrar los mensajes de quienes han sido teletransportados a Júpiter, regresando a la tierra con sendas revelaciones del más allá, etc., etc.
En fin, es un amplio sector social norteamericano en que la ciencia es denostada por la “pseudociencia”, actitud que cuenta con el respaldo de algunos pastores evangélicos que, curiosamente, son los millonarios del condado respectivo (a veces del Estado).
Varios intelectuales y científicos norteamericanos han indagado en ese mundo de la superstición y la credulidad, constatando que en dicho sector la mayoría viven del fraude y la mentira. Lo relevante, es el hecho que la superchería cuenta con el respaldo, con la credulidad de sus habitantes. Cada libro de estos personajes – y son escritores prolíficos – son “best sellers”, para felicidad de las editoriales.
Escarbando en ese sector, aparece coherente la existencia de un personaje como Donald Trump, quien aconseja beber lejía contra el Covid-19; pareciera explicable su irresponsabilidad e incompetencia para ejercer la presidencia de los EEUU. La megalomanía de Trump, encuentra su base de apoyo perfecta, justamente en la ignorancia de ese sector significativo de la población que es manipulable, siempre a la espera del acto mágico, siempre a la espera del personaje hacedor de milagros.
Si pese a la peligrosa situación actual, el pueblo norteamericano logra llegar a noviembre de este año, el evento electoral tal vez devele si la ciencia norteamericana logra vencer a la pseudociencia, si la cultura norteamericana logra dar un paso sustancial para vencer a la contracultura en el futuro.
domingo, 3 de julio de 2022
INSTANTE DE FANTASÍA
Fantasías , de la red |
En estas mañanas, comienzos de verano aquí en Montréal, suelo salir a la terraza, en el jardín posterior de la casa. Me siento bajo el “gazebo”, para recibir el aire que llega en brisas refrescantes de tanto en tanto.... La clorofila es abundante en el traspatio. Durante el fin de semana cesan los ruidos de tráfico, todo es un silencio verde. Algún pajarillo cruza raudo por el patio..., y de pronto..., miro el cielo, la bóveda azul bajo la cual existimos... Azul..., ni una nube, límpido azul. Y zaz -la imaginación es una cualidad maravillosa -, espontáneamente mirando la bóveda azul, aplico el zoom, pero no para acercarme, sino para alejarme. El zoom, hacia atrás, hacia atrás... Y entonces mi imaginación provoca el milagro... Todo se empequeñece, yo, y el globo azul en el cual vivimos. Se empequeñece tanto, que yo y el mundo, el planeta Tierra, desaparecemos... Ya no existo. Me he transformado en parte del infinito..., palpitación cuántica intermitente... A pesar de todo, mi herencia terrenal me recuerda a Epicuro: “La muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando existe la muerte, ya no existo yo”.
El verde de la clorofila, junto con las suaves brisas del aire, me han provocado el instante de ilusión que no le hace daño a nadie, es terapia espontánea. Regreso del infinito, sonriente, sintiendo que mi mujer me ama tanto como yo a ella, y que hijos y nietos, conservamos incólume nuestro mutuo cariño...
Con mis mejores deseos, buen fin de semana.
STRIPTEASE
Democracia Norteamiricana |
Se mueve sinuosamente..., se desliza..., se tiende..., se incorpora..., se ofrece al alcance de la mano..., excita, sin duda excita... Sabe que está engañando, pero su atractivo escénico obnubila a todo el mundo. Lo imposible parece posible, eso se ha encarnado de Sur a Norte, de Este a Oeste. Todo parece espontáneo, aunque sus movimientos, la puesta en escena, están perfectamente calculados: la Mentira, gira como un carrusel de ilusiones, feliz, porque ha logrado parecer autónoma, se ha encarnado en el sentimiento de multitudes. (Honor, a quienes todavía saben elegir la Verdad contra la Mentira). Porque ésta, en EEUU, se ha convertido en el “sentimiento” de miles de personas. Iniciada por el narcisismo patológico de Donald Trump, y con el apoyo de sectores significativos de los capitales norteamericanos, hoy la Mentira en EEUU, luce su desnudez y cinismo con tal impudicia, que resulta difícil encontrar un parámetro semejante en la historia política de la humanidad. En actitud provocadora, la Mentira apoya el portar armas en lugares públicos, coarta la libertad de las mujeres (tenían más derechos sus madres y sus abuelas). Como hábil jugadora de ajedrez, la Mentira, ha puesto en jaque a la Democracia Norteamericana.
“EN CHILLÁN PLANTÉ UNA ROSA…”
Atalaia 2017 |
Descansando un instante del sin sentido que entregan diariamente los medios de información, decidí revisar unos escritos que tal vez un día sean parte de mis memorias. Y me encontré con un fragmento que intenta dar una semblanza de mi ciudad natal en 1940.
Muchos vestigios del terremoto de Chillán de enero del 39 quedaban todavía en mi ciudad: muros destruidos, sitios eriazos con escombros y por supuesto muchos edificios y viviendas en proceso de renovación o construcción.
Chillán de aquellos años aún tenía una fuerte presencia rural en su paisaje urbano, en sus habitantes, y en su espíritu. Dentro del cuadrado de las cuatro avenidas, varias calles eran simples terraplenes y otras poseían adoquines. Las más antiguas conservaban todavía piedras de huevillo, y más tarde de adoquines. Más allá del perfecto cuadrado de las cuatro avenidas, crecían las “poblaciones” que rodeaban la ciudad.
Reforzando la presencia rural en mi ciudad de aquel tiempo, en las mañanas entraban a Chillán carretelas con productos de las chacarerías y huertos cercanas que se instalaban en un costado del Mercado, creándose allí una Feria Libre. Pero no solamente carretelas, porque también llegaban carretas que viajaban 20 o 30 kilómetros para participar en aquella Feria. Los campesinos venidos de lejos se quedaban en la ciudad, durmiendo bajo la carreta, hasta liquidar su mercadería vendiéndola a veces “a precio de huevo” (serían baratísimos los huevos, supongo).
La leche, se repartía por las calles de la ciudad a caballo o en carretela, traída de los fundos cercanos que también solían ofrecer panes de queso añejo y queso fresco expandiendo su perfume en el aire.
Del mismo modo entraban a la ciudad las carretas de carbón, pequeñas, estrechas, con ruedas de madera maciza y altas barandas de ramas. Pasaban por las calles vendiendo carbón a granel con su medida del almud, o en sacos que aportaba el cliente: “¡Caarbón, caaarbón!!”
Así mismo, entraban a Chillán recuas de mulas venidas de la costa, cargadas de cochayuyos y “pescá seca” (pescadilla), además de ristras de cholgas y piures secos: “¡Coochayuyo y pescá seca, cooochayuyo y pescá seca!”
Quiero decir, que el campo y su gente entraban diariamente a la ciudad.
Chillán, además de tiendas y almacenes, contaba con diversos maestros y vendedores ambulantes: soldadores; hojalateros; ropavejeros; afiladores de cuchillos; vendedores de frutas, de dulces; vendedores de diarios y revistas; barquilleros; heladeros; el elegante “vendedor viajero” que tocaba a tu puerta ofreciendo joyas, relojes, lapiceras, cortes de tela; etc., etc., etc.. Todos, recorriendo la ciudad, anunciándose con gritos publicitarios, con pitos, cuernos, en fin.
Eran tiempos en que pasaban volando por los cielos de Chillán, grandes bandadas de “choroyes” de sur a norte o de norte a sur, dependiendo de la estación del año. En aquel tiempo los choroyes eran los barómetros del tiempo, anunciaban buen o mal tiempo, dependiendo en qué dirección volaban. Era una época en que los temporales, se anunciaban con una gran manta negra de nubes, que surgía por el horizonte del norte de la ciudad, y un par de horas después llovía dos semanas seguidas y más.
Las calles de Chillán en sentido Este-Oeste se transformaban literalmente en ríos, porque todos los años se desbordaba “el Canal de la Luz” y/o el Estero de las Toscas que corría un trecho por el lado Este de la ciudad para bajar luego hacia el Oeste.
Y claro, ironías de la vida, el barrio más afectado, el que pasaba las peores tristezas del invierno solía ser “Villa Alegre”, que quedaba hacia el Oeste, cruzando la línea del tren, avenida que terminaba en el Cementerio de la ciudad.
Pero en fin, además de vivir en una ciudad que tenía muy presente el mundo agrario, yo tuve una relación directa con ese mundo por raigambre materna, a 46 kilómetros hacia el sudeste de Chillán. En el pueblo de El Carmen, subiendo hacia Los Puquios, viví años fundacionales de mi personalidad.
sábado, 18 de junio de 2022
ABUSADORAS
Mis amadas nietillas Aiala y Maider la fotografía es de Bego |
No hace tantos años, solíamos encontrar sorpresivamente en el “fondo del baúl”, documentos o fotos que creíamos perdidos. Hoy, esas sorpresas, las encontramos en el fondo del “Disco Externo” (¡tingla pitinga!). Allí encontró Bego, una foto, en la que un par de pícaras, aprovechándose que mi corazón se convertía en almíbar ante su presencia, me utilizaron como un maniquí para sus prácticas de peluquería. Mi ego, que canta como la ranchera: “voy a sacar juventud de mi pasado”, clama venganza: ahora con sus 13 y 15 años respectivos, cuando las encuentre, sentiré el placer que, desde el fondo de la historia, el Euskera, lengua de los vascos, vendrá en mi ayuda, porque ellas me llamarán Aitxitxi, en vez de abuelo.
viernes, 17 de junio de 2022
ESCAPISMO SIN DISIMULO
LA CONFIANZA EN SÍ MISMO
Miguel de Unamuno |
Cuando en 1905, el rey Alfonso XII le otorgó a Miguel de Unamuno la Gran Cruz de Alfonso X Sabio, el escritor comentó:
-Me honra, Majestad, recibir esta cruz que tanto merezco.
El monarca le contestó:
-¡Qué curioso! En general, la mayoría de los galardonados aseguran que no se la merecen.
A lo que el escritor replicó al Rey:
-Señor, en el caso de los otros..., efectivamente no se la merecían.
LA FOTO DE LA NIÑA DEL NAPALM CUMPLE 50 AÑOS
La niña, identificada desde entonces como Phan Thi Kim Phuc, finalmente sobrevivió a sus heridas. Esto fue gracias, en parte, al fotógrafo de Associated Press Nick Ut, quien ayudó a los niños después de tomar su imagen ahora icónica. |
Fui sorprendido e impactado por la imagen esta mañana en la TV. Es una fotografía que ahorra todo
comentario sobre la aberrante invasión de EEUU en contra de Vietnam.
La horrible fotografía de niños que huyen de un ataque mortal con napalm se convirtió en una imagen definitoria no solo de la guerra de Vietnam sino del siglo XX.
La niña, identificada desde entonces como Phan Thi Kim Phuc, finalmente sobrevivió a sus heridas. Esto fue gracias, en parte, al fotógrafo de Associated Press Nick Ut, quien ayudó a los niños después de tomar su imagen ahora icónica.
Cincuenta años después de ese fatídico día, la pareja todavía está en contacto regular y usa su historia para difundir un mensaje de paz.
Phan Thi Kim Phuc, dice haber odiado esa imagen durante años. Fue solo después de que Canadá le concedió asilo político a Phuc en 1992 que se sintió inspirada a usar su tragedia personal para un bien más amplio. Escribió un libro sobre sus experiencias y estableció Kim Foundation International, una organización benéfica que brinda ayuda a los niños de la guerra. Fue nombrada embajadora de buena voluntad de las Naciones Unidas en 1997 y da discursos en todo el mundo sobre la historia de su vida y el poder del perdón.
LAS BRUJAS DE SALEM
LAS BRUJAS DE SALEM Cuando el Teatro Experimental de la Universidad de Chile (TEUCH), estrenó en 1957, su excelente puesta en escena de “Las Brujas de Salem” de Arthur Miller, yo cursaba el segundo año de la Escuela de Teatro, establecimiento que pertenecía a ese grupo profesional. La obra de Arthur Miller, da cuenta de la tragedia que se desató en Salem (Massachusetts) en 1692. Era aquel un período político convulso en la naciente Norteamérica. El pueblo de Salem en 1692, no era precisamente la gente aplicada que arribara en el Mayflower. Había tenido lugar un gran cambio y, en esa misma época, una revolución había depuesto al gobierno real reemplazándolo por una junta que en este momento estaba en el poder. Para el mundo europeo, toda la provincia era una frontera bárbara, habitada por una secta de fanáticos que, a pesar de todo, exportaban productos en cantidad creciente y de valor en paulatino aumento. Y fue precisamente el fanatismo religioso de los “puritanos”, agregado a las insidias familiares y ambiciones de tierras ajenas, lo que provocó la acusación de brujería en contra de 200 mujeres, con resultado de 20 horribles ejecuciones. Recordando estos hechos del pasado dogmático norteamericano, no me resulta imposible que, en la actualidad, los republicanos y la RNA, de ese país, cualquier día, le atribuyan al Diablo las matanzas periódicas. |
MATAOS LOS UNOS A LOS OTROS
“MATAOS LOS UNOS A LOS OTROS” Es el trágico “mandamiento”, de la Segunda Enmienda de la Constitución norteamericana. ¿Cómo, un país entero, los EEUU, país que se vanagloria de ser el paradigma de la Democracia, puede vivir cautivo de un temor que, de acuerdo a los propios hechos históricos, nada indica que el Estado norteamericano sea una amenaza para sus ciudadanos? Lo que sí indica su historia, es que la Segunda Enmienda continúa vigente porque favorece el negocio de los fabricantes de armas. Intereses que son más fuertes que la evidente inmoralidad y perversión que significa la vigencia de dicha enmienda. Con las matanzas periódicas y la drogadicción, EEUU no necesita enemigo externo. |
UN SHOW TRÁGICO HABITUAL
DIECINUEVE! NINETEEN! 19 NIÑOS, NIÑOS, fueron cobardemente asesinados en una escuela primaria de un pueblo fronterizo, Uvalde, de Texas, EEUU. El asesino: un muchacho de 18 años recién cumplidos, quien, como regalo de cumpleaños, se compró dos fusiles de asalto. Comenzó disparando a su abuela y luego fue a la Escuela Primaria: diecinueve niños asesinados, además de un adulto. |
AUTODEFENSA
Lilas de casa |
Me gustaría hablar del sorprendente florecimiento de la mata de Lila que tenemos en el traspatio de la casa. Cuatro días atrás, estaban sus ramas secas, imposible imaginar su belleza actual. Los pajarillos y ardillas son los dueños del lugar cuando me asomo allí al mediodía.
A veces me digo: si no tuviera el “mal hábito” de leer en las mañanas la prensa nacional e internacional, sería un cándido personaje, quizás encerrado en un hedonismo egoísta.
Pero no, me es imposible renunciar a mi carácter rebelde, aunque éste, hoy, no tenga otra expresión que la palabra. De acuerdo. Pero esa palabra encolerizada rechaza hoy, por ejemplo, la guerra en Ucrania. Condeno la guerra. No soy quién para repartir responsabilidades.
Por otra parte, condeno el enfermizo racismo que corroe a numerosos sectores sociales de Norteamérica, racismo que da como resultado el horripilante odio y cobardía que ha sucedido en Buffalo.
Pero pese a mi indignada condena, ni la estúpida guerra ni el odio racista, me quitarán la belleza de las flores ni la inocencia de las ardillas... Es mi humana defensa...
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