martes, 28 de junio de 2016

MEMORIA EMOTIVA



Una anécdota contada en la red por Begoña Zabala, mi mujer, a propósito del film que yo protagonizara, “El chacal de Nahueltoro”, inevitablemente ha removido mi memoria, mi memoria emotiva.
Para quienes no son chilenos, brevemente: Jorge del Carmen Valenzuela Torres, aturdido por el alcohol se convirtió en un séxtuple asesino: mató a su conviviente de hacía pocos días y a sus 5 hijos. Entre los nacionales, se nos ha hecho costumbre pensar sobre todo en Jorge, olvidando a Rosa, la mujer, y sus cinco hijos, seres tan desvalidos como aquél, sin embargo.
Como intérprete de ese personaje real, intenté comprenderlo durante el rodaje del film, pero hasta el día de hoy me es imposible justificarlo. Sin embargo, a pesar de todo, siempre estuve en desacuerdo en que la Justicia dictara su fusilamiento.
El Jorge, fusilado, ya no era el Jorge alcohólico y “habitado por el Mal”. Y esta última expresión la empleo consciente de que me he desarrollado como ser humano dentro de la cultura judeo-cristiana o greco-cristiana como algunos suelen denominarla.
¿Cómo podría ser habitado por el Bien, alguien que sólo había recibido el Mal desde su más tierna infancia? Sólo en la cárcel concibió la humanidad.
El Bien y el Mal, y la Justicia de Clases, son los dos temas más evidentes que se desprenden del caso y del film. Pero esas evidencias motivan un sin fin de reflexiones, incluidos los valores estéticos del film.
Me quedo pensando: durante el S. XX creo que dos films han quedado como pivotes de nuestro cine nacional: “El Húsar de la Muerte” de Pedro Sienna, y “El Chacal de Nahueltoro”, de Miguel Littin. El primero, develando de manera optimista el arquetipo del “Héroe Nacional”, constructor de la Patria (1925). El segundo, cuarenta y tres años después (1968) develando una Patria excluyente e injusta.

Quizás sea esa bipolaridad la que restringe nuestra potencialidad nacional.

jueves, 9 de junio de 2016

TESTE DI PESCE MA NON TROPPO


A lo largo de mis años como actor he dirigido varios Talleres de Actuación, en mi país y en el extranjero. El último no recuerdo bien si lo dirigí aquí en Montréal o en Estocolmo, Suecia. Como quiera que sea, de esto hace unos 35 o quizás 40 años. Mucha agua ha pasado por debajo de los puentes.

Y a veces me pregunto qué haría hoy, quiero decir, cómo enfrentaría un Taller de Actuación, luego de rondar los 67 años de práctica artística. Comencé a los 13 años, en Chillán, mi ciudad natal.

Para empezar, tengo la impresión que cuando presenciamos una buena actuación, ese actor-actriz, además de sus 5 sentidos, ha empleado adicionalmente, al menos, otros 15. Capacidad esta última factible de ser desarrollada, entrenada.

Por otra parte, hoy, no me sería posible afirmar categóricamente esto o aquello a los miembros del Taller. Pienso que hablaría poco de las tradicionales “técnicas de actuación”. Más bien tentaría traer a colación nociones sobre la física cuántica, por ejemplo.


¿Cómo podríamos dejar de mencionar e indagar durante el Taller sobre la incidencia que el principio de incertidumbre tiene en la práctica artística del actor-actriz?

Este principio, me parece algo inherente a nuestra práctica artística. Nuestra imaginación es una especie de destello en escena: “somos y no somos a la vez”, “estamos y no estamos a la vez”.


Hace 40 años atrás me afirmaba en la “causalidad”, hoy me atengo más bien a la “probabilidad”.


La ficción, ayer y hoy, continúa creando un Universo que nos envuelve a espectadores y actores, atraídos unos a otros. ¿Por las mismas leyes que rigen la realidad natural…?

martes, 10 de mayo de 2016

INCREÍBLE PERO CIERTO



Acabo de recibir un mensaje del espacio. Se trata de Kepler-452b y es el primer planeta con un tamaño similar a la Tierra - sólo 60% más grande - y está ubicado en una zona habitable de una estrella muy similar a nuestro Sol.
Desde allí, mi amigo Shu-y-Sha, empleando el sistema de ondas gravitatorias, me cuenta algo increíble.
Ante la amenaza humana, la « canción protesta » más popular entre los exoplanetas es un antiguo cha-cha-chá, cuya letra dice :

« A esconderse/
que viene la basura…
A esconderse

que viene la basura… »

domingo, 8 de mayo de 2016

PRODIGIOS DEL ARTE


Gracias a un amigo que me envió una dirección de internet, tuvimos con mi mujer la feliz oportunidad de ver dos películas chilenas: el documental de Patricio Guzmán “El Botón de Nácar” y el largometraje de ficción de Pablo Larraín “El Club”.

Yo no soy crítico de cine, simplemente deseo comunicar la emoción que me provocaron ambos films.
Patricio es un realizador de documentales que en cada nueva producción ratifica que su calidad se sustenta en el “cómo” cuenta la realidad determinada. Luego de ese formidable registro histórico de La Batalla de Chile, en los restantes documentales que he tenido la oportunidad de ver, el lenguaje artístico se depura más y más. “El Botón de Nácar” contiene una singular belleza estética: una dolorosa belleza. Ningún comentario que yo agregara podría entregar la fuerza, la síntesis de la tragedia, que nos entrega la textura de “ese riel con el botón de nácar”.

“El Club”: qué film tan inesperado, tan sorprendente. Pablo hace rato que dejó de ser un promisorio realizador. Aunque yo diría que en este Club, Pablo Larraín alcanza una madurez estética magnífica. En este film, a mi juicio, todo está dicho en el tratamiento: la escritura de la historia; la fotografía, tratamiento de planos: su espacio temporal; actuación excepcional, y más aún por la homogeneidad conseguida. Un equipo de actores impecables. 
Y porque a mi juicio la trascendencia del film radica en su tratamiento estético, “El Club” de Pablo Larraín, es tan significante que dice mucho más que lo que vemos y escuchamos…

Patricio y Pablo, no sólo son dos realizadores chilenos, sino – quizás, sobre todo -  dos realizadores internacionales.


viernes, 6 de mayo de 2016

BENDICIONES




NO OS QUEJÉIS HERMANOS PORQUE ABUSAN DE VOSOTROS. ¡ NO OS HAGÁIS LOS 

HUEVONES QUERIDOS HERMANOS CHILENOS!: ATEOS Y CREYENTES, RICOS, MEDIO 

PELO Y POBRES, TODOS LE HEMOS OTORGADO A DIOS LA FACULTAD DE 

INFLUENCIARNOS...


NOTA: Bendición a propósito de leer los diarios chilenos. Es tal la corrupción y el desvarío en mi país, que quienes le guardamos cariño desde la distancia a esa larga faja de tierra ya no sabemos si reír o llorar...