domingo, 14 de julio de 2013

BIENAVENTURADOS

 


de Carlos Dorlhiac


Estoy aún bajo el influjo de una experiencia extraña debido a la emoción misteriosa que me han provocado unas fotografías de varios personajes humildes de Chillán-Ñuble.



Las fotos fueron tomadas entre 1910-20. Su autor, don Carlos Dorlhiac, un fotógrafo aficionado, según dice la revista, que nunca tuvo pretensiones de ser considerado un fotógrafo hecho y derecho. Y sin embargo hoy, se le considera en el mismo nivel de un Antonio Quintana, Luis Poirot, Navarro Martínez y Jorge Suaré.



Leyendo el número 6 (Diciembre 2011) de la excelente revista “Quinchamalí”  (editada en Chillán-Ñuble) sufrí el impacto.



La calidad de las fotos, sus luces y sombras, su temática verista y sin embargo tan multívoca; el encuadre del espacio; los personajes elegidos, en fin. Subrayado todo esto, por el dramatismo que siempre aporta el blanco y negro... Me quedé prendado observando el universo humano y físico que sugería Dorlhiac.



Pronto me invadió una emoción insondable. Dorlhiac, sin saberlo, había rescatado imperecederamente un pedazo de historia de nuestra ciudad… Había guardado la imagen de quienes seguramente fueron víctimas fatales poco tiempo después, en el terremoto de 1939 (todavía ese devastador movimiento telúrico – no siendo el único - sigue siendo un hito en la ciudad y región).



…Fue en un instante, sin poder precisarlo… Los personajes fotografiados por Dorlhiac se transformaron en fantasmas… Tomaron la dimensión de apariciones errantes… Apariciones que me hablaban de un pasado de mi ciudad que yo no conocí… Me hablaban de su humanidad, de su pobreza, quizás de su desconsuelo; los niños, de su orfandad… Solos… Niños y adultos, algunos en grupo, pero todos emanando soledad… Solos… ¡Qué soledad!... La soledad de la pobreza – de ayer, de hoy, de siempre - está impregnada en sus ropas, en su gesto… Los personajes de esas fotos tienen un no se qué de fatalismo, de resignación…, pero a la vez de dignidad…



Sí, la dignidad de la pobreza que he visto en variadas circunstancias…



Y en ese punto, sin darme cuenta, me vi envuelto en el recuerdo de una anécdota sucedida durante el rodaje del film “El Chacal de Nahueltoro”.



Una mañana, estábamos filmando en un camino secundario, aledaño al fundo de Nahueltoro.



En aquellos años, en Chile desgraciadamente no se acostumbraba – en realidad no existía el video – a filmar el making-off del rodaje. Sucedían muchas cosas fuera de cámara, evidentemente. En realidad se necesitaría un libro para relatar tantas anécdotas y peripecias.



En fin. Un día que estábamos rodando una de las caminatas de Jorge, acompañado de otros cesantes o afuerinos, vimos venir un grupo real de afuerinos que acertaba a pasar por el lugar. Eran unas siete u ocho personas entre hombres, mujeres y niños, quienes viendo que teníamos ocupado el lugar, se sentaron a la vera del camino para descansar.



Durante la producción del film no habíamos logrado reunir más de tres o cuatro afuerinos con quienes estábamos filmando esa mañana. Y Héctor Ríos, el fotógrafo, le decía repetidamente a Miguel, el director: “se ven muy pocos, Miguel, no puedo ampliar el cuadro”.



De tal forma que Miguel, viendo al grupo de recién llegados que se había sentado a la orilla del camino, pensó que el maná del cielo venía a sus manos. Me dijo:



-Nelson, por qué no te acercas tú a ellos y los invitas a trabajar con nosotros. Con esa vestimenta te harán más caso… (yo estaba vestido de personaje).



Me acerqué a la cuadrilla de afuerinos, actuando mi personaje. Indiferente, como mirando para otro lado, les pregunté de dónde venían y hacia dónde iban. Pero viendo que me respondían con monosílabos, con más recelo que mi “actuación”, les dije por las derechas:



-Oigan, ganchos, si quieren ganarse unos pesos quéense a trabajar con nohotros por el día…



Se puso de pie el que parecía ser el jefe de la cuadrilla, un hombre alto de unos 45 años, rostro anguloso y cuerpo macizo. Su físico y actitud enhiesta contrastaban con sus pobres vestiduras:



-¿Y qué sería?, dijo.



-Unas jotos. Esos caballeros – señalé al equipo de rodaje -, andan sacando unas jotos pa mostrar la pobreza nuestra, le dije…



El hombre miró a su grupo. Pensó un momento y agregó:



-¿Y aónde van a mostrar la pobreza?



-Aquí, pus, en todo Chile. Y por todo el mundo, agregué intentando darle más importancia…



El hombre miró de nuevo a su grupo. Luego de un momento se agachó para echar mano a su bolsa, con cuyo gesto los demás de la cuadrilla se levantaron haciendo lo mismo. El hombre, echando su bolsa al hombro, con una dignidad y molestia que nunca olvidaré, me dijo:



-¿Y por qué nohotros tenimos que andar mostrando nuestra pobreza por el mundo entero?



El grupo emprendió la marcha, decidido:



-Oiga, amigo, pero escuche, esto nos conviene a todos, quise insistir. Es pa denunciar a los ricos  (intentaba hacer el discursito…)



Nada. La cuadrilla de afuerinos con sus bolsas al hombro, sus chiquillos, y alguna mujer con su guagua en brazos, siguieron su marcha, impertérritos, pasando por en medio de cámaras, utensilios y compañeros de la filmación, quienes miraban a la cuadrilla y a mí, como pidiendo una explicación…




domingo, 7 de julio de 2013

UNA IGLESIA CON MENOS BOATO

 


El Pontífice Francisco, acaba de señalar que la difusión del evangelio no depende de los recursos : "Jesús mandó a sus discípulos a predicar sin billetera, sin chaqueta y sin sandalias", dijo.

Aparte de lo significativas que resultan esas palabras en el « mundo  occidental y cristiano » en la actualidad, me traen a la memoria una anécdota real que parece chiste.


En una familia que tenía amistades con varios religiosos, al momento que estas visitas se retiraban, coincidió que alguien le preguntó al niño menor de la familia :

-Jorgito, ¿qué te gustaría ser cuando grande ?

-Obispo…

-¿Obispo… ? ¿Por qué ?

- ¡Para tener un cochazo como él !




martes, 2 de julio de 2013

“QUINCHAMALÍ: HERMOSURA, RIGUROSIDAD Y LUCIDEZ”

 


“Cuando salí de Chillán

me vine en una carreta.

Al pasar el río Ñuble,

se me cayó una chancleta.

¡Huifa, ay que sí!

¡Huifa, ay que no!”



Estas coplas, con algunas leves modificaciones pertenecen al folklore sureño. Las he recordado a lo largo de los años, quizás para no olvidar mis sencillos orígenes chillanejos.



Orígenes que además, durante mi infancia, se desarrollaron  signados por nocturnas veladas alrededor del brasero, escuchando los espeluznantes relatos del terremoto de 1939 que asolara más de una cuarta parte de la población. Se calculaba que en ese entonces la población chillaneja sobrepasaba los 40.000 habitantes. Los cadáveres bajo los escombros de maderas y adobes no fueron menos de 15.000, aparte de otras aterradoras cifras de pérdidas humanas y materiales en toda la zona.



Cuando salí de Chillán en 1955 para ir a estudiar a la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, sita en Santiago, mi ciudad había aumentado su población a 46.000 habitantes. Hoy se acerca a los 180.000, o más.



Ahora bien. A la vista de los hechos a través de los años, se puede suponer que en esta ciudad y zona, los movimientos telúricos han tenido la virtud de agitar los genes como en una coctelera, provocando el singular nacimiento de numerosos artistas e intelectuales - varios de ellos destacados en el concierto internacional -, y sin que éstos hayan sido necesariamente herederos de tradiciones familiares.



Y además – noblesse oblige -, sin que la ciudad ni la zona se hayan distinguido históricamente por sus afanes culturales. Éstos, siempre estuvieron refugiados en pequeños grupos que supieron conservar el fuego. Chamuscando incluso a las autoridades, a veces.



Aunque quizás son historias del pasado. Porque “héte aquí”, que desde hace ya varios años, el fuego en Chillán ha comenzado a lanzar llamaradas, contando con el apoyo municipal y otras instancias.



Y entre esas llamaradas ha surgido la creación de una magnífica revista cultural, “Quinchamalí”. Una revista, que no puedo dejar de decirlo, me hace sentirme orgulloso de ser chillanejo. Lo digo, porque a mi juicio una revista de esa calidad de diseño, edición, material gráfico, impresión y temáticas, sería un orgullo para cualquier ciudad del mundo.





Su asiento editorial lo encuentra “Quinchamalí” en el auspicio del Taller de Cultura Regional, Universidad del Bío-Bío y en el Instituto O´Higginiano de Ñuble. Pero además cuenta con una amplia gama de patrocinadores: organismos diversos y municipios de la provincia, incluida lógicamente la Municipalidad de Chillán..



Su Director, Alejandro Witker, investigador, historiador y docente, es un lúcido intelectual chillanejo – de los que tuvieron que correr mundo en contra de su voluntad -  quien ha logrado ser acompañado por un brillante equipo que hace posible este magnífico aporte a la cultura regional.



Aprovecho la ocasión para felicitarles a todos ellos, al mismo tiempo que a los auspiciadores y patrocinadores.






lunes, 17 de junio de 2013

“CHPILEPE.: CRIPISIPIS POPOLIPITIPICAPA, 2013.”

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LLAPAMAPADOPO UPURGEPENTEPE DEPE LOPOS CAPANDIPIDAPATOPOS APA LOPOS EPELEPECTOPOREPES:





-“¡Ciupadapanapos!”



-¿Ah…?



-“¿Quepe nopos upunepe epen epenstepe ipinstapantepe?



-El asaíto este fin de semana, pus jefe…



-“¿Quiepen nopos llapamapa…



-La patrona, jefe. Con esto de los celulares me tiene cortito…



-… epencependipidapas lapas pupilipizapas ypi frepenépetipicapas lapas mapanopos?”



-¡Ah, ya! Le había entendido otra cosa… No, esos otros que nos llaman son los candidatos, pus, jefe…



-“¿Apa quepe viepenepe epesepe clapamopor quepe sopor epel apairepe sepe depesrrapamapa…



-¡La ilusión de ir al Mundial de Brasil, jefe…!



-… ypi repentumpumbapa epen epel coponfipinopo?”



-Retumba, porque esta vez gritaremos con la Roja en Brasil, jefe: ¡Chichichi, lelele…!




miércoles, 12 de junio de 2013

CHILE: REINO DEL EUFEMISMO

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A propósito de la detención del hermano de Sergio Lagos - un conocido y talentoso comunicador y artista chileno -, me informé de otra Ley fenomenal que existe en mi querido país: dicha Ley permite que fumes marihuana pero imputa como delito el conseguirla.

El hecho que demuestra fehacientemente el increíble talento eufemístico que existe en mi país, es que la Ley mencionada no es en blanco y negro. No. La Ley desliza ambigüedades…, deja espacio para mentiras y mentirillas… Deja espacio… para la ¡hipocresía!

Derivado de ello, además del hermano de Sergio, existen miles de detenidos
en Chile por el delito de “consumir marihuana”. Sí, por “consumir”, no por traficar. Porque cuando la Ley intenta diferenciar entre “consumidor” y “traficante”, parece un chiste. Evidentemente un chiste aberrante y dramático para las víctimas de tan atrabiliaria Ley.



Sin embargo no es la única Ley ambigua que hemos tenido en nuestro país. Quienes somos gente mayorcita recordamos perfectamente la Ley del Matrimonio Civil que existía en Chile antes de 2004. Ley, con la cual convivimos en complicidad desde 1884. Sí, ha leído bien. Desde fines del S. XIX hasta 2004. ¿Por qué digo en “complicidad”? Porque resulta que en todos esos años en Chile no existía una Ley de Divorcio. ¡Aaah¡, pero estimados amigos, existía lo que se llamaba eufemísticamente “nulidad”. Usted no se podía divorciar, pero podía “anular” su matrimonio.



¿Y qué tenía que hacer para anular su matrimonio? Pues, certificar que al momento de casarse, usted había dado una dirección de residencia falsa. Por supuesto, reafirmado por testigos… falsos…

No obstante, la demostración más palpable de nuestra inveterada hipocresía, es que desde el Presidente de la República, pasando por el Cardenal, Corte Suprema y el Cuerpo de Bomberos, todos sabíamos que el artilugio de la dirección falsa era una mentira.

Y entonces me pregunto: Si tal Ley del Matrimonio Civil aprobada el 10 de Enero de 1884 duró hasta 2004 (¡120 años!), ¿cuántos años deberemos esperar para que superemos Ley tan estúpida como ésta que admite fumar marihuana pero castiga el acto de conseguirla?



Señor Honorable Presidente de la República; Distinguidos Señores Senadores; Honorable Cámara de Diputados, Honorabilísimos miembros de la Corte Suprema:

No tengo la menor intención de leer el cuerpo Constitucional que nos rige en la actualidad ni tampoco deseo informarme de lo que podría contener la posible nueva Constitución. Prefiero ignorar qué mundo moral y por tanto cultural he vivido siendo chileno. Aunque, claro, como soy chileno, debo reconocer que lo que acabo de decir lo haré “en la medida de lo posible….” (¿?)

domingo, 9 de junio de 2013

“INTER NOS”


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ANTES QUE EL HOMBRE HABITARA EL PLANETA MARTE, EL PLANETA ERA ASÍ:




CUANDO EL HOMBRE ABANDONÓ EL PLANETA MARTE, ÉSTE QUEDÓ ASÍ:




CUANDO EL HOMBRE HABITÓ EL PLANETA TIERRA, ÉSTE ERA ASÍ:





 CUANDO EL HOMBRE ABANDONE LA TIERRA, ÉSTA QUEDARÁ ASÍ:




ANTES DEL DESASTRE ¿ALCANZAREMOS A EVOLUCIONAR HACIA EL SER HUMANO?

sábado, 8 de junio de 2013

EL GRAN HERMANO


Dali, La persistencia de la memoria




EL “GRAN HERMANO OBAMA” HA HECHO PÚBLICO LO QUE PÚBLICAMENTE SABÍAMOS HACE YA TIEMPO: LA PRIVACIDAD EN INTERNET NO EXISTE. MENOS AÚN EN FACEBOOK, NUESTROS CORREOS, BLOGGERS Y DEMÁS. Y NO FALTA MUCHO PARA QUE NOS LEAN EL PENSAMIENTO.
A PROPÓSITO, ME VIENE A LA MEMORIA UN ANTIGUO “NEGRO SPIRITUAL”. DICE:

“MI VIEJA AMA PROMETIÓ,/ QUE ME LIBRARÍA AL MORIR./ NUEVE AÑOS QUE MURIÓ/ Y YO SIGO ESCLAVO AQUÍ./ OH, LIBERTAD… OH, LIBERTAD…”

lunes, 3 de junio de 2013

VISIONS DU MONDE



Texte écrit par Hubert Reeves: astrofísico y ecologista, nacido en Montréal, Québec (1932).




Au plus lointain, j’ai vu l’explosion fulgurante d’un chaos torride et, dans un océan éblouissant de lumière, un magma de matière informe se répandre.

Puis, sous mes yeux étonnés, de gigantesques masses nébulaires se sont disloquées. Les fragments, s’enroulant sur eux-mêmes, se sont lentement dessinés en spirales bleutées, et tout au long de leurs bras, de fantastiques explosions d’étoiles ont projeté dans l’espace, avec une force inouïe, des moissons d’atomes multicolores.

J’ai observé dans les abysses océaniques des torrents de matière opaque s’éjecter des cheminées volcaniques, et d’immenses colonies d’organismes s’agiter en cadence auprès de cette manne sulfureuse.

J’ai assisté aux combats brutaux de cerfs pour la femelle qui portera leur semence et veillera sur l’avenir de la lignée.

Par ces spectacles, j’ai mesuré la puissance du ferment d’organisation dont la nature est possédée. Et j’ai goûté en moi une saveur exaltante faite d’enthousiasme et de reconnaissance.

Mais quand j’ai été horrifié devant les amas de cadavres dans les camps d’exterminations, j’ai été envahi d’un sentiment de grande perplexité.

Où l’aventure cosmique s’était-elle fourvoyée ? Ou bien n’avais-je pas été simplement le jouet d’une illusion, d’un rêve en couleurs?

Du choc de ces visions contradictoires est née en moi une nouvelle idée de notre existence. Il y a quelque chose à faire de ces quelques décennies que la nature nous accorde : prendre résolument, et sans faillir, le parti d’embellir la réalité.



jueves, 30 de mayo de 2013

LA BUENA NUEVA DE FELIPE BERRÍOS

 


Resulta estimulante ver y escuchar a un sector de la Iglesia Católica comprometerse con “los humildes”. Sobre todo a los sacerdotes que no solamente dan el discurso, sino que han mantenido una actitud consecuente en los hechos. Y en ese sentido, Felipe Berríos no está solo, ni al interior de la Iglesia ni entre sus feligreses.

Las palabras de Felipe Berríos en la entrevista que le hicieran en TVN, además de ratificar lo que reclaman históricamente en Chile quienes han vivido de un sueldo y/o salario (digo, los que han tenido la suerte de tener trabajo), esas palabras, a la vez han ratificado también que es verdad que en Chile han existido y existen “los momios”.

La derecha económica y política de mi país recibió ese apelativo del diputado  Mario Palestro, hace ya muchos años. Y de acuerdo a las reacciones que provocaron las palabras del Padre Berríos en los diversos sectores del Poder, se puede colegir que el Momio en Chile existe en la realidad física y temporal. No es una metáfora ni una figura para asustar a los niños. Peor aún. Yo diría que al correr de los años el fenómeno “momial” ha tenido el efecto de la mancha de aceite en el mantel. Quiero decir que la actitud retrógrada, egoísta y explotadora de nuestra clase dominante, ha contagiado mayoritariamente a todos aquellos que han logrado algún capitalito, amén de algunas reservas morales.

Hay que reconocerlo. De momento, esa es una batalla ideológica o cultural ganada por el momiaje. Es triste constatar que amplios sectores sociales y políticos de mi país han ido entrando en la esfera momial, en la medida en que han ido aceptando, identificándose con el modelo de país que se viene construyendo luego de los hechos acaecidos en septiembre de 1973.

Por ello mismo, aunque resulte preocupante la odiosidad que se ha exacerbado en estos días debido al periodo electoral, es alentador, sin embargo, observar la existencia también y el tesón de las fuerzas sociales horizontales, que exigen superar precisamente la descripción de injusticia denunciada, esta vez, por el padre jesuita Felipe Berríos.

Rasgan vestiduras todos los aludidos en la entrevista de Berríos a pesar que todos ellos saben que han creado una sociedad, un modelo de país imposible de soportar indefinidamente para las grandes mayorías.  A diario saltan a borbotones las aberrantes injusticias que afectan a los más variados sectores nacionales.

Alguna vez le escuché a un hombre de Derecho decir que la mejor manera de conocer las injusticias que cometió la Corona Española en América Latina (hispánica para el caso) durante toda la Colonia, era la atenta lectura de las innumerables y detalladas Leyes de Indias, supuestamente impugnadoras de los abusos de los colonizadores.

El recuerdo viene a cuento. Porque quizás en la actualidad chilena, la mejor manera de indagar lo que falta en nuestro país, la denuncia más evidente de los abusos del modelo, la legitimidad de las reivindicaciones que exigen las grandes mayorías, se desprende de las promesas publicitadas de los diferentes candidatos parlamentarios y/o presidenciales, de todos los colores.


Y a propósito de elecciones:

LA BUENA IDEA

-Yo no voto personas, ¡yo voto ideas!

-¿Y si te doy 100.000 dólares?

-En ese caso voto a quien sea, porque la idea no es tan mala.

viernes, 17 de mayo de 2013

UNA TRISTE REALIDAD EXCELENTEMENTE BIEN ESCRITA

 
17 de Mayo de 2013
Pedro Lemebel
Lemebel escribe sobre Escalona

"Ahora que te veo en la tele con tu terno tan parlamentario, caigo en cuenta que, tal vez, nunca fuiste de los nuestros, ni siquiera con el puño en alto atragantándote con esas frases rojas que les discurseabas a los estudiantes", sostuvo el escritor. 


En una crónica urbana, de memoria y siempre transgresora, el escritor Pedro Lemebel publicó —a través de su cuenta Facebook— un relato retrospectivo de la infancia del senador socialista Camilo Escalona.

“Si hago el esfuerzo de recordar al Camilo de entonces, tengo que mirar la población en retrospectiva, cuando las familias atorrantes llegaron a ese barrio nuevecito, recién pintado, con plaza, escuela y mercado por allá en el año sesenta. Tengo que ver los camiones y las risas de los cabros chicos descargando sus camas Cic y sus comedores Normandos, y todo el traperío chillón de los pobres que trasladaban del Cerro Blanco o Cerrillos para habitar las casas y bloques, que los panaderos y molineros habían logrado levantar en la Gran Avenida a puro ahorro y esfuerzo”.

“Si lo pienso pendejo de apenas nueve o trece años, no puedo dejar de ver el acuario de sus ojos, que era lo único verde que chispeaba en el descolorido paisaje de la zona sur, en esos bloques de tres pisos que para nosotros eran tan altos, cuando jugábamos a ser trapecistas descolgándonos por sus barandas y fierros, a los gritos aterrados de alguna mamá tapándose los ojos para no ver el equilibrio suicida de los niños en el vacío de los bloques”.

“Los edificios de la pobla, esas cajas de cemento para almacenar familias de mapuches panaderos  que eran nuestros vecinos, nuestros compañeros de juegos esas largas tardes del verano proleta. Esos calurosos e interminables eneros, cuando el ocio infantil, sin televisión, nos hacía imaginar el mundo como una aventura, como una historieta de revista, de esas revistas de monitos que cambiábamos por un peso todos los días para creernos Mizomba, Turok, Roy Rogers, o Mawa, la Reina de la Jungla, en mi caso”.

“Entonces soñábamos tantos mundos, Camilo, y las leyendas de esos comics se hacían reales en el verano haragán de esos niños tirilludos, entretenidos en tirar piedras, cazar lagartijas o robar frutas en esas casas quintas de la Gran Avenida. Recuerdo difusamente esos inocentes delitos, veo entre los carbones oblicuos de los ojos mapuches, tus pupilas de agua marina que te coronaban líder, y eras el primero en trepar la muralla sin temor a los perros y cuidadores”.

“Eras el más ágil, el único que alcanzaba los damascos maduros, tan arriba esos soles niños que mordía tu boca jugosa. Nunca tuviste vértigo por la altura, quizás por eso fuiste el único que vio venir el futuro nublado, a diferencia de toda esa camada de huachos que después crecieron pateando tarros y neumáticos en el fragor de las barricadas”.

“Fuiste el único que apretó cueva al exilio después del golpe, debe ser porque los rubios siempre apretan cachete cuando arde la selva del indiaje. Y ahora que lo pienso, ahora que te veo en la tele con tu terno tan parlamentario, caigo en cuenta que, tal vez, nunca fuiste de los nuestros, ni siquiera con el puño en alto atragantándote con esas frases rojas que les discurseabas a los estudiantes para que te eligieran presidente de la FESES (Federación de Estudiantes Secundarios de Santiago), en el liceo Barros Borgoño donde también yo estudiaba”.

“Nunca te creí del todo, Camilo, y tú nunca me viste. ¿Cómo me ibas a ver desde las alturas del Marxismo Leninista? ¿Cómo ibas a mirar al mariquilla de la pobla, un colijunto temeroso que no se atrevía a realizar las hazañas de los niños machos. Un niño raro que te veía boquiabierto chuteando la pelota en la polvareda de la plaza, que se moría por tocar el pelaje dorado de tus muslos enrojecidos por el día de playa”.

“Un solo día al año en que madrugaba la población por el paseo de la Junta de Vecinos. Entonces, los niños no dormían soñando con esa primera vez que verían el mar. Y sumaban y sumaban mares de revistas hasta el infinito. Pero igual les faltaban pozas para completar el horizonte marino. Y cuando llegaban al mar de Cartagena, frente a la inmensidad de ese cielo aguado, se quedaban cortos, mudos, acezantes ante ese abismo salado y azul. Y sólo entonces, se decidían a crecer, para poder mirar un día frente a frente al dios de las aguas”.

“Pero ninguno creció como tú Camilo, ninguno recorrió el mundo ni vio de cerca los paisajes de las revistas. Ninguno se fue de la población a otros barrios más pudientes. Ninguno fue a la universidad, ni menos llegó a presidente del partido socialista. A ninguno le bastó esa mancha azul, ese relámpago de mar para izar con triunfo su futuro. Ya todos esos niños del cuento, se los fue tragando lentamente el pantanoso destino proletario. Alguno murió en dictadura, otros en peleas de borrachos, y el resto se pudrió de cesantía, alcohol, drogas o delincuencia en alguna celda de la cárcel. Al último lo encontraron colgado de una baranda en los bloques, como si volviera a ser niño jugando al trapecio para huir de la depresión angustiosa llamada pasta base”.

“Como ves, en la población está todo casi igual, a no ser por todos los que faltan, los que se fueron esperando el día triunfal de tu regreso. Todos tenían algo que pedirle al parlamentario orgullo de la población. Todos deseaban al menos sacarse una foto contigo, para mostrarla a sus nietos y decirles que un día, ya esfumado por el alzheimer, corretearon con un famoso por los potreros de San Miguel, cuando todos los sueños infantiles cabían en unos ligeros zapatos rotos”.

miércoles, 15 de mayo de 2013

DEL MAESTRO MERARDO




Ofrecer el Paraíso
en el Mundo, ¡en este Globo!,
es querer hacer de un lobo
un conejo asustadizo.
Que por eso otros más listos
pusieron tierra por medio:
“si aquí no encuentra remedio
la Muerte, que nos espanta,
la Vida es una esperanza
para ganarnos el Cielo”.

Nos hacemos la ilusión
de ser el último fin
que Dios puso en su listín
cuando hizo la creación.
Y armados de esa razón,
miramos el Universo
como quien dijera “eso,
es parte de mis haciendas
que Dios me las encomienda
porque soy su hijo dilecto”.

Es tanta nuestra arrogancia
que construimos de muestra
un Dios perfecto y a nuestra
imagen y semejanza
¡Qué apestosa petulancia!
¡Y qué afán de hipocresía,
decir que a los siete días
nos hizo un Gran Creador
signándonos Superior,
llenos de sabiduría!

miércoles, 8 de mayo de 2013

¿LA CULTURA EN CHILE? A PALOS CON L´ ÁGUILA.

 



De muestra un botón:

Cartas
Martes 07 de mayo de 2013
Falta de políticas culturales
Como Director Artístico del Centro de Investigación Teatro La Memoria quisiera expresar mi punto de vista a propósito de algunas aseveraciones manifestadas en la edición del domingo 5 de mayo, como así mismo las declaraciones en torno al tema del ministro Cruz Coke aparecidas en "El Mercurio" el 28 de abril.

Quisiera en primer lugar aclarar algunos rumores que dicen relación con este artículo y es que, debido a la crisis por la que atraviesa el Teatro La Memoria se habría vendido este espacio a una clínica vecina a nuestro teatro y que es debido a nuestra "mala gestión" que nos encontramos en esta situación crítica. Ambas aseveraciones son falsas.

El Teatro La Memoria en sus siete años de existencia ha recibido dos Fondart para "habilitación", es decir infraestructura y restauración de una sala que data de fines de 1.800 como fábrica textil. Es decir, lo que se realizó con fondos concursables otorgados por el Estado fue recuperar un patrimonio en riesgo de perderse y quien concurra a nuestra sala puede verificar su espectacular infraestructura, comodidad y lo acogedor que resulta esta sala para los espectadores, y cómo los creadores que ahí trabajan pueden hacerlo con la dignidad que merecen. Estos fondos recibidos no son de gestión.

La crisis que afrontamos varias salas de teatro la conocemos en profundidad solo quienes día a día, durante años, vivimos en la desesperación de la "fortuna" de obtener un fondo concursable o no obtenerlo. Por esto me siento en condiciones de señalar que para la existencia de compañías de teatro con proyectos reflexivos y profundos, que ahonden con creatividad y calidad sus proyectos, es necesario no cerrar salas, sino tener salas con viabilidad de recursos permanentes que permitan su permanencia en el tiempo.

No concuerdo con el ministro Cruz Coke cuando argumenta que "salas para pocas personas" y "un poco más experimentales en su programación (...) suelen no tener una gestión de público que permita tener más ingresos". Yo lo invito a revisar los proyectos de Teatro Camino y Teatro La Memoria presentados al Fondo y especialmente creados para este tipo de Pymes culturales, que son los que conozco y que han tenido igual suerte: su rechazo. Ahí encontrará planes claros de gestión que además venimos realizando durante muchos años.

El ministro nos critica y trata de ser simplista en nuestros análisis, de hacer gestiones de mala calidad, de no conocer nuestros costos fijos, no saber cuantos recursos públicos hemos recibido y desconocer los flujos de caja. Le puedo asegurar que esa información está en los proyectos de Teatro Camino y La Memoria. Pero hoy debemos cerrar salas, porque no se nos asignan recursos permanentes para continuar nuestra entrega, porque se nos han negado los fondos para organizaciones culturales creadas el 2011.

El ministro afirma que no hemos buscado "mecanismos creativos y de gestión", y que debemos "reflexionar sobre las obras que montamos, el tipo de público que convocamos y buscar la generación de recursos propios". ¿Vamos a permitir, en el caso de que existiera interés de algún privado, que éste intervenga en nuestros repertorios y proponer ellos las obras que montamos y decidir ellos, los empresarios o la empresa privada, el público al cual dirigir nuestras creaciones?

El señor ministro puede dar testimonio y fe que el Teatro Lastarria 90, que según sus palabras él "administraba", y que cumplió una labor magnífica durante años, debió ser dada en arriendo una vez que el privado que los apoyaba a él y su socio Felipe Braun, terminara su contrato de colaboración. Pero yo no podría, como lo hace el ministro aducir mala administración o mala gestión de parte de ellos, al contrario.

Invito al señor ministro, a mis colegas, a los creadores de este país, a pensar juntos cómo cambiar y trabajar por un bien que va solo en beneficio de la comunidad, de ayudar a un país más sensible, más instruido afectiva y críticamente, a consolidar un imaginario heterogéneo, diverso, inclusivo, de ciudadanos sensibles e instruidos, que puedan aportar a la formación de un imaginario cultural común.

Y quisiera convocar a quienes nos debemos: al público, a nuestros espectadores, a nuestros verdaderos críticos y cómplices, a exigir y defender su derecho a la cultura.

Alfredo Castro
Director artístico

Teatro La Memoria