martes, 19 de marzo de 2024

EL TEATRO ARTE SAGRADO







de Marguerite Duras dirigida por Jaime Silva Teatro  El Conventillo Santiago de Chile 2000
 
con

Nelson Villagra G      José Ignacio García     Begoña Zabala Aguirre 





He estado valorando la gente de teatro en Chile, de algún modo rindiéndoles homenaje a los autores, directores, actrices y actores. Estuve en la butaca desde los años 50, y ese fue el estímulo que descubrió mi vocación artística.
Y aunque probablemente la gran mayoría de los chilenos me ubican y me catalogan como actor de cine, yo me siento un actor de teatro. Son casi 50 obras teatrales que me avalan como tal.
Es más, luego del exilio, mi primera visita a Chile fue con una obra de teatro, “El Señor de las Luces” – de mi autoría -, acompañado por Begoña Zabala y Luis Cerpa. Y posteriormente, con Begoña, decidimos visitar Chile, desde Montréal, para trabajar en teatro. Begoña, tenía una larga experiencia teatral en Montréal en diversos grupos teatrales, dirigida por excelentes directores como Madame Beaubien, Septimiu Sever (director rumano) y con Jean Pierre Ronfard, en un montaje que hizo historia en los medios artísticos de Montréal: “Le Grand Théàtre du Monde, selon Ronfard”.
Y en las visitas a Chile, comencé dirigiendo el montaje, “La Farsa del Caballero y la Muerte”, obra que escribí en versos, y en cuya obra Begoña, logró un excelente trabajo interpretando el personaje La Muerte. Como dije alguna vez, Begoña se robó la película: “Si la Muerte fuera así, me entregaría en sus brazos”, la priropeó un espectador. El personaje interpretado por ella logró una comunicación espectacular con los espectadores.
Financiado por FONDART, decidí estrenar la obra en provincia, visitando varias ciudades sureñas. Nos acompañaron en el reparto Pedro Villagra y Violeta Vidaurre.
Posteriormente, Begoña, dirigida por Jaime Silva trabajó en “Rockaby” de Samuel Beckett, una obra de intenso y seco dramatismo. Luego, bajo mi dirección, trabajó en “Ópera Inmóvil” de Jorge Díaz, junto a los actores Alberto Chacón, Ignacio García, Erika Corbalán.
Y otra vez, bajo la excelente dirección de Jaime Silva, Begoña, Ignacio García y yo, montamos “La Amante inglesa” de Marguerite Duras. Un montaje celebrado por la crítica y los espectadores, en su estreno y en su reestreno. Begoña, nuevamente lució su talento de actriz interpretando magníficamente la angustia emocional de Claire Amélie, en su caótica relación con Pierre Lannes.
Es un montaje que Begoña y yo recordamos con entrañable cariño.
Así es que así es, desde el teatro surgimos, es nuestra escuela. El teatro, ese espectáculo efímero, que solo queda en la memoria de los espectadores.
Por ello mismo, tiene un matiz mágico, sagrado, único, irrepetible



LA BUTACA GIRATORIA







Isidora Aguirre Tupper






Girando la butaca, me doy cuenta de que no solamente he sido espectador de excelentes actores sino también de magníficas actrices chilenas.
En los dos grupos teatrales universitarios, en el Teatro de la Universidad de Chile, como así mismo en el grupo TEUC (de la Universidad Católica), tuve el placer de presenciar magníficas actuaciones de actrices. En la década del 60, ambos grupos tuvieron la virtud de contar con excelentes elencos artísticos: actrices, actores, escenógrafos, diseñadores de vestuario, en fin, cualidad que permitió a los directores de escena presentar hermosos montajes teatrales. Además de la difusión de la dramaturgia internacional, ambos teatros estimularon y promovieron la dramaturgia nacional.
Ante tal panorama, el intento de destacar el nombre de una actriz, actor o director resulta injusto. Porque, precisamente, lo que distinguió a estos dos grupos, fue concebir el teatro como creación una colectiva. Ese fue un aporte fundamental, cuya influencia se difundió hacia los grupos teatrales de provincia: no se trataba de destacar a una estrella sino al grupo creativo.
Por todo ello, pienso que destacar a una actriz o un actor inevitablemente resulta excluyente.
Lo justo sería promover la creación de un Museo de la Memoria Artística Nacional, en el cual estarían todas las disciplinas artísticas y sus creadores. Una idea utópica, probablemente.
Somos un país pequeño, con muchas falencias sociales. Y, sin embargo, pese a ello, históricamente hemos contado con una pléyade de creadores en las diversas disciplinas artísticas – varios de ellos atravesando fronteras -, que bien merecen ser destacados, recordados en un Museo repartido en la ciudad – quien sabe si en el país -, cautelando las diversas expresiones artísticas y sus creadores.
NOTA: Me pareció más colectivo incluir la foto de Isidora Aguirre, autora de la ¨Pérgola de las Flores”, obra que constituyó un acontecimiento artístico popular en la década del 60.

DESDE LA BUTACA








Lucho  Córdova





Hace unos días recordé al magnífico actor y director teatral chileno, Agustín Siré. Incursionó también en un par de películas con inadvertidos resultados. Lo suyo era el teatro, y muchos chilenos, como espectadores, tuvimos el placer de gozar su capacidad artística durante unos 30 años.
En la histria del teatro chileno, como sabemos, iniciado en la primera década del siglo XX, hemos tenido una pléyade de magníficas actrices y actores, y varios talentosos dramaturgos. Alrededor de algunos actores en los años 40 se creó un cierto aire mítico, como es el caso del actor Alejandro Flores (el “más elegante caballero de escena”), y la actriz Malú Gatica. Son mis opiniones de espectador, no soy ni crítico profesional ni tampoco historiador.
En fin. El Cine, tuvo un desarrollo más lento en nuestro país, y en mi opinión solo alcanzó la madurez en los años 60, un momento de eclosión cultural en nuestro país. Actrices y actores del teatro nos sumamos al mundo del celuloide, y fuimos conocidos nacional y aún internacionalmente.
Sin embargo, todos nos consideramos gente de teatro. Allí, sobre las tablas, nos habíamos formado, y todos, continuamos trabajando habitualmente en el teatro, no solamente por elección, sino porque en nuestro país y en Latinoamérica, nunca el cine ha llegado a una etapa industrial.
Y eso, precisamente, su carácter artesanal, le ha prestado singularidad, y en muchos casos, calidad artística.
Pese a todo, en nuestro país tenemos un caso singular de un actor que produjo sus propias películas y con mucho éxito, al menos nacionalmente. Se trata de Lucho Córdova (“peruano-chileno”), director y empresario de su propia compañía teatral, nuestro actor cómico por excelencia, autor de más de mil comedias, y productor y protagonista de 3 películas, además de trabajar como actor en otras 7. Con su Compañía recorrió el país numerosas veces. Un actor que a mi juicio no ha sido suficientemente valorado y recordado.
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Y Netanyahu es un miserable genocida,

IRRADIANTE


Teatro Universidad de Chile






A propósito de recordar días atrás a nuestro distinguido actor y director chileno, Agustín Siré, debo agregar que él, además, integró el grupo de fundadores de dos grupos teatrales que sobrepasaron su disciplina teatral convirtiéndose en dos focos culturales irradiantes: TEUCH (Teatro Experimental de la Universidad de Chile) e ITUCH (Instituto del Teatro de la Universidad de Chile).
En 1941 se fundó el primero, a iniciativa de un grupo de estudiantes del Instituto del Pedagógico de Santiago, y los mismos, años más tarde, 1959, lo convirtieron en el ITUCH.
La historia de ambos está escrita, y mi intención solamente desea destacar la maravillosa irradiación que ese grupo de estudiantes provocó en el desarrollo cultural de nuestro país.
Por lo pronto, el grupo santiaguino motivó a sectores provincianos, creando ellos también grupos teatrales con el apelativo de “experimental”. De hecho, yo mismo, llegué a la Escuela de Teatro del TEUCH en 1955, miembro del Teatro Experimental de Chillán. Fue, Enrique Gajardo Velásquez, quien viajó desde Santiago con la misión de crear esos grupos amateurs.
En Santiago, los grupos mencionados, desde el comienzo se transformaron en un foco de atracción para intelectuales y artistas en general. Resultaba atractiva la renovación teatral que dichos grupos pudieron hacer, gracias al financiamiento de la Universidad. La disciplina de directores, actrices y actores, permitían que sus producciones teatrales contaran con amplio reparto de actores, maquinaria escenográfica, iluminación especializada, vestuario, etc., gastos que las compañías profesionales existentes no podían solventar.
Aparecieron entonces grandes títulos de la dramaturgia internacional, con puestas en escena que no envidiaban a las extranjeras. Y emergieron los autores nacionales beneficiándose de excelentes puestas en escena que aumentaban el valor artístico de sus obras.
Yo ingresé a la Escuela de Teatro en 1955 y el TEUCH estaba en su plena madurez.
Muchos intelectuales, artistas y simples admiradores, rondaban alrededor de actores, directores, vestuaristas, maquilladores, etc.
Innegablemente el TEUCH e ITUCH fueron también centros motivadores de todo el ascenso cultural de nuestro país hasta 1973. se fundó el primero, a iniciativa de un grupo de estudiantes del Instituto del Pedagógico de Santiago, y los mismos, años más tarde, 1959, lo convirtieron en el ITUCH.
La historia de ambos está escrita, y mi intención solamente desea destacar la maravillosa irradiación que ese grupo de estudiantes provocó en el desarrollo cultural de nuestro país.
Por lo pronto, el grupo santiaguino motivó a sectores provincianos, creando ellos también grupos teatrales con el apelativo de “experimental”. De hecho, yo mismo, llegué a la Escuela de Teatro del TEUCH en 1955, miembro del Teatro Experimental de Chillán. Fue, Enrique Gajardo Velásquez, quien viajó desde Santiago con la misión de crear esos grupos amateurs.
En Santiago, los grupos mencionados, desde el comienzo se transformaron en un foco de atracción para intelectuales y artistas en general. Resultaba atractiva la renovación teatral que dichos grupos pudieron hacer, gracias al financiamiento de la Universidad. La disciplina de directores, actrices y actores, permitían que sus producciones teatrales contaran con amplio reparto de actores, maquinaria escenográfica, iluminación especializada, vestuario, etc., gastos que las compañías profesionales existentes no podían solventar.
Aparecieron entonces grandes títulos de la dramaturgia internacional, con puestas en escena que no envidiaban a las extranjeras. Y emergieron los autores nacionales beneficiándose de excelentes puestas en escena que aumentaban el valor artístico de sus obras.
Yo ingresé a la Escuela de Teatro en 1955 y el TEUCH estaba en su plena madurez.
Muchos intelectuales, artistas y simples admiradores, rondaban alrededor de actores, directores, vestuaristas, maquilladores, etc.
Innegablemente el TEUCH e ITUCH fueron también centros motivadores de todo el ascenso cultural de nuestro país hasta 1973.

LA IMPUDICIA DESNU




de la red



Sobre los temas culturales debo hacer una pausa.
Desde la Corte Suprema de los EEUU ha salido un hedor nauseabundo que resulta imposible ignorar.
Algo está podrido en esa Corte: han acordado un impúdico apoyo a un candidato a la presidencia en Noviembre: un petulante candidato sobre el cual pesan 94 juicios pendientes: insurrección, fraudes económicos, sedición, violaciones, e incluso probable venta a países extranjeros de documentos “top secret”.
La Justicia, en manos de esa Corte Suprema, puede provocar el término de la Democracia en los EEUU.

UN EXTRAÑO SILENCIO…

Agustín Siré







Cuando ingresé a la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, era su director Agustín Siré, actor y director teatral. En el tercer año, fue nuestro profesor de Técnica Literaria del Drama. Posteriormente Siré fue el director del TEUCH (Teatro Experimental de la Universidad de Chile).
Hace ya varios años, durante una de las visitas artísticas que hicimos a Chile con Begoña, alguien me comentó un caso extraño referido a Agustín Siré: durante su enfermedad de la que no supieron explicarme su diagnóstico, Siré, habría decidido guardar silencio, es decir, dejó de hablar. Quienes lo visitaban no podían dialogar con Siré. Nunca pude saber detalles de tan extraña situación.
Yo le guardo un gran respeto y admiración por sus trabajos de actor y director que tuve la suerte de ver. En mi opinión, las actuaciones de Agustín Siré, po r ejemplo, en “Quién le tiene miedo a Virginia Woolf” (bajo la traducción de “Quién le tiene miedo al Lobo”), es quizás la mejor actuación de un actor chileno que he visto. Y la mejor dirección en “Living Room”.
Tal vez para muchos chilenos, sobre todo jóvenes, Agustín Siré, sea un actor desconocido. Porque, aunque alguna vez exploró el cine, lo suyo fue el teatro. En 1972 se le otorgó el Premio Nacional de Arte.
Desgraciadamente lo que vemos en teatro, solo queda en la memoria de nosotros, los espectadores. Quizás por eso el espectáculo teatral tiene la cualidad de ser único, exclusivo para cada espectador. Quienes vieron actuar a Agustín Siré, vivieron un momento efímero, pero hermoso.

LA EVOLUCIÓN CONGELADA






Genocidios varios





La “humanidad” cada día está más escasa. En todas partes de impone la “inhumanidad” de la ambición del Poder, la inhumanidad de la ambición del Dinero, la inhumanidad de la Guerra.
Y en el presente se impone la inhumanidad del genocidio en contra de los palestinos generado por el mamífero Netanyahu. Y eso, ante la inhumana complicidad impúdica de los EEUU, Unión Europea, y demás países que posan de democráticos.
Es inhumano e inmoral que Ucrania ponga los muertos y Occidente las armas. Es inhumano que Putin asesine a sus opositores.
A pesar de todo, no lograrán quitarme mi condición humana, y desde ella continuaré denunciando a quienes nos quieren convertir en una tropa de esclavos inmorales.
Salud, amistades, con los mejores deseos que sepamos defender nuestra humanidad.

CUANDO EL DOGMA TE AUTODESTRUYE

Genocidio en Palestina ...





El “mundo occidental”, defensor de la Democracia, de los Derechos Humanos y un largo blablablá, ha quedado en la más obscena desnudez. La cómplice impunidad que se la ha permitido y permite a Netanyahu en contra del pueblo palestino, es la acción más inmoral que registre la historia.
Y quien diga que estas palabras son “antisemitas”, lo dice con intencionada ignorancia, porque los palestinos, habitantes de Gaza, también son “semitas”.
Si se recorre la historia de los pueblos antiguos en la región del Medio Oriente, ni histórica ni ancestralmente – y menos aún moralmente –, los israelitas de hoy tienen el derecho de atribuirse la propiedad exclusiva del territorio de Palestina a pesar de ser “el pueblo elegido”. El genocidio, es el peor camino que pudo elegir Israel.
La dogmática política de ultraderecha nacionalista actual del genocida Netanyahu y sus esbirros, quizás esté iniciando para los judíos, el fin de la posibilidad del “Paraíso aquí en la Tierra”.

HOMENAJE




Pedro Chaskel Benko




En Chile, ha fallecido Pedro Chaskel, cineasta y educador de cine de larga y fecunda trayectoria. Son las personas que, quizás para el gran público, pasan inadvertidas debido a que su trabajo se realiza detrás de las cámaras.
Compartí amistad con Pedro largos años, y posteriormente Bego también pudo compartir su cordial amistad, primero en Montréal y luego en Chile, durante nuestras visitas.
Mientras Pedro estuvo trabajando en Montréal en el montaje de un film chileno, nos visitaba continuamente, momentos en que charlábamos animadamente. También compartí amistad con Pedro, en su exilio de 10 años en La Habana, Cuba.
Un ser humano inolvidable, y un aporte creativo para el cine chileno fundamental. Instituciones y autoridades, premiaron su labor creativa a través de los años.
Pedro, en nombre de Bego y mío, te rendimos el más cálido homenaje.