domingo, 23 de abril de 2023

Y NO ES PELÍCULA



Fotografía de Sebastiao Salgado





Me resulta tan alarmante la arbitraria violencia armada que está sucediendo en los EE. UU., que no puedo dejar de rogar a las juventudes de diferentes países que no permitan que tal arbitrariedad se apodere de los suyos. Mantengo la esperanza que la juventud sabrá encontrar el camino de los cambios que aseguren los servicios sociales, pero sin necesidad de matarse unos a otros.
Me aventuro a pensar que, en los EEUU, el publicitado “sueño americano”, ha creado una gran frustración social en miles de habitantes de ese país, creando una violencia anidada en lo que algunos llaman el “inconsciente colectivo”.
Las grandes mayorías tienen claro, que no todos pueden realizar el sueño de enriquecerse en dólares en tres semanas. Está claro que la libertad y la igualdad ante la justicia no son beneficios que reciba todo el mundo. Y el racismo, un prejuicio que resulta aún más estúpido en un país formado y desarrollado por miles de inmigrantes, cobra sin embargo hasta el presente, una cuota diaria alarmante de víctimas.
¿Cuántos muertos tenemos hoy? Es la noticia diaria de la televisión y diarios norteamericanos. Las propias juventudes norteamericanas están comenzando a movilizarse en contra de la violencia con armas de fuego: no puede ser un “derecho civil” matarse unos a otros. La NRA (National Rifle Association) no puede seguir esgrimiendo la “segunda enmienda” para continuar con el negocio de las armas.

NADIE ESTÁ A SALVO



de la red, fotografia que figura como anónimo







Tal vez voy a decir una herejía: pero es explicable el consumo de opiáceos en los EEUU, y hasta es comprensible. De cinco miembros de una familia norteamericana, uno muere asesinado por arma de fuego. Y en lo que va del presente año, han muero 140 personas, a causa de tiroteos en diversos lugares públicos, incluidos Escuelas, Hospitales, Mercados, Colegios, Sinagogas, iglesias, etc. Las cifras estadísticas se modifican a diario, para peor.
La facilidad para adquirir un arma de fuego en el comercio – incluida un arma de guerra – es sencillamente irracional. Se dan casos en que un muchacho de 17 años, falsificando su identidad, obtuvo un “fusil de asalto” con el cual mató a varios niños en un Colegio.
De Google:
“La Asociación Nacional del Rifle (NRA; en inglés: National Rifle Association of America) es una organización estadounidense cuyo fin es la defensa del derecho a poseer armas tanto para la defensa personal como para actividades recreativas. Se fundó en Nueva York en 1871, por lo que se considera la organización de derechos civiles más antigua de los Estados Unidos. El club posee 5 millones de socios.”
Y he ahí, la madre del cordero. Nadie ha podido restringir la compra de armas de fuego, incluidas las armas de guerra.
Según se dice, la NRA financia constantemente las campañas electorales de diversos políticos, otorgando además jugosas prebendas. ¿Serán rumores infundados?
Los tiroteos en lugares públicos en EEUU “son el pan de cada día”. Quizás, sea la sociedad más insegura que exista en la actualidad. Son los propios norteamericanos que no saben si volverán a ver al amigo que los ha visitado cuando lo despiden de su casa.
Quienes vivimos en otros países, mantengamos la esperanza que tal violencia no sufra el “efecto mariposa”.

LA RESPUESTA DE LOS HECHOS


Fotografía de  Idoia  Prieto  Zabala 







Alguien dijo que “el hombre es un animal de costumbres”. Y qué puedo responder, estimadas amistades. Debido a una tempestad de “pluie verglaçante” (lluvia con nieve) que azotó a gran parte del Québec, un millón trescientos mil habitantes, quedamos sin electricidad desde el miércoles 5 hasta el viernes 7 en la noche. Tres días, con el comercio cerrado y los pocos que pudieron abrir, contando con generadores, solo podían vender pagando cash (billetes). Con la existencia de las cartas de crédito hemos perdido el hábito de tener dinero en casa o en los bolsillos, y las cajas de los Bancos no tenían electricidad. De manera que hubo que rebuscar en el refrigerador lo que quedara, y eso, antes que los alimentos se descompusieran. Comida fría durante tres días, y en el caso nuestro, con visitas de la hija y nietos que viven en Inglaterra.
Gruesas ramas del árbol que tenemos frente a casa se desgajaron con el peso de la “pluie verglaçante”, desastre que ocurrió en numerosos lugares del Québec.
Cuando las baterías de los celulares se agotaron, quedamos sin comunicación con el exterior. Por supuesto sin televisión, sin internet, sin noticias fuera de casa. Aunque intentamos divertirnos entre nosotros – felizmente nos queremos unos a otros -, por momentos, la oscuridad y el silencio lograban crear una atmósfera incierta...
Las velas, nos devolvieron a la Edad Media.
Cuando el viernes en la noche se restableció la electricidad, nuestro corazón saltó de alegría. En realidad, fue nuestro sistema nervioso que se agitó jubiloso, ese primitivo aparato que se desarrolló en nosotros antes del fuego y de la luz, y que, dadas las circunstancias, el viernes, se conectaba con nuestro pasado, en tanto especie... La luz fue nuestra protección...
¿Hydro-Québec podrá actuar con mayor eficiencia en futuras emergencias?
¿Somos un animal de costumbres?
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La fotografia es de Idoia Prieto Zabala.

¿Y CÓMO ANDAMOS POR CASA?



 Rodney






Supongo que mucha gente habrá tenido la experiencia de estar leyendo algún texto de historia, Siglo XIV, Siglo XV, por ejemplo, y en la medida que avanza la lectura comienzan a asomar similitudes con los acontecimientos presentes de la humanidad... En mi caso, detengo la lectura... Comencé a propósito de mi inquietud sobre la importancia social de los prejuicios. ¿Las similitudes que encuentro, no serán precisamente mis prejuicios?, me pregunto.
Porque, claro, el tema del “prejuicio” tomó un camino trágico en el libro que he escogido: “El Martillo de los Brujos”, una suerte de decálogo para detectar y castigar la brujería, los pactos con el demonio, herejías de todo tipo, etc. La Inquisición fue un momento negro no sólo para la Iglesia Católica, sino para la humanidad entera. Un momento negro que, aunque en menor intensidad, no concluyó “oficialmente” sino hasta mitad del siglo XIX.
Como no es mi intención meterme en asuntos de Fe, solamente me interesa referirme al daño que un “pre- juicio” puede hacer socialmente. Y la Inquisición es una evidencia.
En política, también hemos visto, a veces hemos sido testigos, o víctima, de los momentos históricos cuando una norma se convierte en dogma, y éste, estimula el prejuicio de manera notable.
El racismo, la xenofobia y la homofobia, entre otras lindezas, encuentran en el prejuicio, el ingrediente impulsor capaz de agredir a personas o países. Y no es fácil reconocer nuestros propios prejuicios.
Amistades, me temo que “El Martillo de los Brujos”, es un libro que muchos intentan reescribir actualmente en varios lugares, incluso, en países que hasta ayer se proclamaban como líderes de la libertad.
Estimadas amistades, no estaría demás, que de vez en cuando revisemos nuestros “juicios”. Saludos.

NOS LLEVA EL INFINITO



autor desconocido de momento es muy poisble que sea r. Smith







Actualmente, me parece tanta la complejidad de nuestra interrelación humana a nivel internacional que, si me detengo un momento en ella, me provoca una suerte de aturdimiento. Claro, vengo de un mundo mucho más pequeño durante mi infancia y aún todavía en mi adolescencia. En ese entonces todo me parecía más manejable: teléfono tuvimos recién cuando mi madre inauguró su Clínica Maternal en Chillán (una temeridad de pequeña empresa, para una ciudad de provincia en los años 50). Victrola – gramófono -, un gran bien técnico para la época, como así mismo la radio; y finalmente, el periódico de la ciudad que mi padre compraba los domingos.
Santiago, la capital, era nuestra gran perspectiva para adultos y niños. Lo que allí sucedía era vital para el resto del país.
Mis padres tuvieron noticias generales de la Primera Guerra Mundial, y luego de la Segunda, la radio emisora y periódicos, actualizaban en detalle lo que ocurría allá lejos. Y a mí, niño aún, me parecía una novela de aventuras, hasta que en el 45 tomé plena conciencia de la tragedia, y como a la mayoría, nos convencieron de que esa tragedia, sería una última horrible lección para la humanidad, una lección que no se repetiría.
¿Cabe comparación entre el Hoy y el Ayer?
¡Heráclito, Heráclito...! Todos vamos contigo, porque al igual que tú, somos una “nanopelusa” del Infinito....

HÁGASE LA LUZ



from the net







Según las ciencias “la oscuridad no existe, es solo ausencia de luz”. Mecachis la mar, como decía un querido amigo. ¿Que no existe? Mi amigo Vitelio nunca lo aceptó. Apagaba las luces del salón, permaneciendo largo rato a oscuras. Sin embargo, estando así, no podía ver claramente la oscuridad, de manera que encendía la luces bruscamente con la idea de sorprender a la oscuridad... Según me contó su prima, Vitelio, murió hace ya muchos años, en el Psiquiátrico de Santiago de Chile.
Sin embargo, Diógenes, el filósofo griego, no buscaba la oscuridad con su linterna, sino “al Hombre”. Y nadie lo trato de loco, quizás de extravagante. Su anécdota con Alejandro Magno es ejemplar: “En qué te puedo ayudar”, le dijo Alejandro Magno. Diógenes, más pobre que las ratas, le contestó: “Córrete un poquito p’allá, que me estás tapando el sol”.
Personalmente, participo de la idea de aquellos que piensan que el colectivo humano, en tanto colectivo, tiene una tremenda ausencia de luz. El afán de poder, la codicia, y otros tantos caramelos, nos han hecho vivir en la oscuridad de las guerras, en el afán constante de ver al “otro”, como potencial enemigo. En la actualidad yo soy habitante del “Occidente”, pertenezco a la luz. Quienes habitan en Eurasia y sus alrededores, son el “otro”, la oscuridad.
Hace un par de días vi un documental sobre una secta religiosa llamada Davidianos, que se instaló en Waco, Texas (1993). La dirigía un muchacho, David Koresh, quien se autodenominó “el Mesías en su segunda venida a la tierra”. Y contó con algo de 80 personas que le creyeron, rindiéndole incondicional culto. La secta terminó en la oscuridad total, enfrentados al FBI norteamericano, muriendo quemados 43 adultos y 21 niños.
Una oscuridad similar, se cierne sobre un significativo número de norteamericanos que están rindiendo culto a un expresidente, un hombre empapado de egolatría clínica, que a toda costa intenta llevar al país a la más extrema oscuridad cultural y a la violencia sin límites.
De manera que aquí estoy: no sé si encender la luz o quedarme a oscuras.