domingo, 3 de agosto de 2014

¿ QUÉ SIGNIFICA DOMESTICAR?






Le explico: hoy, a usted seguramente le parece escandaloso, aberrante, inhumano, contranatura el "holocausto de los palestinos" a manos del gobierno de Israel. Seguramente encuentra que es horroroso que los israelitas hayan convertido en "campo de batalla" las escuelas.


Pues bien, mañana todo esto lo habrá aceptado como algo habitual, normal. Y cuando en otros países ocurra algo similar ya no será tema ni de sus preocupaciones ni de sus conversaciones. 

Usted, habrá sido domesticado en un aspecto más de su vida. ¿Comprendido?

viernes, 1 de agosto de 2014

LES CUENTO





Yo vivo en un villorrio muy "quitado de bulla" - casi como Fray Luis de León: "Que descansada vida/ la del que huye del mundanal ruido" - en Vaudreuil-Dorion, al oeste de Montréal, en cuyo lugar por razones climáticas, no me doy la oportunidad de mirar la bóveda celeste, sobre todo nocturna.

Y generalmente, el verano - Julio y Agosto - lo paso con la familia en Mundaka, un antiguo pueblo de Euskadi (País Vasco).

Y por el contrario, desde Itxas Begira, la casona construida por mi suegro (nunca mejor dicho "que en gloria esté"), sentado en el balcón miro, observo, y vuela mi memoria sentimental mirando la bóveda celeste nocturna.

Son momentos emocionantes: embobado mirando el cielo, viene a mi memoria el Chile, mejor dicho, el Chillán que mi memoria infantil recuerda. ¿Por qué no, si las estrellas son mucho más antiguas que mis recuerdos?

Viene a mi memoria el maravilloso pueblo de El Carmen (Ñuble), en aquellos años, similar a los pueblos cinematográficos del Western, desde el punto de vista paisajístico, claro; mis queridos padres...; cuentos del terremoto de 1939...; mis amigos de infancia...; la Escuela de Aplicación, anexa a la Normal de Chillán...

Y con la misma velocidad de una estrella fugaz, asciendo de la tierra al cielo y siento fundirme, o simplemente reencontrarme con el hidrógeno transformándose en helio, quiero decir, me imagino renaciendo, emergiendo..., siendo parte primigenia de ese primer instante...

Otra estrella fugaz, y estoy aquí en el balcón nocturno observando a mis padres "hidrógenos" y "helióticos" (¿Helióticas?)... El placer de la ociosidad...

Qué injustos son a veces los sentimientos. En Vaudreuil-Dorion me quejo de vivir en un lugar plano, un valle liso como una calzada. "¡Ah, cómo echo de menos la Cordillera - le digo a mi mujer -, las Lomas de El Carmen!

Sin embargo aquí, en Mundaka, no hay manera de evitar las Lomas. Aquí, o subes o bajas. No existen los valles. Tampoco puedes evitar los tres pisos que tiene la casona de Iñaki, mi querido y recordado suegro-amigo. Muy bonitas las vistas desde Itxas Begira (en euskera quiere decir algo así como "mirando hacia el mar"), sí, muy bonitas, pero ¡me cago en diez!, si sales de la casa, desciendes, si regresas, subes. Y claro, los nietos, felices suben y bajan corriendo todo el día. ¡Pero yo ya no soy nieto, joder!

Bien, bien, calmémonos. Estábamos en las estrellas, el hidrógeno y vainas de ésas... Y agrego..., el cambio. Observando el cielo desde este balcón nada permanece, quizás solamente la luz...

El sabio aquél que dijo que " todo cambia, nada permanece", seguramente contempló la bóveda celeste nocturna desde este balcón en donde yo escribo estas "cascaritas de piña". Porque aquí entre el mar y el cielo sólo existe el cambio. De noche o de día, si estás de vacaciones como yo y te pones a mirar hacia el mar y el cielo, de día o de noche, puedes quedarte tranquilo (a). Sobre todo si tu presente es una mierda.

Porque, desde este balcón te digo, el Presente - no sólo lo ha dicho Nicanor Parra -, ya pasó... "Lo único que realmente nos pertenece es el Futuro" ( no me hago responsable de la literalidad). 

Y de mi cosecha, adjunto: ni Pasado ni Presente ni Futuro, ¡ni narices! Sólo existe la Luz... A ella pertenecemos...


Por supuesto, aprovecho de decirles también que tal vez no sea muy provechoso mirar la bóveda celeste en vacaciones...

sábado, 26 de julio de 2014

BAJO LA BÓVEDA CELESTE

Santa Katalina, Ogoño e Izaro  vistos por mi




Si retiro el ojo del microscopio puedo ver un paisaje hermoso. Un paisaje que he descrito otras veces: un pedazo de mar del Golfo de Bizkaia; a mi derecha la antigua ermita de Santa Katalina; detrás de ésta el imponente peñón de Ogoño, y a mi izquierda, quizás a dos o tres millas marítimas del peñón, la isla de Ízaro, semejando un gran pez espada dispuesto a dar una estocada a Ogoño.
Sin embargo, no resulta fácil escapar del microscopio: se me revuelve el alma leyendo lo que pasa en Palestina, la masacre que sufre el pueblo palestino a manos de su verdugo, ¿Yahvé? ¿Será este Dios que siempre me ha resultado iracundo, quien está incitando una vez más en su historia a la violencia desmedida?
Ajusto el microscopio y leo: "... amarás a tu prójimo como a ti mismo..." (Lev 19, 15, 18). Sin embargo, afinando el lente, me doy cuenta que aquí el "prójimo" no se refiere a todas las etnias, sino a sus compatriotas, a sus congéneres: ... " No odiarás a tu hermano. No guardarás rencor contra los hijos de tu pueblo...". Sí, así de claro. De "su pueblo", de su pueblo elegido. Yahvé nunca tuvo problemas para ordenar a sus congéneres el exterminio de otros pueblos.
Este Dios de los judíos, el del Antiguo Testamento - de la Biblia - no tiene nada que ver con la bondadosa buena intención de "Amaos los unos a los otros", mucho más tardía,
Y en lo personal, cuando los dioses caen en la tentación de enviar a sus pueblos a exterminar a otros pueblos, se me caen de la sinagoga, del templo o de la iglesia.
Sean dioses mesopotámicos, egipcios, griegos, orientales, asiáticos, africanos, etc., etc., se me caen de sus pedestales.
Prefiero mirarle la cara al cabrón que manda matar descaradamente por dogmatismo, porque  es racista, o para apoderarse de lo que los otros tienen, así, sin encubrirse ni en versículos ni mitología ni narices.
El gobierno de Israel, hoy, se queda con el culo al aire - arrastrando en ello a su pueblo -, ante todos quienes aspiramos a la paz y la equidad social entre todos los pueblos, etnias y credos.
YHWH, se irá quedará solo, incluso desobedecido por muchos miembros de su propio pueblo.
En definitiva, sólo el exterminio nazi en contra de los judíos había provocado tanta repugnancia como la que hoy provoca el exterminio de los palestinos por parte de Israel.

Cualquiera que mañana diga que no supo de la impunidad del Gobierno de Israel será tan cabrón como lo fueron quienes dijeron ignorar el exterminio de los judíos.

lunes, 14 de julio de 2014

COLOURS…
















Árboles añosos y una calle amplia y silenciosa… Las gaviotas… ¿cercanas…? Rivière des Outaouais… Un río grande, sólo un brazo del río… Garzas migratorias…, et canards… La mémoire a des racines qui poursuivent… Y aun, memorias ancianas, con raíces más profundas… en ella también hay ríos: el Río Ñuble, adolescentes que nadan contra corriente…, sauces en la rivera…, árboles y aves migratorias… Aves que no buscaron otros parajes…, volaron escapando del cazador…

Un brazo de mar pretendiendo engañarnos…, el Canal de la Mancha a mis espaldas… Asciendo trabajosamente la cuesta hasta llegar a Queens Park. ¿Dos años de ausencia? Again the seagulls, they close; ducks and geese…

Libres de Malls  y de ostentosas Galerías Comerciales, recorremos con Begoña, calles de pequeñas tiendas, casi de carácter artesanal…

De pronto me siento contento de que mi oficio haya sido el arte, el arte del actor, pese a que en mi país los actores ya no tienen los ecos de antaño. Quizás porque soy actor cada día me cuesta más diferenciarme de los animales, y de los árboles y aves diversas...

Tomados de la mano recorremos plácidamente con mi mujer las callejuelas del centro de Brighton…

Es probable que muchos de los personajes que he interpretado y actuado, sin darme cuenta, hayan tenido algunos tal vez esencia de hojas, otros de agua, de nieve; también de escarabajos, quizás otros, de pumas hambrientos. Cada día ignoro aún más los misteriosos caminos que me han llevado a concretar mi imaginación de actor de ésta o de aquella manera. En toda mi vida he observado tanto al Hombre como a la Naturaleza animal y vegetal, reflexionando de acuerdo a mi capacidad, y hoy no puedo decir quién me ha inducido a tentar mis diversas actuaciones.

No me basta pensar que soy un ser racional respecto de esa ardilla que lejos de temerme, se ha detenido ayer desvergonzadamente, casi interrumpiendo mi tránsito, esperando tal vez  alguna migaja de pan o nuez… Es su mirada, su mirada inquisitiva, exigente, la que hizo meterme la mano al bolsillo sin encontrar nada que le satisficiera… Una mirada similar la tengo en mi memoria, desde hace muchos años, en Santiago de Chile: un niño harapiento de ojos negros estirando su manita. ¡Mierda!

La mañana está brillante, con el sol reflejándose a lo lejos en el Canal, mientras atravesamos un pequeño parque que rodea el Palacio The Dome, aquí en Brighton. “Para el gusto se hicieron los colores”, comenta mi mujer, mirando las variadas y hermosas flores de los jardines. “Sí, para el gusto de la Luz”, me digo, pensando en que tal vez la Luz hizo los colores para su propio placer…