(extracto de La Presse,
Montréal)
Barack Obama advirtió el miércoles contra la tentación de
las intervenciones militares « precipitadas » a través del mundo,
defendiendo con energía su política internacional ante quienes le acusan de
falta de firmeza, en Siria y Ucrania, por ejemplo.
Tras el anuncio de un calendario de retirada de
Afganistán a fines de 2016, el presidente se ha comprometido a aumentar su
ayuda al sostenimiento de la oposición en Siria, a la vez que hacer frente a
Rusia en la situación de Ucrania y a transparentar la utilización de los
drones. Pero primero, y sobre todo, él ha explicado su visión del lugar de
América en el mundo.
« Es una verdad absoluta
que en este S. XXI el aislacionismo americano no es una opción », dijo en
su largo discurso en West Point, la prestigiosa escuela de la armada, en el
Estado de New York.
« Sin embargo, que
nosotros tengamos interés de promover las paz y la libertad más allá de
nuestras fronteras no quiere decir que todo problema tiene una solución militar ».
« Luego de la Segunda
Guerra Mundial, algunos de nuestros errores más costosos no han venido de
nuestra moderación sino de nuestra precipitación en aventuras militares sin
pensar en todas las consecuencias ».
Estando convencido que América debe « hacer escuchar
su voz en la escena internacional », Obama ha subrayado que la fuerza
armada ha sido y continuará siendo la « espina dorsal » del liderazgo
americano. « Pero la fuerza militar no puede ser siempre el único componente
de nuestro liderazgo. No es cosa de saber que tenemos el mejor martillo para
ver todos los problemas como un clavo ».
« En tanto que
presidente, decidí no enviar tropas americanas a la guerra civil de Siria, y
pienso que es una buena decisión. Pero eso no significa que no debo ayudar al
pueblo de Siria a luchar en contra de un dictador que bombardea y somete a la
hambruna a sus ciudadanos », ha dicho, prometiendo aumentar el la ayuda
americana « a quienes desde la oposición plantean la mejor alternativa
ante los terroristas y un dictador brutal ».
En su discurso, Obama,
también propuso la creación de un fondo de 5 billones de dólares para luchar
contra el terrorismo, fondo que dará a los EEUU « la flexibilidad
necesaria » para cumplir diferentes misiones.
Citó especialmente el entrenamiento de fuerzas de
seguridad en Yemen que han pasado a la ofensiva contre al-Qaïda, la ayuda a una
fuerza multinacional para mantener la paz en Somalia, y también la ayuda a las
operaciones militares francesas en Mali.
Es decir, al parecer, digo yo, los problemas internacionales
no dejan de ser « un clavo ».
Pero ahorrándome mayores comentarios, aprovecho la ironía
del senador republicano John McCain, a propósito del citado discurso :
«El problema es que el presidente
no traduce esos principios en verdaderas decisiones políticas, y su discurso de
hoy día no da ninguna razón para creer que esto va a cambiar.»
No sólo el discurso, Mr.
McCain, agrego yo. Y a ropósito de ironías, me ha venido a la memoria una frase
que en Chile dijera Miguel Enríquez en su último discurso en el anfiteatro del Caupolicán :
« Las cosas no son tan
simples, Carmona » (uno de los tantos golpistas demócrata cristianos).
Y, claro, las cosas hoy día,
no son tan simples para el César del Imperio norteamericano, ni ayer tampoco
fueron simples ni para Carmona ni para el MIR...