Rembrandt, oldman sleeping |
Abisidio, separó las nubes y tomando el gran megáfono preguntó:
-Terráqueos, ¿qué nos une en estos tiempos?
Y el Coro respondió:
-Los especuladores financieros, la política y el desencanto…
-Lleváis razón, alimento de bacterias, dijo Abisidio, mientras se esfumaba en medio de una tempestad de rayos y truenos.
Me dice Ricardo que en ese momento despertó. Eran las 6,30 de la mañana. Como el resto de su familia dormía, se levantó silenciosamente con la idea de escribirme un par de letras:
A propósito de ese sueño que te cuento, mi estimado amigo, considero que es cierto: la famosa globalización es el mejor invento que pudieron imaginar los grandes grupos económicos. Nos tienen jodidos pagando sus crisis, creadas exclusivamente por sus especulaciones financieras. Porque estos cabrones ya no ganan el dinero produciendo bienes y servicios, lo ganan especulando.
Han armado la trenza entre la banca, “los inversores”, las mafiosas agencias de riesgo y los políticos. Entre todos ellos han organizado un casino de lo más emocionante. He leído por ahí, que los billones que se transan “cada día” en el mercado de divisas, suman más de 200 veces el producto industrial bruto (PIB), diario, de los 15 países europeos más avanzados económicamente. Sácale punta al lápiz.
Entonces, mi estimado amigo, ¿por qué no pagan ellos sus propias crisis? Ah, porque para eso nos tienen a los millones de estúpidos a quienes nos suben los impuestos, nos echan al paro, recortan beneficios sociales, nos suben los precios de los bienes de consumo, etc.
¿Sabes que te digo? Aunque no tengo nada de “médium”, el sueño medio apocalíptico que me ha despertado esta mañana sugiere que estamos hasta más arriba de las narices, en todas partes del mundo. Y como no logremos que se controlen los mercados, las instituciones financieras, las mafiosas agencias de riesgo, nuestros políticos seguirán prostituyéndose transformando en intocables a los que crean - para su propio beneficio - las crisis cada vez más continuas y graves.
Las clases medias y populares, aun los estados, no podemos ser los eternos “paganinis”.
Todos los estados, sus constituciones, contienen un arsenal de leyes que pueden aplicarse a los “infractores económicos” (quizás deberíamos hablar de delincuentes económicos). Si yo cometo una infracción conduciendo mi vehículo no es el Estado quien paga la multa… Y no necesitamos dictadores para aplicar nuestras propias leyes…
Me río cuando me acuerdo del sofisma que el mercado era capaz de regular todo…
Menos mal que aquí en Chile, los estudiantes la tienen clara. Aquí se está armando una bola de nieve que a ratos recuerda la década del 80. Quién sabe si se logra una verdadera consulta nacional. Ojalá no vaya a aparecer esta vez otra agrupación política tipo Concertación, desvirtuando el movimiento popular.
En fin, no te lateo más… Ya sabes, un mal despertar lo tiene cualquiera. Dale saludos a tu pior es na. Un abrazo. Ricardo Calderón de la Barca.