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La emoción que nos provoca la Noche Vieja y el Nuevo Año es, sin duda, una emoción colectiva singular que recorre ciudades y países, aunque existen variaciones, derivadas de diferentes culturas.
Pero mi comentario se restringe a quienes nos abrazaremos emocionados, entre familiares y amigos, este 31 de diciembre 2023. Muchos recibirán los abrazos telefónicos o por correo, pero con igual emoción.
A quienes han cargado con una “mochila” muy pesada este año, les deseo que se abracen a la esperanza: el Nuevo Año alivianará esa carga ofreciendo días mejores.
Todos participamos de la incertidumbre de nuestro porvenir a corto y largo plazo, y el término del año estimula esa inquietud, otorgándole una trascendencia misteriosa.
En el abrazo, en los buenos deseos, encontramos la protección para que florezca la esperanza...
“¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ficción,
una sombra, una ilusión,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son”.
(CALDERÓN DE LA BARCA que nos provoca la Noche Vieja y el Nuevo Año es, sin duda, una emoción colectiva singular que recorre ciudades y países, aunque existen variaciones, derivadas de diferentes culturas.Pero mi comentario se restringe a quienes nos abrazaremos emocionados, entre familiares y amigos, este 31 de diciembre 2023. Muchos recibirán los abrazos telefónicos o por correo, pero con igual emoción.
A quienes han cargado con una “mochila” muy pesada este año, les deseo que se abracen a la esperanza: el Nuevo Año alivianará esa carga ofreciendo días mejores.
Todos participamos de la incertidumbre de nuestro porvenir a corto y largo plazo, y el término del año estimula esa inquietud, otorgándole una trascendencia misteriosa.
En el abrazo, en los buenos deseos, encontramos la protección para que florezca la esperanza...
“¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ficción,
una sombra, una ilusión,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son”.
(CALDERÓN DE LA BARCA