De las más curiosas derivaciones de un refrán popular me resulta “pior es mascar lauchas”. El refrán hace referencia a los tiempos en que la Banca no contaba con la confianza que hoy, y desde hace muchos años, nos permite depositar nuestra confianza y nuestro dinero en el Banco.
Ya sabemos, el dinero tiene una larga historia. Incluso, durante mi infancia - relacionada con el mundo agrario -, era corriente entre los pequeños propietarios agrícolas mantener guardados sus ahorros en casa. Y para ello tenían una alcancía. Una caja, corrientemente de madera, o de lata, ahorros que serían ocupados solamente en caso de emergencia importante.
De tal manera que tener que recurrir a los fondos de la alcancía, siempre era una mala noticia, una desgracia.
¿Y qué relación tiene esto con “pior es mascar lauchas”? Pues, el acervo popular es capaz de revirar el lenguaje. Sucede que la alcancía, en España, suele llamarse “Hucha” (la etimología es interesante pero no viene al caso). Así es que tener que comer de la Hucha es una desgracia. Y aunque ignoro si solamente en Chile existe el dicho popular, es allí en donde lo he escuchado: la “Hucha” fue transformada en “Laucha”, con lo cual se intentó reforzar la desgracia: “pior es mascar lauchas”. Un refrán que se utiliza como consuelo humorístico ante una desgracia o inconveniente: “Pior es mascar lauchas, amigo”.
Recovecos lingüísticos del acervo popular.