Inesperadamente me he encontrado con una foto de mis comienzos artísticos, hace ya muchos años. Fue integrándome a un grupo cultural en Chillán, mi ciudad natal. Tenía 13 años, era el benjamín del grupo. “Radiodifusión Cultural de Chillán” se titulaba el programa radial que transmitíamos los domingos a las 21,30 horas a través de Radio La Discusión. Un programa con noticias culturales que además introducía adaptaciones de diversos cuentos de la literatura nacional e internacional.
En uno de esos programas radiales tuve la inesperada satisfacción de ser nominado para anunciar el título del cuento que se transmitiría esa noche. Tenía yo 14 años, de manera que me sentía orgulloso de haber sido designado para anunciar el título del cuento de terror del autor norteamericano William Wymark Jacobs, titulado “La Pata de Mono”. En esos años no existía aún la grabadora, que permitía borrar los errores y repetir el texto. No, en esos tiempos los programas se transmitían directamente al aire.
De manera que aquella noche, parado yo frente al micrófono..., esperé los breves instantes en que la música creaba el ambiente de miedo..., mi compañero locutor con voz misteriosa dijo “esta noche presentamos el cuento de terror titulado...” ¡tatatatán...! y yo, con voz misteriosa, dije LA PATA... DE PALO.
El resto de los actores se quedaron helados, mirándose unos a otros. No podían creer que habían escuchado tal error de mi parte. Y claro, no había manera de corregir. Mi voz, nítida y claramente, había dicho LA PATA DE PALO y no LA PATA DE MONO....
Ahorro los comentarios y las burlas que tuve que soportar una vez terminado el programa...
Quizás asocié inconscientemente al pordiosero que solía pedir limosnas en las calles de la ciudad, quien efectivamente tenía una pata de palo... En fin...
Nota: en la foto, en primer plano Ciro Vargas, director del grupo. Yo estoy detrás del muchacho que tiene una bufanda sobre el pecho.