martes, 3 de octubre de 2023

EJEMPLO QUE NOS DIGNIFICA

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Cada vez que me instalo ante el ordenador con la intención de escribir algún comentario, circulan por mi mente imágenes, noticias leídas o vistas en la televisión que, en general, destacan aspectos negativos de nosotros los seres humanos. 

Y, sin embargo, no nos hacemos justicia cuando solo miramos nuestros aspectos negativos. La historia humana está llena de magníficas acciones colectivas e individuales. Nuestro frío raciocinio ha sido derrotado muchas veces por el sentimiento. Y aunque también existen los “malos sentimientos”, éstos son rechazados, a veces en silencio, dadas las circunstancias, pero nunca aceptados. Nuestros sentimientos tienden al bien. ¿Y nuestras ideas? “That is the question”.

Existe un organismo social que, en mi opinión, honra a la condición humana, organismo del cual tenemos noticias de vez en cuando a propósito de alguna tragedia natural, o de conflictos armados que desangran países o pueblos marginales. Oficialmente se fundó en 1971, uniendo organismos que venían trabajando separadamente. Es MSF, “MÉDICOS SIN FRONTERAS”. Miles de seres humanos profesionales de la salud, integran ese organismo internacional prestando ayuda humanitaria allí, donde sea necesario. 

Les dejo con su Carta Magna:

CARTA MAGNA DE MÉDICOS SIN FRONTERAS

Médicos Sin Fronteras es una asociación privada con vocación internacional. La asociación reúne mayoritariamente a médicos y miembros de los cuerpos sanitarios y está abierta a otros profesionales útiles a su misión. Todos se comprometen a honrar los siguientes principios:

Los Médicos Sin Fronteras socorren a las poblaciones desamparadas, a las víctimas de catástrofes de origen natural o humano, de situaciones de conflicto, sin ninguna discriminación por raza, religión, filosofía o política.

Al actuar con neutralidad e imparcialidad, los Médicos Sin Fronteras reivindican, en nombre de la ética médica universal y del derecho a la asistencia humanitaria, la plena y entera libertad del ejercicio de su función.

Se comprometen a respetar los principios deontológicos de su profesión y a mantener una total independencia de todo poder, así como de toda fuerza política, económica o religiosa.

En su condición de voluntarios, miden los riesgos y peligros de las misiones que cumplen y no reclamarán para sí mismos ni para sus allegados compensación alguna, salvo la que la asociación sea capaz de proporcionarles.