sábado, 11 de febrero de 2023

FIORITURAS OCIOSAS


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Todos sabemos por experiencia, que el Arte en sus variadas expresiones tiene algo en común: todas ellas emiten un más allá de lo que vemos, escuchamos o leemos. Los especialistas denominan a esa cualidad del arte, “objeto sensible”. Evitando meterme en honduras estéticas, solamente agrego que el creador de ese objeto – música, pintura, escritura, actuación, etc. - no sabe con exactitud el impacto emocional o reflexivo que provocará su trabajo. Sabe, sin embargo, que, durante el proceso de su creación, ésta adquirió una suerte de autonomía que le obligó a poner tal color, tal nota, tal palabra, tal gesto, tal movimiento...
A las actrices y actores nos sucede lo mismo: el contenido del Personaje poco a poco comienza a imponer una determinada forma del gesto, del cómo decir, y en definitiva: del “cómo ser”. En el teatro el proceso es lento, no necesariamente más tranquilo, porque siempre está la incertidumbre de si arribarás a buen puerto.
En el cine pienso que es importante tener una sensibilidad certera que dirima pronto si la primera impresión que te provocó la lectura del guion es la que conviene seguir.
Y en todos los casos, es el público: el espectador, el auditor, el lector, quien dará el veredicto definitivo. Será la intensidad de su emoción o reflexión, o ambas juntas, quien determinará la calidad del fenómeno artístico.
Sin embargo, como el “objeto sensible” es un fenómeno subjetivo, no es la unanimidad quien le otorga su excelencia...
Nota: la pintura es de Esteban Agosin, Colectivo.