Nelson Villagra Garrido y Begoña Zabala Aguirre en El Demonio y La Muerte |
Será difícil encontrar un artista que en su proceso de creación no haya sentido que éste, mientras madura, comienza a exigir autonomía. Es un fenómeno extravagante, pero todo creador lo experimenta: el poeta no puede negar que tal verso exige ser cambiado. El rojo del pintor desea ser más pálido; el novelista tal vez deberá borrar una página completa...
Y viene al caso: en una farsa campesina que escribí y estrené en Chile hace años, comencé a escribiendo sobre un Campesino, y terminé metiéndome con la Muerte y el Diablo. Y la Muerte, comenzó a imponer sus ideas, presión que continuó debido a la excelente interpretación del personaje que realizó la actriz Begoña Zabala Aguirre. La Muerte, se adueñó de la obra de tal manera, que me obligó a escribir muchos versos en cuya ideología, como autor, no estoy de acuerdo.
Giramos la obra por varias ciudades del sur de Chile, y la gente gozaba con la Muerte.
Me tengo por hombre racional y ajeno a la metafísica. Sin embargo, en el epílogo de la farsa campesina, la Muerte termina diciendo:
“En la tierra no comienza/ ni termina la verdad. / Tal vez en la eternidad, / si persiste la conciencia/ y perdéis vuestra inocencia/ sabréis que nunca exististeis, / y aun, ni siquiera fuisteis. / Que fue bendita ilusión/ lo que con tanta emoción/ como vida definisteis”.