¿Desde cuándo nuestra especie adquirió la cualidad de la ternura?
El corazón latió con fuerza y se me agitaron las sienes cuando encontré esta inesperada fotografía de mis queridos nietos Eneko y Maider. Fui testigo del nacimiento de ambos. Actualmente son un par de hermosos muchachos.
Les enviaré esta imagen sabiendo que anidará en sus corazones y en el de sus padres.Desgraciadamente para ellos y para mí es Imposible regresar a ese tiempo... Aunque, por mi parte, 20 años menos ya los agradecería...