Según nos
muestra la historia de la humanidad, al parecer todos los grandes Imperios
sufren un fenómeno similar a la muerte de una estrella : ésta, cuando
hacia la mitad de su vida – varios millones de años (miles, para el caso de los
imperios) – se queda sin hidrógeno, el núcleo se convierte enteramente en helio
y entonces la estrella declina : se vuelve más fría y brillante y luego
muere. Cataplún, colapsa sobre sí misma.
La pregunta
es : ¿En qué parte del proceso de extinción estará la potencia imperial de
los EEUU ? ¿Logrará ser dueño absoluto del mundo antes que se le acabe el
hidrógeno ?
Por lo pronto
él y sus cómplices – como al mago que se le arrancan los conejos -, han creado un caos tal que no lo arreglará ni
Cristo, ni Mahoma ni Buda.
Quién sabe
si los « taoístas », logrando mantenerse detrás de sus banderas
blancas, podrían ser en última instancia los beneficiados.
Por lo
pronto, un artículo de hoy en « La Presse » de Montréal, trae una
muestra de los conejos que están saliendo del sombrero del mago :
EN CHIFFRES
Environ 12 000 combattants
étrangers se sont joints aux djihadistes en Syrie
Combattants issus de pays arabe
Tunisie: 3000
Arabie saoudite: 2500
Maroc: 1500
Combattants issus de pays occidentaux
France: 930
Royaume-Uni: 400
Allemagne: 270
Australie: 250
Belgique: 250
Pays-Bas: 120
Canada: une centaine
Autres
Russie: 800
Turquie: 400