Durante 10 años mi familia y yo fuimos acogidos generosamente en 1975 por la Revolución Cubana.
Durante los 10 años que viví en Cuba
recibí – junto a mi familia - desde mi llegada , al igual que otros cientos de
chilenos (además de numerosos latinoamericanos), todos los beneficios que la
Revolución otorgaba a sus ciudadanos.
Como actor trabajé en 13 films cubanos y
coproducciones. Algunos de esos films se convirtieron en un hito de la
cinematografía cubana y latinoamericana.
No puedo por menos de alegrarme hoy al
saber que la dignidad revolucionaria de Cuba ha triunfado sobre la tozudez
reaccionaria de los gobiernos de los EEUU.
Y al mismo tiempo me alegro de haber
convivido con esa gente cubana generosa, sencilla, de un carácter seductor, que
no perdió nunca la brújula de su lucha.
En la apertura hacia la nueva etapa que
Cuba viene abriendo desde hace ya un tiempo, estoy seguro que los líderes
cubanos y su pueblo sabrán conservar su dignidad heroica de 50 años.