sábado, 26 de julio de 2014

BAJO LA BÓVEDA CELESTE

Santa Katalina, Ogoño e Izaro  vistos por mi




Si retiro el ojo del microscopio puedo ver un paisaje hermoso. Un paisaje que he descrito otras veces: un pedazo de mar del Golfo de Bizkaia; a mi derecha la antigua ermita de Santa Katalina; detrás de ésta el imponente peñón de Ogoño, y a mi izquierda, quizás a dos o tres millas marítimas del peñón, la isla de Ízaro, semejando un gran pez espada dispuesto a dar una estocada a Ogoño.
Sin embargo, no resulta fácil escapar del microscopio: se me revuelve el alma leyendo lo que pasa en Palestina, la masacre que sufre el pueblo palestino a manos de su verdugo, ¿Yahvé? ¿Será este Dios que siempre me ha resultado iracundo, quien está incitando una vez más en su historia a la violencia desmedida?
Ajusto el microscopio y leo: "... amarás a tu prójimo como a ti mismo..." (Lev 19, 15, 18). Sin embargo, afinando el lente, me doy cuenta que aquí el "prójimo" no se refiere a todas las etnias, sino a sus compatriotas, a sus congéneres: ... " No odiarás a tu hermano. No guardarás rencor contra los hijos de tu pueblo...". Sí, así de claro. De "su pueblo", de su pueblo elegido. Yahvé nunca tuvo problemas para ordenar a sus congéneres el exterminio de otros pueblos.
Este Dios de los judíos, el del Antiguo Testamento - de la Biblia - no tiene nada que ver con la bondadosa buena intención de "Amaos los unos a los otros", mucho más tardía,
Y en lo personal, cuando los dioses caen en la tentación de enviar a sus pueblos a exterminar a otros pueblos, se me caen de la sinagoga, del templo o de la iglesia.
Sean dioses mesopotámicos, egipcios, griegos, orientales, asiáticos, africanos, etc., etc., se me caen de sus pedestales.
Prefiero mirarle la cara al cabrón que manda matar descaradamente por dogmatismo, porque  es racista, o para apoderarse de lo que los otros tienen, así, sin encubrirse ni en versículos ni mitología ni narices.
El gobierno de Israel, hoy, se queda con el culo al aire - arrastrando en ello a su pueblo -, ante todos quienes aspiramos a la paz y la equidad social entre todos los pueblos, etnias y credos.
YHWH, se irá quedará solo, incluso desobedecido por muchos miembros de su propio pueblo.
En definitiva, sólo el exterminio nazi en contra de los judíos había provocado tanta repugnancia como la que hoy provoca el exterminio de los palestinos por parte de Israel.

Cualquiera que mañana diga que no supo de la impunidad del Gobierno de Israel será tan cabrón como lo fueron quienes dijeron ignorar el exterminio de los judíos.

lunes, 14 de julio de 2014

COLOURS…
















Árboles añosos y una calle amplia y silenciosa… Las gaviotas… ¿cercanas…? Rivière des Outaouais… Un río grande, sólo un brazo del río… Garzas migratorias…, et canards… La mémoire a des racines qui poursuivent… Y aun, memorias ancianas, con raíces más profundas… en ella también hay ríos: el Río Ñuble, adolescentes que nadan contra corriente…, sauces en la rivera…, árboles y aves migratorias… Aves que no buscaron otros parajes…, volaron escapando del cazador…

Un brazo de mar pretendiendo engañarnos…, el Canal de la Mancha a mis espaldas… Asciendo trabajosamente la cuesta hasta llegar a Queens Park. ¿Dos años de ausencia? Again the seagulls, they close; ducks and geese…

Libres de Malls  y de ostentosas Galerías Comerciales, recorremos con Begoña, calles de pequeñas tiendas, casi de carácter artesanal…

De pronto me siento contento de que mi oficio haya sido el arte, el arte del actor, pese a que en mi país los actores ya no tienen los ecos de antaño. Quizás porque soy actor cada día me cuesta más diferenciarme de los animales, y de los árboles y aves diversas...

Tomados de la mano recorremos plácidamente con mi mujer las callejuelas del centro de Brighton…

Es probable que muchos de los personajes que he interpretado y actuado, sin darme cuenta, hayan tenido algunos tal vez esencia de hojas, otros de agua, de nieve; también de escarabajos, quizás otros, de pumas hambrientos. Cada día ignoro aún más los misteriosos caminos que me han llevado a concretar mi imaginación de actor de ésta o de aquella manera. En toda mi vida he observado tanto al Hombre como a la Naturaleza animal y vegetal, reflexionando de acuerdo a mi capacidad, y hoy no puedo decir quién me ha inducido a tentar mis diversas actuaciones.

No me basta pensar que soy un ser racional respecto de esa ardilla que lejos de temerme, se ha detenido ayer desvergonzadamente, casi interrumpiendo mi tránsito, esperando tal vez  alguna migaja de pan o nuez… Es su mirada, su mirada inquisitiva, exigente, la que hizo meterme la mano al bolsillo sin encontrar nada que le satisficiera… Una mirada similar la tengo en mi memoria, desde hace muchos años, en Santiago de Chile: un niño harapiento de ojos negros estirando su manita. ¡Mierda!

La mañana está brillante, con el sol reflejándose a lo lejos en el Canal, mientras atravesamos un pequeño parque que rodea el Palacio The Dome, aquí en Brighton. “Para el gusto se hicieron los colores”, comenta mi mujer, mirando las variadas y hermosas flores de los jardines. “Sí, para el gusto de la Luz”, me digo, pensando en que tal vez la Luz hizo los colores para su propio placer…