CASTING DIRECTOR IN HOLIDAYS

Saber elegir una actriz o actor adecuado para actuar un determinado personaje es un trabajo de vital importancia en el cine, teatro o televisión. En el cine industrial existe el director de casting, especialidad altamente valorada. Trabajo que fuera de la industria, generalmente es responsabilidad del director de cine o TV. Quien no siempre acierta en su elección. Casos en los cuales se echa de menos la mencionada especialidad.

Un buen casting es casi tan importante como una buena historia.

Hace años que mientras leo las noticias adquirí el hábito de elegir actrices y actores - incluyéndome también - que a mi juicio podrían actuar los diferentes personajes que desfilan en novelas, cuentos o simplemente noticias. Un juego que muchas veces me sirve para escapar del terror que suelen provocar los acontecimientos mundiales hoy en día.

Cuando los países viven los periodos electorales, políticos y empresarios suelen ser mis personajes favoritos. Mi trabajo de director de casting llega a su apogeo. Si se trata de EEUU, desfilan ante mí diversos actores americanos. Aunque a veces juego con la idea que actores vietnamitas podrían estar geniales en los personajes de Bill Clinton y su querida esposa.

Demás está decir que numerosos actores  y actrices chilenos están asegurados en mi reparto a propósito del actual periodo electoral. Sin embargo, sé que es una película de ficción imposible porque el cine chileno no se mete con los personajes integrantes de los poderes del Estado. En general el cine chileno no se mete con el Poder. Gran debilidad suya, sobre todo si lo comparamos con el cine norteamericano en donde presidentes, militares, empresarios, políticos, jueces, curas, pastores, policías, etc., han sido conflictuados en numerosos filmes.

En compensación elegiré mi casting para una película en el mundo norteamericano. Pero eso sí, mis actores serán todos árabes, actuando una historia norteamericana con personajes norteamericanos (algún empresario, qué sé yo, un militar, algunos políticos, en fin, ángeles y demonios) hablando árabe en New York. ¿Por qué no, si los norteamericanos han actuado cuanto romano existió en aquel Imperio, hablando inglés? 

Tengo también en proyecto una historia del Éxodo, pero con reparto chino. Es cierto que conozco más actores japoneses, pero qué diablos, por fin debo ser un hombre pragmático, y el mercado chino plomete mucho.

actriz para Mónica

Pol eso mismo aplovechando peliodo eletoral chileno pensal también en locumeltal chilena rodada en Chile pelo con locutoles chino. Candidatos hablal chileno, así no contamilal melcado chino.

MIRANDO EL TIEMPO

Ogoño

El horizonte marítimo nocturno me resulta particularmente inquietante, misterioso..., sobre todo en los instantes de quietud... Me hacen sentir que vivo dentro del Tiempo...

Ya lo sé que es así, en efecto. Quiero decir que tomo conciencia de ello.

Y más de alguna vez, haciendo un juego de imaginación me veo como un indígena caribeño en una noche de octubre de 1492. Desde el monte donde habito veo en el horizonte del mar unas sombras extrañas que al parecer emergen de las aguas... "Son manchas, me digo, manchas que anuncian lluvia..." Me acuesto con la idea que mañana amanecerá lloviendo. "Mañana arrancaré las yucas antes que llueva", me digo.

Y entonces suspendo el juego. El resto es terror: amanecer. Enormes alas blancas sobre gigantescas piraguas... Allí, sobre las aguas. Tan cerca como un tucán sobre la ceiba...

Vuelvo al presente. El peñón de Ogoño, inmenso, imponente allí en el horizonte nocturno. Desde su acantilado millones de años me contemplan.

Levanto la vista y las inocentes estrellas titilan en la bóveda negra como lucecitas navideñas. Aparentemente son las mismas de siempre..., las mismas de ayer, de siempre..., desde hace unos 13 mil millones de años... ¡no me jodas!

De pronto recuerdo unas fotos que he visto de los primeros automóviles de finales del siglo 19. Me sonrío pensando en ellos. ¿Se sonreirán en 30 o 40 años más las personas que recuerden nuestros coches actuales? Se reirán de todos nosotros, supongo. Es probable que seamos el hazmerreír de otros idiotas que se creerán tan avispados como nosotros hoy día.

Esa idea de idiotas futuros riéndose de nuestras idioteces actuales me resulta consoladora. Como consoladora me resulta la certeza que los  artrópodos seguirán reinando en este globo azul a pesar de todas las idioteces que seguirán haciendo en contra de la Tierra los idiotas de mañana.