jueves, 30 de julio de 2015

"...UN DESTINO QUE SÓLO PODEMOS SOÑAR..."


En el disco de los Voyager figurarían saludos en 60 lenguas humanas, el canto de una ballena, un ensayo sonoro sobre la evolución, 116 fotografías de la vida en la Tierra y 90 minutos de música de una maravillosa diversidad de culturas terrestres. Los técnicos calcularon que aquellos discos de oro podrían durar 1.000 millones de años.

En días de verano solemos caer en lecturas inesperadas. "Miles de Millones" de Carl Sagan, fue la mía. Sin duda, Sagan fue un excelente divulgador científico, y este libro lo ratifica una vez más. Conteniendo además el dramatismo de su propia muerte, como la de una estrella que va consumiendo todo su hidrógeno y explota como una supernova, expandiendo conocimientos en innumerables conferencias, vídeos, libros...

Carl Sagan, además de su labor científica y humanista, fue un Ser Humano que tuvo el privilegio de participar en el grupo de investigadores que crearon una de las aventuras humanas quizás la más extraordinaria de nuestra especie: enviar dos naves espaciales, Voyager 1 y 2, para salir del sistema solar y emprender un viaje "eterno" en el espacio interestelar, con una perspectiva de mil millones de años ( 1.000.000.000 ). Seguramente un tiempo en el cual nuestra propia especie humana se habrá extinguido.

Tal vez esas naves serán nuestras lápidas en el cementerio interestelar. Es aterrador pensarlo, pero a la vez fascinante...

Mi imaginación de actor viaja sin saber adonde y regresa sin saber tampoco si ha regresado a mi ser... Deambula... Y en ese instante, no sé si ella misma, mi imaginación, en un acto de autodefensa supongo, decidió abandonarme y adherirse a Voyager 1 y vivir junto a ella la aventura indescifrable...

¡Vuelve!, estuve a punto de gritarle, pero ya no me escuchaba... Me separaban de ella 18.000.000.000 de kilómetros...

Sin embargo, la esperaré en las noches como un fiel amante, y... quién sabe, tendremos encuentros furtivos... Tan íntimos que ni siquiera se enterará mi mujer ni siquiera mis nietos...

Juntos, mi imaginación y yo, tal vez descubriremos que somos inseparables.

Sí, y por qué no..., en cualquiera de esas noches aceptaré su incitación, y acompañaremos a la Voyager 1 en su viaje interestelar..., la fuga perfecta...

Mundaka, fines de Julio, 2015.


domingo, 12 de julio de 2015

IMPERTINENCIAS DE UN ACTOR

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A propósito de un video que subió Begoña sobre un grupo de actores ingleses haciendo recuerdos del Old Vic, del cual ellos son miembros fundadores, le comenté a Bego que desgraciadamente en Chile, en general, no cuidamos nuestra tradición teatral.

Nuestra memoria chilena es corta no solamente en casos luctuosos y trágicos. Yo diría que por una especie de “sicología sísmica”, nuestro gesto cultural no tiende al rescate crítico de nuestros sedimentos. Antes por el contrario – borrón y cuenta nueva - nuestra actitud es suficientemente ególatra como para pensar, y en definitiva sentir, que la “historia comienza con nosotros”.

En economía, en política, en producción de bienes de servicio, en arte, etc., la historia en Chile “comienza conmigo”. Es una actitud que pareciera ser mayoritaria, aunque inconscientemente.

De los pioneros de nuestro Teatro Nacional, fines del S. XIX, comienzos del XX, no nos queda otro nombre - menos mal, el nombre -, que el de Pedro Sienna. Y eso, gracias a un film del cine mudo que él mismo dirigiera, El Húsar de la Muerte. Solamente algunos especialistas recuerdan de vez en cuando que Sienna, además, y quizás sobre todo, fue un poeta, dramaturgo, periodista, crítico de arte, actor y director de teatro, y productor.

Sin embargo, el mayor aporte cultural de Pedro Sienna, es que él fue uno de los pioneros de nuestro teatro vernáculo. Podríamos decir que a comienzos del S. XX, Adolfo Urzúa Rozas, Pedro Sienna, Enrique Báguena, Arturo Bührle, Armando Mook, Elena Puelma, Elsa Alarcón, entre otros varios, fueron los « pirquineros del Teatro Nacional Chileno ». Pirquineros culturales. Los restos dejados por el teatro español y europeo, comenzaron a ser reelaborados por un entusiasta y bohemio grupo de « cómicos » chilenos.

Pero en Chile, no solamente no volvemos la mirada a nuestro teatro de los comienzos del siglo XX (el Teatro de la Universidad Católica – TEUC - le hizo un valiente empeño en la década del 60), sino simplemente ignoramos todo lo que vaya más atrás de la década del 80.

Tengo la impresión que en todas las disciplinas artísticas y del pensamiento chilenos la situación es similar.

Es cierto que literalmente pertenecemos al Nuevo Mundo según los europeos, quienes desconocieron olímpicamente al Viejo Mundo cultural que ellos invadieron.

Consecuente con esa actitud del Conquistador, Chile – « asentamiento de inmigrantes » como el resto de hispano parlantes - ha ignorado siempre a los habitantes originarios de de los lugares ocupados por la fuerza de las armas.

Quizás México, Guatemala y Bolivia son los asentamientos de inmigrantes que por razones porcentuales con los pueblos originarios han sido permeados por las culturas allí existentes. Produciendo sin embargo muchas veces frutos híbridos aberrantes, cuando ha predominado el espíritu del Conquistador.

 Skakespeare, el paradigma de la poesía y dramaturgia inglesa, emergió luego de unos 500 años, hasta que su Reino que había emergido, diluido y vuelto a nacer muchas veces, logró asentarse. Dicho esto, sin que se desconozcan sus sedimentos originarios y complejos, desarrollados prácticamente desde la extinción del Imperio Romano.

Nosotros en Chile, de manera absurda, insistimos en que nuestro nacimiento cultural como país surgió en 1810. Borrando con ello de una plumada la continuidad caracterológica chilena iniciada con la Conquista, tres siglos antes.

Tal vez esa recóndita herencia reducionista, racista y clasista – que forma parte de nuestro « gesto cultural » - sea la que impide nuestro respeto y nuestro rescate crítico-histórico de las culturas en que fuimos desembarcados, culturas pre-existentes en el norte, centro y sur de nuestro « largo pétalo de mar y vino y nieve ».

Herencia de la cual no terminamos de desembarazarnos hoy día, expresándose en el desinterés generalizado por quienes nos han antecedido en las diversas actividades culturales y artísticas.

De esta manera, hemos seguido y seguiremos siendo, en general,  una cultura racista y clasista – y ególatra - que solamente sabe vivir el presente.

Continuaremos de este modo, manteniendo nuestro gesto cultural que acepta que a ciertos sectores sociales les corresponde su rol dominante – ni más ni menos que como antiguamente aceptamos la dominación de los sectores más cercanos a la Monarquía conquistadora -, dejándonos permear ayer y hoy por sus actitudes corruptas y demagógicas.

En la historia de nuestro « asentamiento chileno», sin duda en el terreno social hay muchas cosas a no olvidar.

Pero entre ellas, quizás la más trascendente, es no olvidar lo que hemos hecho y lo que hemos admitido en nosotros mismos y con los pueblos originarios.

Tal vez, desde una actitud de rescate crítico y autocrítico, nazca en nosotros la voluntad férrea de corregir nuestro gesto cultural adquirido acríticamente desde la Conquista misma.


jueves, 2 de julio de 2015

MAL DE TERRE

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PRIMAVERA 2014
“Los satélites de la Nasa que prosiguen sus vuelos por encima de la capa de ozono, confirman su adelgazamiento, y muestran que la situación continúa deteriorándose. La disminución primaveral no cesa de acentuarse, sobrepasando a veces el 70%”. (MAL DE TERRE, de Hubert Reeves con Frédéric Lenoir, pág, 52. Éditions du Seuil, 2003-2005)

En la fotos, ejemplo de lo expresado en MAL DE TERRE en el antejardín de mi casa:

PRIMAVERA 2015


domingo, 28 de junio de 2015

NO HAY PRIMERA SIN SEGUNDA

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En este mi blog, usted puede leer el epígrafe bajo mi foto. Son unos versos del maestro Merardo que muestran desde hace tiempo mi preocupación por el medioambiente.

Los medios oficiales de comunicación, hasta hace dos, tres o quizás cuatro décadas, propiciaban el desprestigio de las organizaciones ecológicas y de quienes individualmente mostrábamos preocupación por el descuido del medioambiente.

Hoy, es tan evidente no ya el descuido sino la destrucción del medioambiente, que hasta los medios políticos e industriales más conservadores han tenido que ceder, al menos en el discurso, ante la dramática realidad.

Y decir dramática, quizás actualmente sea una expresión mesurada, porque en realidad nos queda poco tiempo para evitar la tragedia.

De los más de siete mil millones de seres humanos que habitamos hoy día el planeta, hay que agregar las variadísimas y numerosas especies animales, porque todos modificamos el medioambiente.

Sin embargo les especialistas nos vienen repitiendo una y otra vez sistemáticamente, desde hace por lo menos 40 años, tanto a través de informes oficiales como extraoficiales, que la actividad humana tiene la mayor incidencia en el deterioro de la Naturaleza. Y en dicha actividad, la industrial, además de una serie de adelantos tecnológicos, ocupan el primer lugar.

Pero esa conclusión no exime en absoluto nuestra responsabilidad individual, antes por el contrario, ésta se ha hecho mayor dado el crecimiento de la población terráquea y su desarrollo tan desigual y caótico.

Cada uno de nosotros, desde los adultos hasta los niños nos vemos alterados por una oferta desmedida del consumo, que por un lado crea traumáticas frustraciones en quienes no acceden a él, y por la otra, aumenta el volumen de deshechos de quienes caen en la redes del consumismo.

Pensaba detallar la ayuda individual que podemos prestar al medioambiente desde la cocina de  
nuestro hogar; desde el baño; desde el transporte; desde las playas, desde los juegos infantiles...

Esa ayuda puede ser un parche, sí, parches curita para un enfermo que ha ingresado a la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos). Es probable. Pero si el parche lo ponemos los más de siete mil millones de habitantes, nuestro Globo Azul continuará siendo capaz de filtrar los rayos ultravioletas, evitando que muramos achicharrados como hormigas bajo la lupa.

Siendo cada uno de nosotros consecuentes con nuestra responsabilidad individual, tendremos más derecho aún de exigir organizadamente a nuestros gobiernos, a nuestras industrias, a los organismos internacionales que sean consecuentes a su vez con su discurso.

Entre muchos informes de especialistas de los últimos años, apareció recientemente la Encíclica del Papa Francisco “Laudato si” (Alabado seas), referido principalmente a nuestra grave situación ecológica. Hay que reconocer que dicha Encíclica no tiene desperdicio.

Sobre todo, debido al tema. Está dirigida a moros y cristianos, ateos, herejes y sacrílegos. Todos vivimos en este Globo azul.

Más de alguien podría comentar “si lo escribió el Papa, es un asunto de los cristianos, más precisamente, de los católicos”.

 No dejaría de tener alguna razón, debido a que los católicos, según sus cifras son más de mil millones. Deberían haber estado a la vanguardia de los ecologistas en estos dos mil años, podría decir ese crítico. Aunque tendría que reconocer también que a través de los siglos, de las filas católicas se han destacado numerosas personalidades defensoras del medio ambiente. Pero no es ese el problema a discutir hoy en día.

¿A menos que quisiéramos de esa manera esquivar la responsabilidad individual que nos cabe a cada uno de nosotros, habitantes de este mundo?

Católicos y no católicos, creyentes y no creyentes participan en la riqueza y la pobreza, participan en todos los gobiernos, en la política e industria nacionales e internacionales.

Y ellos y cada uno de nosotros, sabemos sobradamente desde hace tiempo que si no cambiamos nuestro modo de vida, si no modificamos nuestro afán absurdo de lucro y de consumo, nuestro afán absurdo de crecimiento y “progreso” sin fin, el enfermo que tenemos en la UCI se nos muere, por falta de oxígeno y exceso de metano.

 Amiga – en sentido genérico -, te invito a que no olvides tu parche individual diariamente. Así tendrás mayor voluntad y derecho a exigirle a tus autoridades que pasen del discurso al hecho.

La Naturaleza también eres tú. Cuídala.











miércoles, 24 de junio de 2015

LE REPITO LA DOSIS

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PÓNGALE UN PARCHE A NUESTRO GLOBO AZUL

La dosis completa se la receté el 12  de Junio de 2008 en mi blog. Pero hoy para que no se incomode usted, mi regalona, y usted mi regalón, la dosis se las voy a dar dosificada. Fíjese que soy comprensivo, la dosis completa se refiere al comportamiento con la ELECTRICIDAD, COCINA, BAÑO, TRANSPORTE y OFICINA. Pero esta vez comenzaremos solamente por la ELECTRICIDAD:

[PARA UN SALARIO MEDIO Y OTROS]

-Si tiene calefacción central, gradúe el termostato a unos 20 grados centígrados y abríguese un poco más dentro de casa.

-Cada grado suplementario representa un 7% más de consumo energético.

-Si su calefacción es a leña, no utilice especies en peligro.

-Use ampolletas [bombillos] de luz de bajo consumo.

-No olvide apagar la luz cuando salga de una habitación o la luz diurna sea suficiente.

-Use la lavadora llena: ahorrará agua y electricidad. (Y si no tiene lavadora “que me ahogo, dijo el pescado”).

-Una publicación asegura que un refrigerador mediano consume 322 kWh en un año mientras unIphone necesita alrededor de 361 kWh si se suma la conexión wireless, la transmisión de datos y la carga de la batería.

-Consolas de videojuegos. Si juegas con una Playstation, Xbox o Nintendo entonces también gastarás unos 230 kilovatios al año por cada consola que tengas conectada todo el tiempo.

-Computadora portátil. Algunos dicen que se debe tener la portátil conectada todo el tiempo cuando se está trabajando en ella, pero cuando no, se debe desconectar porque gastará energía extra, especialmente si también usas un monitor adicional con ella.

-Recordar desconectar los cargadores o apagar las regletas de energía puede ser un reto cuando no se esta acostumbrado a hacerlo. Haz lo que sea para que se te vuelva un hábito.

-Óigame, y apague la televisión cuando no la esté viendo, pus. ¡Obvio!


¿Sabe cuál es la cuota personal promedio que provocamos de dióxido de carbono [CO2], el más común de los gases con efecto invernadero? Entre 5,5 y 8 toneladas anualmente, cada uno.
Si tiene calculadora a la mano multiplíquelo por el número de habitantes a nivel mundial.

Y, recordemos: nada de promesas hipócritas: “nunca más”. Esas promesas se las dejamos al Ejército Chileno y a la chusma dorada de cuello y corbata que roba de día claro (no solamente en Chile).

Nosotros, con la franqueza del alcohólico en la reunión de AA:: “¿Hoy, no he dejado la luz encendida innecesariamente?”.

Continuará…


jueves, 18 de junio de 2015

EN NUESTRAS MANOS

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NO SOY CATÓLICO, PERO APOYO TOTALMENTE LA VALIENTE POSICIÓN ECOLÓGICA DEL PAPA FRANCISCO.

CHISTERAPIA:

Un Planeta sano se encuentra con un Planeta enfermo:

-¿Qué te pasa?

-No me digas nada…, atrapé la Humanidad.

-Ah, no te preocupes, se auto-elimina. Yo también la tuve. 

miércoles, 17 de junio de 2015

SEXTA EXTINCIÓN


"Los especialistas estiman que actualmente (2005) la tasa anual de la desaparición de especies vivas es mil veces más rápida que antes de la era industrial y que más del 30% de las especies podrían haber desaparecido en 2050, sin ninguna garantía que el fenómeno se detenga".

MAL DE TERRE, de Hubert Reeves. Éditions du Seuil. Mars 2003 et mars 2005.

viernes, 12 de junio de 2015

SE ABRIERON LAS CLOACAS

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Hablemos claro: se abrieron las cloacas y el olor a mierda hoy día resulta insoportable en el mundo entero. Y no juguemos a los sorprendidos: los excrementos siempre han estado rebalsando las alcantarillas.

El medio ambiente, deteriorado ya por la dichosa paradoja del “progreso y crecimiento”,  se encuentra hoy más agredido aún, no sólo por la actividad humana industrial, sino particularmente por la actividad expoliadora y corrupta de las estructuras de poder.

Estamos viviendo una atmósfera internacional muy ajena a aquella que hizo posible el surgimiento de la vida. ¡Tanta esperanza en ese bípedo primate!

Y continuemos hablando claro.

Si moralmente han emputecido el dinero, la economía, la política, las relaciones humanas, el deporte, la violencia policial, la infancia, las mujeres, la miseria, las guerras, etc., etc., etc., no es solamente porque “han”, sino también porque “hemos”. El que calla otorga.

¿Cuándo la corrupción llega a su esplendor? Cuando el cinismo campea como hábito natural. Si alguien o algunos protestan…, “es su problema”, “qué increíble”, “es que siempre ha sido así”.

“Huye de la deshonestidad…, pero lento…, para que pueda alcanzarte”.

Más vale reír que llorar, nos decimos.

A pesar que mientras reímos, sabemos que sobrevuelan sobre nuestras cabezas los cóndores que lucran de la mansedumbre…, ¿de quién?

viernes, 29 de mayo de 2015

EL CAMINO MÁS CORTO

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QUINO


Qué diferencia abismal existe entre el volumen de información que manejan hoy mis contemporáneos y yo, al volumen manejado por mi padre, para no ir más lejos.

Recuerdo a mi padre sentado en el portal de la casa que daba al jardín, leyendo el Diario La Discusión de Chillán, los días domingo. También era radio La Discusión, el medio masivo de comunicación para los chillanejos. Y tiempo después, como gran adelanto, lográbamos escuchar alguna emisora de Santiago, sufriendo el “chicharreo” de onda corta, audición que efectivamente nos llegaba en intermitentes “ondas”.

¿Como todo tiempo pasado, aquél era mejor? En absoluto. Esa idea no es más que una simple idealización consoladora.

Mi padre, un honrado trabajador (paramédico en Ferrocarriles del Estado), con la poca información que manejaba era suficiente para que se indignara. Quiero decir, ayer como hoy, los hombres elegidos para gobernar, los industriales (no recuerdo la palabra “empresario”) nacionales e internacionales, en fin, todos aquellos que debido a sus cargos públicos tenían una responsabilidad pública, se olvidaban constantemente de esta última calidad.

Todos esos señores, desde el edil del municipio chillanejo, hasta el señor Truman de los EEUU, eran motivo de la indignación de mi padre, debido a las acciones “irresponsables”  de muchos de ellos.  

¿Qué podían tener en común esos señores públicos, con un hombre que se levantaba a las 5 y media de la mañana (invierno o verano), y montado en su bicicleta partía a poner inyecciones a domicilio a los enfermos en tratamiento?

¿Mi padre era el único hombre o mujer honesto de ayer, de hoy, y mañana? La respuesta es obvia. Tanto la honestidad como la indignación es una constante en la historia universal. Y sin embargo - he ahí una paradoja -, esos valores han corrido en líneas paralelas con el abuso de poder, la corrupción y el engaño de los inocentes. Se podría decir que entre ambas, al parecer, existe una simbiosis… ¿Indestructible?

Estas líneas paralelas, en la historia han chocado muchas veces – y siguen chocando actualmente a diario – con luctuosos resultados generalmente.

La cuestión inquietante hoy día, incentivada por el volumen de información recibida a diario que suele bajar del “pedestal de las estatuas” a moros y cristianos, es la duda que nos invade a muchos: ¿cuál de las dos líneas ha crecido más en el tiempo; cuál de las dos se ha hecho más sólida; cuál de las dos ha contagiado más a la otra. Y sobre todo, ¿la simbiosis aludida, es intrínseca a nuestra especie?

Tal vez hoy más que nunca el combate debería comenzar por nosotros mismos. ¡Ojo con la primera piedra!

Recuerdo el texto de un film en el cual trabajé como actor. En medio de una batalla mi personaje, un dictador latinoamericano, le ordenaba algo así a su comandante:

-General, no gastemos más pólvora. ¡Mándele a ese cabrón un cañonazo de 100.000 dólares y terminamos con esta guerra!

¿El afán de obtener el poder-dinero, por el camino más corto, terminará por corrompernos a todos?




sábado, 16 de mayo de 2015

MI ESCUELA PRIMARIA



………………
los campesinos van
ya va vistiendo de oro
su fronda, el castañal
Madre mía, ay di,
por qué tus ojos, madre,
por qué quieren llorar

Desgraciadamente solamente recuerdo esos versos... Sin embargo me queda en la memoria su triste melodía. También he olvidado quién nos enseñó esa canción… La cantábamos en coro. Seguro que no fue nuestro profesor, don Gerardo González. Es probable que haya sido algún “normalista”, mientras hacía su práctica con nuestro curso.

Yo estudié mi “primaria” entre 1943-49, en la Escuela de Aplicación, anexa a la Escuela Normal de Chillán. En esos años ambas escuelas, la primaria y la de los “normalistas”, estaban situadas justo en el vértice de la Avenida Collín con la Avenida Brasil. En la Escuela Normal – fundada a fines del S. XIX - estudiaban los futuros profesores para primaria.

Mi escuela, un pabellón de madera de una sola planta - típica construcción pública post terremoto del 39 -, me parecía amplia y práctica. Junto con los pabellones de la Escuela Normal, ocupábamos un amplio terreno. Un terreno que antes fue un “fundo” que mi ingrata memoria ha olvidado su nombre.

En los años de mi infancia, la parte nuclear de Chillán, mi ciudad natal, se componía de un cuadrado perfecto: 12 cuadras de Este a Oeste, y 12 cuadras de Sur a Norte. Fuera de este cuadrado estaban lo que se denominaba popularmente como “las Poblaciones”. Seríamos en aquel entonces entre el Cuadrado y las Poblaciones, tal vez unos ¿30.000 habitantes…?

Me resulta tentador seguir recordando el  Chillán de mi infancia, pero esta vez quiero limitarme a mi Escuela.

Mi profesor, don Gerardo González, era militante del Partido Radical, el de aquellos tiempos. Un hombre que supo inquietar nuestro espíritu infantil, guiándonos hasta el umbral de nuestra adolescencia. No tuve el placer de saludarlo años más tarde para agradecerle esa semilla cultural panorámica que él sembró en mí, semilla que facilitó tempranamente la revelación de mi vocación artística.

Del mismo modo, agradezco haber recibido periódicamente la visita de los “normalistas”, quienes aportaban a sus clases de práctica, cuadros sinópticos; ilustraciones varias; paseos al fundo; maquetas de ciudades, ríos, montañas, en fin, múltiples “motivaciones” para cautivar nuestro interés sobre la materia que exponía.

Invadido por estos recuerdos, me doy cuenta ahora que mi interés por los estudios dio un salto: desde la Escuela primaria a la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile.  El intermedio, me resulta hoy un paisaje gris y burocrático, a la excepción de un par de profesores.

En mi Escuela de Aplicación teníamos todos los días “Inauguración de Clases”, que consistía en un pequeño acto artístico con la participación de diversos alumnos que recitaban un poema; otro cantaba; leían una composición; a veces un pequeño coro; el más hábil mostraba algún trabajo manual, etc. La Inauguración ocupaba unos 15 minutos, luego de lo cual nos íbamos a nuestras salas de clase. Parece que estuviera viendo esa querida Escuela con su pasillo largo y sus salas laterales, desde el primer grado hasta el sexto.

Aprendí a leer con el libro ”OJO”: ¿la O con la J? OJ. ¿La J con la O? JO… ¿Entonces…? O…J…O ¡OJO! 

Un día, tuvimos una emoción suprema: visitó la Escuela Normal - y a nosotros por añadidura -, Ramón Vinay, nuestra gloria internacional de la ópera: chillanejo y ex estudiante de la Esc. Normal. Me pareció un hombre de tamaño enorme, con unas espaldas descomunales de anchas. ¿En qué… año?

Pero en fin, veo que estos recuerdos se han ido extendiendo. Y esta vez no ha sido otra mi intención inicial que testimoniar mi cariñoso recuerdo de mi “primaria” y de mis compañeros de clase quienes vienen a mi memoria de manera confusa. Por lo mismo, sólo recuerdo algunos de sus apellidos que no tienen relación con la intimidad o aprecio, sino con el capricho de la memoria:

Morales; los hermanos Palma (uno de ellos excelente dibujante y el otro muy veloz carrerista); Costa; Alarcón; Gajardo; los hermanos Arias; nuestro líder en el fútbol, de quien no recuerdo su apellido; Urrutia; Valladares… El auxiliar de la Escuela, señor Fuentes…


Las dos o tres Moreras al lado de mi sala de clases… El edificio de la Dirección de la Esc. Normal, único con dos plantas… La Enfermería…Una pequeña viña... El Gimnasio con la cancha de básquetbol… Todo de madera… Amplios patios… Los sauces…, con el pequeño canal… La mina de greda…, allá lejos, en los extramuros del fundo…