He felicitado calurosamente la incorporación de SIDARTE (Sindicato
Interempresa de Actores de Chile) en la CUT, porque ese hecho explicita una vez
más y oficialmente, que los actores somos “Trabajadores” ante la Ley de la
República.
Lo que acabo de decir parecerá una obviedad para muchos, sin
embargo, no para todos.
Un botón de muestra: aunque la anécdota que contaré sucedió
por allá por la década del 60 en una provincia chilena, no me extrañaría que en
la actualidad todavía dicha anécdota tenga vigencia en diversos sectores
sociales de mi país.
Sucedió que en aquellos años el grupo de teatro profesional
de la Universidad de Concepción (TUC), solía hacer giras de difusión teatral
por las provincias sureñas. Los actores solíamos hospedarnos en los hogares que
colaboraban en las actividades culturales de provincia.
Un mediodía, luego de haber representado la noche anterior
la obra de teatro en aquel pueblo, un par de actores estábamos gozando de un
suculento y delicioso almuerzo preparado por la dueña de casa en que
pernoctábamos.
El anfitrión, un caballero bondadoso y simpático, después de
invitarnos a un brindis nos preguntó, interesado:
-¿Y ustedes qué hacen?
Un instante de extrañeza en nosotros, y respondimos:
-¿Qué qué hacemos? Pues, lo de anoche en el teatro.
-Sí, sí, sí, ya…, eso estuvo muy bonito. Pero yo pregunto en
qué “trabajan”.