viernes, 1 de septiembre de 2023

LA MATRIZ

Nelson Villagra  José Ignacio García  Begoña Zabala  

en

La Amante Inglesa  de Marguerite Duras  y la Dirección de Jaime Silva 







Debo reconocer que he sido sorprendido por las numerosas visitas que ha recibido el comentario anterior que titulé “UN ENCUENTRO INESPERADO”, a propósito del recuerdo de mi primera película (1967) y una teleserie grabada en 2012. No solamente fueron numerosas las visitas, sino que especialmente elogiosas. Hace tantos años que resido fuera de mi país que me resulta particularmente emocionante el recuerdo que como actor he dejado en los espectadores chilenos.
Obviamente, la tecnología del cine y la televisión ha permitido la masividad de la difusión de los trabajos mencionados, y otros, que he realizado a lo largo de los años.
Es la diferencia con el teatro, matriz de mi trabajo actoral, que evidentemente no se difunde sino solamente en el instante restringido y mágico de la función teatral.
A riesgo de equivocarme: de las visitas a mi comentario anterior de cine, un porcentaje mucho menor de espectadores habrá asistido por ejemplo a las presentaciones teatrales que hice en mis visitas artísticas a Chile en el 2000, cuyo mayor éxito lo constituyó la puesta en escena de “La Amante Inglesa” de Marguerite Duras, gracias a una excelente dirección de Jaime Silva, que permitió una de las mejores actuaciones teatrales femeninas que he presenciado en Chile y en el extranjero. Begoña Zabala, interpretando el complejo personaje de Claire Amélie, fue celebrada por los espectadores y la crítica especializada, constituyéndose en el eje central del éxito que obtuvimos con la obra mencionada, en Santiago y provincias.
Pero claro, esos éxitos no están grabados, excepto en la memoria del espectador que asistió a la sala de teatro. Pero quizás por eso mismo, el teatro, cuando alcanza un determinado nivel artístico, adquiere una calidad sublime, única, irrepetible, capaz de crear una relación mística con el espectador.
Es una relación viva, un cordón magnético, umbilical, de ida y vuelta, entre el actor y el espectador, que subyace en su memoria...