lunes, 21 de agosto de 2023

MÁS QUE UN PAISAJE...

Volcán El Nevado de Chillán, Chile. Fotografía de Nelson Villagra G




Inevitablemente, recordando a mi madre, me surgieron multitud de recuerdos de infancia. Puedo decir que tuve una infancia feliz, tranquila, normal. Sobre todo, hasta los 6 años.
Sin duda, mi país, Chile, era muy diferente entre 1937-43, y particularmente mi ciudad natal, Chillán. Curiosamente, el pueblo donde vivo actualmente, Vaudreuil-Dorion, se ha desarrollado hasta alcanzar la misma cantidad de habitantes que Chillán, en los años mencionados. Claro, el ambiente social es muy diferente.
Lo he dicho más de alguna vez, durante mi infancia en mi ciudad, al fondo de la calle Libertad, se veía claramente el Nevado y Volcán de Chillán, aunque de la Cordillera nos separaban 80 kilómetros. Así era de limpia la atmósfera en aquel tiempo...
La presencia visual de la Cordillera resultaba misteriosa para mis fantasías infantiles. Me hubiera encantado tener poderosos catalejos para apreciar los detalles. Tuvieron que pasar muchos años para que, literalmente, palpara esos detalles...
Quizás fue por eso, que terminada la filmación de El Regalo – 2008, rodada en las Termas de Chillán -, regresando a la ciudad, nos detuvimos con Bego en el camino para contemplar el paisaje cordillerano que dejábamos atrás. Tomé una foto, como recuerdo. Y esa foto del Nevado y el Volcán, la tengo incorporada en la pantalla de mi ordenador. La veo todos los días, y todos los días me recuerda mi infancia.
Hay muchas personas que están ligadas a un paisaje. No soy el único. Para mí, la límpida Cordillera de Los Andes siempre estará en mi memoria. Como Bego, que siempre tendrá en su memoria Ogoño, allá en Euskadi, el País Vasco...