Para que no me olvides se llama esta fotografía |
La luz crea atmósferas sorprendentes. En mis caminatas habituales bordeando el río que pasa a cien metros de nuestra casa, hace un par de días me quedé sorprendido y extasiado mirando un paisaje que he visto muchas veces.
Helios, artífice de la belleza y sus contrastes horarios, me tenía reservada una sorpresa lumínica: aquello que veía continuamente, por efectos de la luz, poseía esta vez una atmósfera tan diferente, que hubiera dicho que un pintor travieso había decidido cambiar los colores habituales... Me surgió el deseo que Bego estuviera conmigo gozando la emoción..., y sin darme cuenta vino a mi memoria un poema del cual solamente recordé el título. En casa leí el poema cuyos primeros versos son: “Yo me pondré a vivir en cada rosa/ Y en cada lirio que tus ojos miren/ Y en cada trino cantaré tu nombre/ Para que no me olvides...”, del poeta Oscar Castro.