jueves, 10 de agosto de 2017

LA LUZ, EL CAMBIO, EL TIEMPO

Izaro, de Begoña Zabala Aguirre






Entre el peñón de Ogoño y la Isla de Ízaro nada se detiene... Siento que estoy dentro de la transformación, soy parte de ella... La Luz y su mutación constante me maravilla. El ruido del mar puliendo incesantemente por millones de años las rústicas y agresivas peñas deleita mis oídos...

El horizonte... Como mis ancestros me vuelvo a preguntar ¿habrá algo detrás del horizonte...?

El verde del paisaje luce magníficamente encubierto detrás de gasas de "sirimiri" que flota en el aire como un velo en este país donde aún habitan  las diosas en medio de las algas...

Mirando las nubes mi imaginación se entretiene jugando a la pareidolia..., y luego me vuelvo a preguntar: ¿esta maravillosa bóveda azul es solamente uno de los infinitos y desafiantes horizontes inalcanzables...?

En un  instante de soliloquio vacacional como éste, bien vale la pena recordar y agradecer una magnífica cata de vinos y champanes de ayer tarde, 9 de agosto, entre gentes queridas y agradables amistades...

¡Salud!