domingo, 28 de junio de 2015

NO HAY PRIMERA SIN SEGUNDA

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En este mi blog, usted puede leer el epígrafe bajo mi foto. Son unos versos del maestro Merardo que muestran desde hace tiempo mi preocupación por el medioambiente.

Los medios oficiales de comunicación, hasta hace dos, tres o quizás cuatro décadas, propiciaban el desprestigio de las organizaciones ecológicas y de quienes individualmente mostrábamos preocupación por el descuido del medioambiente.

Hoy, es tan evidente no ya el descuido sino la destrucción del medioambiente, que hasta los medios políticos e industriales más conservadores han tenido que ceder, al menos en el discurso, ante la dramática realidad.

Y decir dramática, quizás actualmente sea una expresión mesurada, porque en realidad nos queda poco tiempo para evitar la tragedia.

De los más de siete mil millones de seres humanos que habitamos hoy día el planeta, hay que agregar las variadísimas y numerosas especies animales, porque todos modificamos el medioambiente.

Sin embargo les especialistas nos vienen repitiendo una y otra vez sistemáticamente, desde hace por lo menos 40 años, tanto a través de informes oficiales como extraoficiales, que la actividad humana tiene la mayor incidencia en el deterioro de la Naturaleza. Y en dicha actividad, la industrial, además de una serie de adelantos tecnológicos, ocupan el primer lugar.

Pero esa conclusión no exime en absoluto nuestra responsabilidad individual, antes por el contrario, ésta se ha hecho mayor dado el crecimiento de la población terráquea y su desarrollo tan desigual y caótico.

Cada uno de nosotros, desde los adultos hasta los niños nos vemos alterados por una oferta desmedida del consumo, que por un lado crea traumáticas frustraciones en quienes no acceden a él, y por la otra, aumenta el volumen de deshechos de quienes caen en la redes del consumismo.

Pensaba detallar la ayuda individual que podemos prestar al medioambiente desde la cocina de  
nuestro hogar; desde el baño; desde el transporte; desde las playas, desde los juegos infantiles...

Esa ayuda puede ser un parche, sí, parches curita para un enfermo que ha ingresado a la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos). Es probable. Pero si el parche lo ponemos los más de siete mil millones de habitantes, nuestro Globo Azul continuará siendo capaz de filtrar los rayos ultravioletas, evitando que muramos achicharrados como hormigas bajo la lupa.

Siendo cada uno de nosotros consecuentes con nuestra responsabilidad individual, tendremos más derecho aún de exigir organizadamente a nuestros gobiernos, a nuestras industrias, a los organismos internacionales que sean consecuentes a su vez con su discurso.

Entre muchos informes de especialistas de los últimos años, apareció recientemente la Encíclica del Papa Francisco “Laudato si” (Alabado seas), referido principalmente a nuestra grave situación ecológica. Hay que reconocer que dicha Encíclica no tiene desperdicio.

Sobre todo, debido al tema. Está dirigida a moros y cristianos, ateos, herejes y sacrílegos. Todos vivimos en este Globo azul.

Más de alguien podría comentar “si lo escribió el Papa, es un asunto de los cristianos, más precisamente, de los católicos”.

 No dejaría de tener alguna razón, debido a que los católicos, según sus cifras son más de mil millones. Deberían haber estado a la vanguardia de los ecologistas en estos dos mil años, podría decir ese crítico. Aunque tendría que reconocer también que a través de los siglos, de las filas católicas se han destacado numerosas personalidades defensoras del medio ambiente. Pero no es ese el problema a discutir hoy en día.

¿A menos que quisiéramos de esa manera esquivar la responsabilidad individual que nos cabe a cada uno de nosotros, habitantes de este mundo?

Católicos y no católicos, creyentes y no creyentes participan en la riqueza y la pobreza, participan en todos los gobiernos, en la política e industria nacionales e internacionales.

Y ellos y cada uno de nosotros, sabemos sobradamente desde hace tiempo que si no cambiamos nuestro modo de vida, si no modificamos nuestro afán absurdo de lucro y de consumo, nuestro afán absurdo de crecimiento y “progreso” sin fin, el enfermo que tenemos en la UCI se nos muere, por falta de oxígeno y exceso de metano.

 Amiga – en sentido genérico -, te invito a que no olvides tu parche individual diariamente. Así tendrás mayor voluntad y derecho a exigirle a tus autoridades que pasen del discurso al hecho.

La Naturaleza también eres tú. Cuídala.











miércoles, 24 de junio de 2015

LE REPITO LA DOSIS

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PÓNGALE UN PARCHE A NUESTRO GLOBO AZUL

La dosis completa se la receté el 12  de Junio de 2008 en mi blog. Pero hoy para que no se incomode usted, mi regalona, y usted mi regalón, la dosis se las voy a dar dosificada. Fíjese que soy comprensivo, la dosis completa se refiere al comportamiento con la ELECTRICIDAD, COCINA, BAÑO, TRANSPORTE y OFICINA. Pero esta vez comenzaremos solamente por la ELECTRICIDAD:

[PARA UN SALARIO MEDIO Y OTROS]

-Si tiene calefacción central, gradúe el termostato a unos 20 grados centígrados y abríguese un poco más dentro de casa.

-Cada grado suplementario representa un 7% más de consumo energético.

-Si su calefacción es a leña, no utilice especies en peligro.

-Use ampolletas [bombillos] de luz de bajo consumo.

-No olvide apagar la luz cuando salga de una habitación o la luz diurna sea suficiente.

-Use la lavadora llena: ahorrará agua y electricidad. (Y si no tiene lavadora “que me ahogo, dijo el pescado”).

-Una publicación asegura que un refrigerador mediano consume 322 kWh en un año mientras unIphone necesita alrededor de 361 kWh si se suma la conexión wireless, la transmisión de datos y la carga de la batería.

-Consolas de videojuegos. Si juegas con una Playstation, Xbox o Nintendo entonces también gastarás unos 230 kilovatios al año por cada consola que tengas conectada todo el tiempo.

-Computadora portátil. Algunos dicen que se debe tener la portátil conectada todo el tiempo cuando se está trabajando en ella, pero cuando no, se debe desconectar porque gastará energía extra, especialmente si también usas un monitor adicional con ella.

-Recordar desconectar los cargadores o apagar las regletas de energía puede ser un reto cuando no se esta acostumbrado a hacerlo. Haz lo que sea para que se te vuelva un hábito.

-Óigame, y apague la televisión cuando no la esté viendo, pus. ¡Obvio!


¿Sabe cuál es la cuota personal promedio que provocamos de dióxido de carbono [CO2], el más común de los gases con efecto invernadero? Entre 5,5 y 8 toneladas anualmente, cada uno.
Si tiene calculadora a la mano multiplíquelo por el número de habitantes a nivel mundial.

Y, recordemos: nada de promesas hipócritas: “nunca más”. Esas promesas se las dejamos al Ejército Chileno y a la chusma dorada de cuello y corbata que roba de día claro (no solamente en Chile).

Nosotros, con la franqueza del alcohólico en la reunión de AA:: “¿Hoy, no he dejado la luz encendida innecesariamente?”.

Continuará…


jueves, 18 de junio de 2015

EN NUESTRAS MANOS

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NO SOY CATÓLICO, PERO APOYO TOTALMENTE LA VALIENTE POSICIÓN ECOLÓGICA DEL PAPA FRANCISCO.

CHISTERAPIA:

Un Planeta sano se encuentra con un Planeta enfermo:

-¿Qué te pasa?

-No me digas nada…, atrapé la Humanidad.

-Ah, no te preocupes, se auto-elimina. Yo también la tuve. 

miércoles, 17 de junio de 2015

SEXTA EXTINCIÓN


"Los especialistas estiman que actualmente (2005) la tasa anual de la desaparición de especies vivas es mil veces más rápida que antes de la era industrial y que más del 30% de las especies podrían haber desaparecido en 2050, sin ninguna garantía que el fenómeno se detenga".

MAL DE TERRE, de Hubert Reeves. Éditions du Seuil. Mars 2003 et mars 2005.

viernes, 12 de junio de 2015

SE ABRIERON LAS CLOACAS

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Hablemos claro: se abrieron las cloacas y el olor a mierda hoy día resulta insoportable en el mundo entero. Y no juguemos a los sorprendidos: los excrementos siempre han estado rebalsando las alcantarillas.

El medio ambiente, deteriorado ya por la dichosa paradoja del “progreso y crecimiento”,  se encuentra hoy más agredido aún, no sólo por la actividad humana industrial, sino particularmente por la actividad expoliadora y corrupta de las estructuras de poder.

Estamos viviendo una atmósfera internacional muy ajena a aquella que hizo posible el surgimiento de la vida. ¡Tanta esperanza en ese bípedo primate!

Y continuemos hablando claro.

Si moralmente han emputecido el dinero, la economía, la política, las relaciones humanas, el deporte, la violencia policial, la infancia, las mujeres, la miseria, las guerras, etc., etc., etc., no es solamente porque “han”, sino también porque “hemos”. El que calla otorga.

¿Cuándo la corrupción llega a su esplendor? Cuando el cinismo campea como hábito natural. Si alguien o algunos protestan…, “es su problema”, “qué increíble”, “es que siempre ha sido así”.

“Huye de la deshonestidad…, pero lento…, para que pueda alcanzarte”.

Más vale reír que llorar, nos decimos.

A pesar que mientras reímos, sabemos que sobrevuelan sobre nuestras cabezas los cóndores que lucran de la mansedumbre…, ¿de quién?