Como chileno que vive en el extranjero, la actual Constitución de Chile niega el derecho ciudadano de votar desde el país en que se reside. En vista de lo cual me tomo el sagrado derecho de develar mi intención de voto:
Cuando Marco Enríquez-Ominami Gumucio, presentó su
candidatura para Presidente en 2009, mi criollismo chillanejo me impulsó a
escribir en mi blog que Marco me parecía “una ponchera recién revuelta. Era
necesario esperar que las frutas aconcharan para saber cómo quedaría el
ponche”.
Hoy, ante las elecciones de 2013, pienso que el “ponche”
adquirió la suficiente enjundia como para probarlo.
Estimado Marco, si tuviera derecho a votar en el extranjero,
mi voto sería para ti, agregando además, AC.
Nelson Villagra G.
Vaudreuil-Dorion, 13 de Noviembre 2013.