General Izurieta |
SANTIAGO, 9/12/09.- “LAS CULPABILIDADES ESPECÍFICAS OBEDECEN A PERSONAS Y NO A INSTITUCIONES”. Con estas palabras, el comandante en jefe del Ejército, general Óscar Izurieta, se refirió al último fallo del juez Alejandro Madrid, que acaba de calificar como homicidio la muerte del ex Mandatario, Eduardo Frei Montalva, en 1982, y en el cual están implicados varios miembros del Ejército.
Qué oportuna su declaración, mi General: ¿uséase que los bombazos a La Moneda el 11 de septiembre en 1973 fueron arrancá de tarros de los pilotos?
¿Uséase, mi Comandante, que entonces es verdad que el Ejército de Chile y las FFAA, fueron infiltrados por una banda de forajidos, quienes por su cuenta asesinaron, torturaron, hicieron desaparecer, y se robaron la plata, durante la dictadura de Pinochet?
¿Uséase, que la medalla que le pusieron a Pinochet como General Benemérito de la Patria, conociéndose todo lo que había robado y mandado a matar (entre otros al general Prats), fue una simple arrancá de tarros del oficial que se le ocurrió ponerle la medalla en el pecho, y no por acuerdo del Cuerpo de Generales del Ejército?
¡Uy, no sabe qué alivio me reporta su declaración, General! Ya me decía yo: ¡cómo va a ser posible que el Ejército sea responsable de tantas aberraciones como las que se cometieron durante la dictadura del benemérito!
¡Figúrese usted! Acusar de crímenes al Ejército y a nuestras FFAA, instituciones que se nutren en la doctrina que se inspira en esa hermosa cueca chilena:
“no me tirís con rosas
allá va allá va, que tiene espinas
tírame con violetas
allá va allá va, que son más finas”.