Van Gogh, Los zapatos |
Père Noël, Santa Claus, o Viejito Pascuero, no importa como lo denominen en diversos países, porque este año 2008 el hombre que trae los regalos se llama en realidad Muntadar al Zeidi, el periodista iraquí que le lanzó un par de zapatos por la cabeza al Mr. Bush, vergüenza de los EEUU.
Muntadar, nos hizo un regalo de Navidad al mundo entero. Compartimos plenamente el desprecio que significó su gesto. Un desprecio cargado de tantos adjetivos peyorativos como nuestra imaginación nos lo permita. Y desde aquí reclamamos su libertad.
Mi imaginación permite que el gesto de Muntadar al Zeidi se extienda además a un sinnúmero de políticos, especuladores y derechamente estafadores – no sólo económicamente – que nos tienen hasta más arriba del moño.
A todos aquellos dirigentes sociales que incapaces de ser consecuentes con lo que prometen, ¡zapatazos con ellos! Economistas que sólo trabajan para los que tienen dinero, ¡zapatazos con ellos! Políticos que incapaces de tomar el toro por las astas nos ofrecen “el derecho a soñar”, “soñar el país”, “soñar el futuro”, etc., ¡zapatazos con ellos!
Los ciudadanos cada día muestran más su escepticismo frente a las elecciones políticas, un promedio de más del 50% en el mundo occidental y cristiano. Recomiendo que guardemos un par de zapatos viejos para las próximas elecciones.
Tal vez a zapatazo limpio comprendan que no les creemos ni lo que rezan, y que hasta los niños han perdido la ilusión del viejito pascuero.
¡Cuidado, señores!, porque quizás de ahora en adelante en vez de secuestros y bombas, sean los zapatos la nueva arma del descontento generalizado en el mundo entero.
Estimado amigo, estimada amiga, sean luchadores consecuentes en esta Navidad 2008: regalen un par de zapatos (¡excepto que ustedes sean políticos, claro!)